Ibrahim lavora 12 ore al giorno, 7 giorni su 7, per sostenere la propria famiglia (Foto di Mariah Quesada)
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A diferencia de los campamentos de refugiados, donde la mayoría de las cosas son gratuitas, los sirios que residen en centros urbanos tienen que pagar por comida, refugio y necesidades básicas. De hecho, actualmente los sirios que viven en Jordania necesitan un permiso de trabajo para poder trabajar, una licencia que les cuesta 1.110 dólares al año — una cifra que es nada menos que 16 veces el salario medio del refugiado — lo que obliga a niños como Ibrahim a trabajar ilegalmente.La abundancia del trabajo infantil está exacerbada por el hecho de que los empleadores prefieren dar trabajo a menores. A fin de cuentas les sale mucho más barato y las autoridades hacen siempre la vista gorda.Vídeo: un combate desde la cámara frontal de un miliciano de Estado Islámico. Ver aquí.
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Se estima que, actualmente, el 46 por ciento de los niños sirios y el 14 por ciento de las chicas sirias por debajo de los 16 años están trabajando un promedio de 44 horas a la semana con contratos basura. Jordania acoge ya a más de 600.000 refugiados sirios — el 85 por ciento de los cuales vive en ciudades, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para el Refugiado (ACNUR) — mientras que muchos adultos no pueden trabajar, ya sea porque han quedado lisiados por las heridas que padecieron mientras luchaban por su país, o por la amenaza que supondría para sus familias que fueran descubiertos. En vista de semejante situación muchas familias estarían haciendo trabajar a niños de solo 5 y 6 años de edad."Estamos perdiendo a generaciones enteras de sirios y el mundo no lo comprenderá hasta que sea demasiado tarde", explica el ejecutivo de ACNUR Hovig Etyemezian, especialista en trabajo de campo, que dirige el campamento de refugiados de Zaatari. Se trata de un asentamiento enclavado 60 kilómetros al noroeste de la capital, y a solo 10 kilómetros de la frontera siria.'El mundo no se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde'.
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En imágenes: cocinando falafels en el campo de refugiados sirios de Zaatari. Leer más aquí.
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