Angela Merkel pierde popularidad ante la izquierda alemana

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La canciller de Alemania, Angela Merkel, se enfrenta a uno de los mayores retos en su carrera política luego de que su partido, el conservador Unión Demócrata Cristiana (CDU), quedó en segundo lugar ante el centroizquierdista Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), por primera vez en siete años.

Aunque sólo se trata de una encuesta realizada por el diario Bild, este inesperado resultado muestra que Merkel podría enfrentar una fuerte competencia, si es que quiere mantener el poder en las siguientes elecciones del próximo septiembre.

Merkel ha gobernado Alemania, la mayor economía de Europa, desde noviembre de 2005, y aunque podría no postularse para un cuarto mandato, este lunes recibió el respaldo de la CDU para que vuelva a ser su candidata.

A diferencia de otras democracias, en Alemania no hay límite de tiempo para ser canciller. Helmut Kohl, de la Unión Demócrata, permaneció en el cargo durante 16 años (1982-1998).

El respaldo político se dio a conocer justo después de que el periódico alemán publicara que el partido de Merkel obtendría una intención de voto del 30 por ciento —tres puntos debajo de una medición anterior—, mientras que el SPD subió cuatro puntos hasta alcanzar un 31 por ciento. Esta es la primera vez que ambos partidos intercambian posiciones en una encuesta desde agosto de 2010.

El SPD ha ganado 10 puntos en un espacio de dos semanas, luego de que el partido anunciara que nominaría a Martin Shulz como candidato a la cancillería. Schulz había sido un discreto jugador en la política alemana, a pesar de haber sido presidente del Parlamento Europeo. Ser elegido por el Partido Socialdemócrata parece haber generado más simpatizantes.

Shulz, de 61 años, tiene un perfil atípico en la política germana: soñaba con ser futbolista, pero una lesión frustró su carrera. Eso lo orilló al alcoholismo, del que se recuperó en 1980, el año en que se volvió abstemio. A los 27 años, fundó su propia librería y se volvió líder social en su ciudad natal, Eschweiler. Y desde ahí, su popularidad se fue hasta arriba: ha sido concejal, alcalde, diputado del Parlamento Europeo y jefe de los socialistas en la Eurocámara. Domina cinco idiomas —español incluido— y su estilo franco y jocoso han creado lo que en Alemania llaman "la euforia por Schulz".

Este lunes, Merkel habló sobre las próximas elecciones: "Es la campaña más difícil que he enfrentado, en parte debido a la situación internacional". En las últimas semanas Merkel se ha visto sometida a bastante presión sobre las políticas migratorias luego de que un migrante, a quien le fue negado el asilo pero no fue deportado, realizara un ataque en Berlín en un mercado navideño en diciembre pasado. Incluso sus aliados de la Unión Social Cristiana le han exigido limitar el número de migrantes aceptados en el país.

Ante una nación que anhela estabilidad, Merkel ha dicho que su campaña se basará en "confianza, estabilidad y orden". A pesar de todo, la actual canciller sigue siendo una figura popular en Alemania. Durante más de diez años, Merkel ha logrado guiar a Alemania a través de la crisis financiera de 2008 y la crisis de la eurozona, entre otros.

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