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"¡No te lo metas por ahí!": analizamos las lesiones sexuales más frecuentes y dolorosas

La introducción de objetos extraños en el cuerpo y las contusiones son algunas de las lesiones derivadas de prácticas sexuales que, según el Centro Nacional para la Prevención y el Control de EEUU, pueden obligarte a ingresar en el servicio de...
Imagen por Vivatier vía Flickr
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Este artículo es parte de una asociación entre MedPage Today y VICE News.

Un chico de 17 años de edad se presentó a la sala de urgencias con dolor abdominal y un cuerpo extraño en su ano. Él dijo a los médicos que se había insertado un lápiz en el recto y que luego tuvo sexo anal con el lápiz aún dentro. El paciente fue tratado y dado de alta.

Este caso es solo una de las casi 450 lesiones sexuales que se han registrado en los últimos seis años en el estadounidense Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Lesiones (NEISS, por sus siglas en inglés) para conocer las razones más comunes de las visitas a una sala de emergencias por lesiones relacionadas con el sexo, cuyos datos compila la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos (CPSC).

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"No es raro que nos encontremos con esto, pero no es algo que suceda todos los días", dice el Dr. Robert Glatter, médico de urgencias del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, sobre las lesiones relacionadas con el sexo. "Hemos tenido una mujer con una lesión en la cabeza y la columna cervical fracturada, básicamente por darse contra la cabecera de la cama". Aparentemente, estaba muy mareada en el momento porque su acompañante "utilizó demasiada fuerza".

Otra de las lesiones registradas es la de un hombre de 62 años de edad que sufrió una lesión en el pene después de poner anillos de tubería hogareña de PVC y el anillo de un bozal de caballo alrededor de su pene.

La mayoría de las lesiones sexuales involucran objetos extraños usados para el placer que en un momento dado desaparecen y se quedan atascados en algún orificio del cuerpo, según muestran los datos. Entre los objetos se incluyen vibradores y todo tipo de juguetes sexuales, pelotas de goma con puntas que se iluminan, destornilladores, el mango de un desatascador de inodoros, y hasta una bola de billar.

A veces, los pacientes esperan varios días antes de acudir a la sala de emergencias para remover estos objetos.

"Esto sucede muy a menudo. El paciente se demora y no vienen hasta pasados unos días", cuenta Glatter, explicando que la perforación puede acabar en resultados catastróficos. "Cuanto más se demore, mayor riesgo séptico existe".

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Otras lesiones de sexo según esta base de datos federal se refieren a esguinces y fracturas, contusiones, laceraciones y por su puesto síncopes — la presión de la sangre cae rápidamente y la persona pierde la conciencia. Con todo, en ninguno de los casos registrados las lesiones resultaron mortales y la mayoría de los pacientes fueron tratados y dados de alta poco después.

Glatter advierte que los pacientes nunca deben esperar para acudir a la sala de emergencias en estos casos, aunque tengan vergüenza.

"Siempre tenemos respeto, protegemos la privacidad y nunca emitimos ningún juicio", afirma Glatter. "Creo que eso es lo que contribuye a que se demoren en acudir al médico. Temer que el personal vaya a reaccionar de alguna manera negativa".

La mayoría de las lesiones relacionadas con el sexo afectaron a la parte inferior del tronco y la región púbica, pero otras incluyen la cabeza, el cuello y hasta la boca.

Una mujer de 19 años sufrió una lesión dental relacionada con el sexo después de su "swing sex" [amaca o arnes para tener sexo] se cayó del techo y se golpeó la boca.

Aunque estas lesiones representan menos del 2 por ciento de los 2,3 millones de lesiones reportadas desde 2009 hasta 2014, la mayoría de las lesiones relacionadas con el sexo no son reportadas, según los expertos.

Pepper Schwartz, PhD de la Universidad de Washington, expresa que la mayoría de estas lesiones quedan sin registrar ya que los pacientes tratan de evitar la sala de emergencias. Schwartz, sociólogo especializado en el sexo, añade que el estrés de una lesión ocurrida durante una la relación sexual puede tanto juntar a las parejas como acabar separándolas.

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"Lo importante es no sucumbir al pánico", avisa, haciendo hincapié en que la vagina y el ano no están aislados del resto del cuerpo y que las lesiones sexuales pueden tener graves consecuencias. "Tienes que arreglarlo".

La base de datos no incluye las lesiones del pene relacionadas con medicamentos como la Viagra y Cialis, que Glatter dice también son muy comunes. Las efectos adversos de estos medicamentos no se incluyen en este registro y sí aparecen, en cambio, en una base de datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

Glatter añade que el alcohol y las drogas también juegan un papel destacado en los casos de lesiones relacionadas con el sexo.

Un dato difícil de interpretar: el mes con mayor cantidad de este tipo de lesiones es julio.

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