FYI.

This story is over 5 years old.

mexico

El número de abusos sexuales en la Ciudad de México sube: ya llega a 6 al día

Entre enero y junio de este año hubo 1.080 denuncias en la capital del país, la cifra superó a las 762 registradas en el mismo periodo de 2015. Debido al problema, grupos de mujeres asisten a cursos de "autodefensa feminista" para protegerse.
a
Imagen por María José Martínez/Cuartoscuro

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

El abuso sexual en la Ciudad de México, una de las ciudades más pobladas del mundo, es un problema cotidiano al que se enfrentan sus habitantes diariamente. Cada día se registran seis nuevos casos que muestran la magnitud del problema que hasta la fecha no se ha podido controlar. Yazmín lo sabe.

Cuando ella tenía 12 años viajaba en el transporte público con su madre. Se trasladaba en una combi, una especie de 'van' que recorre varias rutas a lo largo de la ciudad. Después de varios minutos notó a un hombre que no dejaba de observarla fijamente. Mientras avanzaba el tiempo, las miradas hacia ella eran más intensas. El hombre trataba de cubrir con un periódico sus genitales: iba masturbándose sin dejar de verla.

Publicidad

"Se iba masturbando frente a mi. ¡Frente a una niña de 12 años! Cuando vi lo que hacía, recuerdo haber notado cómo mis ojos se llenaron de lágrimas, sentí un coraje y un asco enorme", cuenta Yazmín a VICE News. Su madre al darse cuenta de lo que pasaba golpeó al sujeto y, junto con el chofer del vehículo, lo obligaron a bajarse.

Pero el daño ya estaba hecho: "Durante mucho tiempo tuve temor y asco al viajar en transporte público debido lo que me pasó".

De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia de la ciudad, entre enero y junio de este año se reportaron 1.080 casos de abuso sexual en la capital mexicana. Una cifra que supera a los 762 casos registrados entre el mismo periodo del año pasado, un promedio de 4,2 al día. Ahora el promedio son seis diarios. Los datos se basan en las denuncias diarias que reciben los Ministerios Públicos; sin embargo, hay que tener en cuenta que hay una cifra negra de casos que no se denuncian.

Según el código penal de la ciudad un abuso sexual no es sólo una violación en la que se obligue a una alguien a mantener relaciones sexuales. La ley local señala que también se comete ese delito cuando, sin el consentimiento de una persona, se le obligue a observar un acto sexual o lo haga ejecutarlo.

'Se iba masturbando frente a mi. ¡Frente a una niña de 12 años!'.

Son tantos los casos que pareciera que la urbe se a acostumbrado al delito; y hay personas que han sido víctimas más de una vez. Saira lo sabe.

Publicidad

Iba a comprar leche cerca de su casa, ubicada en el oriente de la Ciudad de México, eran las 6:30 de la mañana. De pronto un joven parado en una esquina se acercó a ella para pedirle la hora. Saira le respondió y siguió caminando. Él la tomó del brazo, abrió la gabardina que vestía mostrando su pene y amenazó con violarla.

"Fue algo impactante, me dio mucho miedo y sentí como la cabeza comenzó a darme vueltas como si fuera a desmayarme", relata. "Pero apareció una señora que le reclamó al muchacho, me solté y corrí".

Después de algunos años de vivir con el temor de acercarse a los hombres en la calle, Saira fue a terapias psicológicas en su universidad, las cuales lograron que asimilara y tratara de una mejor manera un siguiente ataque, cuando un hombre la acosó desde que bajó del camión hasta casi la puerta de su domicilio. En esa ocasión, ella y uno de sus vecinos increparon al acosador, que terminó por retirarse del lugar.

Las mujeres en la Ciudad de México están luchando contra el acoso sexual desenfrenado. Leer más aquí.

Las autoridades locales han tratado, sin mucho éxito hacerle frente al problema. El 25 de mayo de este año, en la presentación de estrategias para frenar la violencia contra las mujeres en el transporte y espacio públicos, el alcalde de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que pondría a disposición de las ciudadanas un silbato para hacer visible cualquier tipo de abuso que se cometiera.

Publicidad

Sin embargo, la medida fue muy criticada por buena parte de la sociedad, y la señalaron como una acción ridícula qué provocó burlas en las redes sociales, ya que, consideraron, un silbato no es suficiente para poder detener la violencia sexual.

Por su parte, Ana Güezmes, la representante de ONU Mujeres en México, destacó ese mismo día que "seis de cada 10 mujeres en esta ciudad no se sienten seguras ni siquiera al recorrer el primer tramo de sus trayectos cotidianos".

"El círculo vicioso empieza con el permiso social y la impunidad: las mujeres no denuncian y la sociedad no responde, y la justicia no es expedita" dijo. "Una ciudad inteligente es una ciudad sostenible y segura, que asume su responsabilidad con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres sin dejar a nadie atrás" puntualizó.

'Me dio mucho miedo y sentí como la cabeza comenzó a darme vueltas como si fuera a desmayarme'.

En ese sentido, durante la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 25 de noviembre de 2015, Amnistía Internacional México declaró que "es urgente alzar la voz contra las distintas formas de violencia que día a día enfrentan mujeres, jóvenes y niñas en el ámbito laboral, escolar, comunitario o en el espacio familiar".

No obstante, los abusos son tan habituales que grupos de mujeres, motivadas por la desconfianza que tienen hacia las autoridades, han organizado cursos de defensa personal para poder protegerse de posibles abusos sexuales en las calles o en otros lugares.

Publicidad

Ixcehel formó parte de uno llamado Comando Colibrí. "Cuando me metí más a la cuestión feminista, mi compañeras y yo platicábamos que la autodefensa es un mecanismo para sobrevivir, así que empezamos a entrenar. Era una combinación de artes marciales. Empezábamos con técnicas básicas para escapar de alguien que te sujeta de las manos, y después iban cambiando en diferentes escenarios de peligro".

—¿Cómo pueden detenerse los abusos sexuales en la ciudad?

—Una de las formas es con escarnio colectivo. Es decir, que los espectadores del abuso amedrenten a quien lo comete para que deje de hacerlo.

Alejandro Wong contribuyó a este reportaje.

Sigue a Alejandro Wong en Twitter: @wonger31

Sigue a Rogelio Velázquez en Twitter: @roger_velav

Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES