El nombre de Trump en los edificios podría convertirlos en blanco del terrorismo

Las numerosas propiedades del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tienen un valor estimado de 3 mil millones de dólares, y mientras él se prepara para asumir el poder, los temores en torno a sus edificaciones crecen entre las agencias de seguridad y antiterrorismo.

Trump posee una larga lista de lujosas propiedades a lo largo de Estados Unidos —incluyendo el Trump International Hotel en Washington D.C., el cual se inauguró cerca de la Casa Blanca en octubre— lo cual representa un gran reto para las agencias de seguridad, además de un dolor de cabeza económico.

El problema radica en que el Servicio Secreto de los Estados Unidos tiene la tarea de proteger al presidente y a su familia, pero no tiene la obligación de proteger las propiedades de Trump sólo porque llevan su nombre.

Marty Mullholland, vocero del Servicio Secreto, dijo a VICE News que la agencia no tomará medidas adicionales para proteger las propiedades del magnate, a menos que el presidente las visite o viva en ellas.

El equipo administrativo de Trump se ha instalado temporalmente en la Torre Trump de Nueva York, en el barrio de Manhattan, por lo que la ciudad ya ha instalado barricadas y ha incrementado la presencia de policías en el área.

Bill de Blasio, alcalde de la ciudad, envió una cuenta por 35 millones de dólares a la administración de Obama por los gastos en seguridad que invertirá el gobierno de Nueva York desde el 8 de noviembre y hasta el 20 de enero. Republicanos del Congreso ofrecieron reembolsar a la ciudad 7 millones de dólares, sin embargo, sigue sin ser claro si serán los contribuyentes estadounidenses quienes tendrán que cubrir los gastos en otras ciudades como Chicago, o incluso Toronto.

VICE News contactó a la Organización Trump, la cual respondió a través de su agencia de relaciones públicas que la seguridad de los huéspedes en los hoteles Trump son la "principal prioridad".

"Nuestros líderes inmobiliarios, socios y equipos de seguridad trabajan diligentemente para garantizar que nuestros invitados se encuentren seguros y cómodos, sin dejar de lado la experiencia de lujo superior", dijo a través de un e-mail, Amanda Miller, miembro de la Organización Trump. "Contamos con amplios protocolos de seguridad y continuamos trabajando con las autoridades locales".

La situación sigue siendo difusa para las propiedades con el nombre Trump fuera de Estados Unidos, los cuales están fuera del alcance del gobierno norteamericano. Los hoteles y centros de descanso siempre resultan atractivos para los terroristas, así lo afirma Colin Clarke, experto en política que trabaja en el laboratorio de ideas RAND Corporation.

Los comentarios previos que Trump ha hecho sobre los musulmanes no han pasado desapercibidos para el Estado Islámico, lo que podría ser un peligro para las propiedades que llevan el nombre del millonario.

Gracias a los constantes ataques verbales de Trump hacia los musulmanes, varios propietarios han considerado quitar el nombre Trump de sus edificios en Turquía. Grupos como [ISIS](Por qué el último vídeo propagandístico de ISIS hace pensar que el grupo lo está pasando mal) y Al-Qaeda podrían sentirse atraídos por la idea de atacar un centro con el nombre del multimillonario.

"¿Qué mejor publicidad que atacar propiedades del presidente de Estados Unidos?", expresó Clarke. "El valor propagandístico es enorme".

Ian Overton, director ejecutivo de la organización antiarmas Action on Armed Violence, advierte que la marca Trump podría ser un blanco para los terroristas que buscan dañar a Estados Unidos y a Trump al mismo tiempo.

"Dada la creciente actividad terrorista en todo el mundo —el año pasado 21 países sufrieron ataques con bombas suicidas— y el sentimiento antiamericano, el logo de Trump podría ser visto como un objetivo principal", explicó Overton. "Los objetivos más obvios serían las dos Torres Trump que están en Estambul. También hay dos centros vacacionales en Bali, uno en desarrollo en Bali y un lujoso club de Golf en Dubai".

Sin embargo, las torres en Estambul no son propiedad del presidente electo. Así como en otras propiedades en el extranjero, Trump simplemente otorga licencias para que éstas lleven su nombre. Aún no se sabe si la empresa inmobiliaria Dogan Holding le cobrará a Trump por cualquier medida extra de seguridad.

Otra pregunta que sigue sin respuesta ante la situación es si el dinero que gasten otros gobiernos para proteger las propiedades con el nombre Trump violaría la Cláusula Emoluments, la cual prohíbe que los miembros del gobierno reciban regalos de Estados extranjeros.

"La situación es compleja fuera de Estados Unidos", dijo Richard Painter, exasesor de George W. Bush. "Si el gobierno de Turquía tiene que pagar protección adicional para esos edificios, ¿se trataría de un subsidio para la Organización Trump? La solución ideal sería quitar su nombre de ellos".

Robert Liscouski, anterior Secretario Adjunto de Seguridad Nacional, no cree que ninguna respuesta definitiva pueda surgir hasta que Trump asuma el poder, aunque situaciones pasadas parecen indicar que ninguna entidad extranjera podrá cobrar al gobierno de Estados Unidos.

"A menos que las propiedades sean parte de lo que llamamos 'infraestructura crítica', no hay manera de justificar el gasto ante el gobierno estadounidense", dijo Liscouski. "Incluso si tuvieran que protegerlos, no se trata de una embajada, no hay ningún interés para Estados Unidos. No protegemos a Coca-Cola sólo porque sea una empresa icónica de Norteamérica".

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