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La renovación política española acorrala a los toros

Voces de los nuevos gobiernos municipales como las de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, abogan por introducir medidas para replantear su posición respecto de los espectáculos taurinos como eliminar subvenciones o consultar a los ciudadanos.
Imagen por Joseba Etxaburu / Reuters
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Arropar, calar o despedir a la tauromaquia. Así es como podríamos expresar en términos taurinos la situación de cerco y estocada de los espectáculos ligados a los toros en España al calor de la renovación política que vive el país.

El anuncio de Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, en el sentido de retirar las subvenciones por valor de 61.200 euros a la Escuela de tauromaquia Marcial Lalanda ha sido sólo la última embestida.

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Carmena no está sola. Poco después de ganar las elecciones con Ahora Madrid, la coalición que incluye la formación de izquierda Podemos, anunció su intención de convertir la capital española en una ciudad amiga de los animales y que el pasado mes de junio renunció públicamente al uso del palco de la madrileña Plaza de toros de Las Ventas.

Ella es una más de las nuevas caras de la política municipal que abogan por replantear la relación de su gobierno con la tauromaquia. La renovación política en los consistorios, la pasada primavera, implicó que un partido progresista de ámbito nacional como Podemos y formaciones regionales de izquierda, como Compromís en Valencia, accedieran al poder e hicieran tambalear los viejos equilibrios respecto del controvertido debate taurino en la esfera política.

Sin embargo, las medidas de esta nueva hornada de políticos "poco amigos" de los toros, han sido muy diversas. En Zaragoza, el alcalde Pedro Santisteve ha cerrado el grifo de las arcas municipales a los festejos que incluyen espectáculos como el toro de soga o el toro embolado.

En Valencia, Joan Ribó ha descartado subvencionar actividades que impliquen maltrato animal; Palma de Mallorca ha sido declarada ciudad contraria a las corridas de toros, mientras que municipios como Alicante han planteado la celebración de referéndums para saber que piensan sus ciudadanos.

Maltrato animal vs tradición: recorremos algunos de los polémicos festejos de España.Leer más aquí. 

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Con todo, son las comunidades autónomas las que gozan de competencias para prohibir de forma expresa los espectáculos taurinos. En este sentido, la legislación regional de Canarias, aprobada en 1991, no permite la celebración de fiestas, espectáculos, peleas y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad o sufrimiento. En Cataluña, sólo las corridas de toros están explícitamente prohibidas desde hace 5 años.

Las nuevas medidas municipales, según Laura Duarte, portavoz del partido animalista PACMA, dan cuenta de un avance pero siguen siendo muy insuficientes. "Son pasos positivos pero se quedan en un lavado de cara. No transferir fondos o plantear un referéndum equivale a otorgar carácter moral al maltrato animal porque se legitima la inversión privada y se considera un asunto sujeto a la opinión de la mayoría y no éticamente inaceptable", sentencia a VICE News.

"El rechazo a los espectáculos taurinos es cada vez mayor, el cambio es perceptible y tiene relación directa con el trabajo que hemos hecho desde las asociaciones animalistas durante estos últimos años", añade Duarte.

En relación al apoyo o rechazo social respecto de los festejos y espectáculos taurinos, hay cifras que dan cuenta del "cambio" al que se refiere Duarte. La Human Society International, una organización animalista, hizo público en 2013 un estudio según el cual más del 70% de los españoles estaban en contra de que la industria del toro recibiera financiación pública. Algo que coincide con la línea adoptada por los nuevos alcaldes. De acuerdo con los cálculos estimativos de PACMA, la financiación pública el sector es de, al menos, 600 millones de euros anuales.

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Además, del 2010 al 2011 [los últimos datos publicados por el Ministerio de Cultura], la tasa anual de la asistencia a los toros fue del 8.5 por ciento, mientras que cuatro años antes esta ascendía al 9.8 por ciento.

Los pro taurinos también cuentan con su propia batería de contracifras. Juan Diego Vicente, presidente de la Unión de Toreros, apunta a VICE News que los toros tuvieron un impacto de 3.500 millones en la actividad productiva del país en 2014, de acuerdo con el informe Económico de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos publicado por la patronal taurina Anoet.

Además, asegura Vicente, el número de festejos taurinos celebrados en España subió el año pasado, algo que no sucedía desde 2007. Sin embargo, los 1.868 festejos contrastan con los 2.422 realizados en 2010, por ejemplo, y reflejados en los datos oficiales del gobierno. Algo que Vicente atribuye al impacto de la crisis económica.

Toro de la Vega, símbolo de la polarización entre protaurinos y animalistas en España. Leer más aquí.

Pero para este ex matador la cuestión central no es económica. Por encima de la imposición "dictatorial" de representantes como Carmena, asegura Vicente, "respeto la libertad de elegir" si alguien quiere o no quiere asistir a un espectáculo taurino. Algo que, recuerda el máximo representante de la Unión de Toreros, "está protegido por ley".

Su reacción coincide con las manifestaciones que la decisión de la alcaldesa de Madrid provocó entre algunos de los toreros más reconocidos del ámbito español como Fran de Rivera o Joselito y que quedó reflejado en las redes sociales.

— francisco javier gue (@fjguerrero2905)September 28, 2015

Tweet del torero Fran de Rivera — Paquirri en relación a la decisión de la alcaldesa de Madrid.

Pero el ánimo anti taurino va más allá de las fronteras españolas y recorre geografías lejanas y de tradición taurina como Colombia o México. Así, mientras en tres estados del país norteamericano se han prohibido las corridas de toros, Colombia se plantea hacer un referéndum para decidir sobre la cuestión.

Sigue a Maria Altimira en Twitter: @mariaaltimira