En una nueva muestra de poder, Corea del Norte lanza cuatro misiles al Mar de Japón

En una nueva muestra de capacidad militar y de desafío a sus detractores, Corea del Norte lanzó cuatro misiles balísticos al Mar de Japón. Los misiles, lanzados este lunes desde el área de Tongchang-ri —al noroeste del país—, representan la segunda prueba realizada desde la toma de posesión de Donald Trump.

Durante la visita que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe realizó a Washington en febrero pasado, Corea del Norte realizó su primer prueba militar del año al lanzar un misil de mediano alcance que cayó cerca de aguas japonesas. Este hecho fue interpretado como una provocación con el fin de observar la respuesta del nuevo gobierno encabezado por Trump.

Después de viajar más de 1.000 kilómetros, tres de las cuatro ojivas lanzadas este lunes cayeron a una distancia de 370 kilómetros de la costa, en aguas de la zona económica exclusiva de Japón.

"Los lanzamientos son un acto de provocación para nuestra seguridad y una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Es una acción sumamente peligrosa", dijo el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Por su parte, Hwang Kyo-ahn, presidente interino de Corea del Sur, condenó las pruebas e instó al Consejo de Seguridad Nacional a terminar con el despliegue del sistema antimisiles (THAAD) para estar preparados en caso de un posible ataque del gobierno de Kim Jong-un.

Según reportes de inteligencia militar de Corea del Sur, es poco probable que se trate de misiles balísticos intercontinentales, ya que estos pueden llegar a tener un alcance de hasta 5.000 kilómetros.

Esta nueva provocación se da una vez más tras el comienzo del ejercicio llamado Foal Eagle en los primeros días de marzo. Este ejercicio militar, realizado cada año durante el mes de marzo y con una duración de dos meses, reúne a elementos de la milicia surcoreana con los 28.000 miembros del ejército norteamericano con base en ese país. La finalidad de este ejercicio es realizar un simulacro de preparación ante un posible ataque proveniente de Pyongyang.

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner, también condenó las acciones del país asiático y aseguró estar preparado para desplegar toda su capacidad militar ante esta nueva amenaza. "La provocación sólo sirve para aumentar la determinación de la comunidad internacional contra los ya prohibidos programas armamentísticos de Corea del Norte", dijo.

Kim Jung-un se encuentra en una carrera armamentística para desarrollar tecnología nuclear. El año pasado, un sismo de 5,3 grados Richter en la región de Punggye-ri confirmó la detonación de una bomba de entre 10 y 30 kilotones. Esta acción tensó aún más la situación en la región asiática, especialmente con sus vecinos del sur.

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