Francia invertirá en drones de última generación para espiar durante grandes eventos deportivos

La policía parisina busca hacerse con una flota de drones de "vigilancia aérea en cotas bajas", para mejorar su sistema de seguridad a dos meses vista de la celebración en la capital gala de sendos acontecimientos deportivos de primer orden.

El gobierno francés ya advirtió la semana pasada que planea extender el estado de emergencia que sigue en vigor en el país desde los atentados cometidos en la capital el pasado 13 de noviembre. Este verano Francia será escenario de la Eurocopa de fútbol 2016 y de una nueva edición del Tour de Francia, la carrera ciclista por etapas más importante del planeta. De tal modo, las autoridades han propuesto que el estado de emergencia se extienda, como mínimo, hasta finales de julio.

Paralelamente, un comunicado informativo sobre la preparación de la policía gala para los acontecimientos que se le vienen encima, ha sido filtrado por la web de noticias tecnológicas francesa Nextinpact. Según la información de la que se hace eco la web, la policía de la capital estaría considerando la ampliación de su flota de drones.

Las fuerzas de seguridad francesas habrían puesto el ojo en los llamados "hexacópteros", unos drones compactos de última generación que están articulados con ayuda de seis motores, nada menos. La información publicada y la naturaleza de los dispositivos sugiere que los agentes franceses desearían utilizar el dron para monitorizar a la muchedumbre que con toda seguridad se concentrará en el país, durante las noche de junio y de julio. Los pequeños aparatos disponen de un radio de un kilómetro de alcance.

Según el rotativo diario galo Le Figaro, la policía planea gastarse 429.600 euros en sus "nuevos ojos en el cielo". Pese a la cifra, se ignora qué cantidad de drones querría comprar el gobierno por semejante precio.

Capaces de alcanzar una velocidad de 36 kilómetros por hora, se prevé que los drones sean ligeramente más lentos que la velocidad media a la que corre un ciclista en el Tour de Francia. Según apunta el informe policial desvelado, los drones deberían de estar provistos de un modo automático y deberían ser capaces de despegar verticalmente, hasta alcanzar los 100 metros de altura. Los drones, además, serán equipados con una cámara de alta resolución provista de infrarrojos, de manera que dispongan de visión nocturna.

La policía desea que los drones sean capaces de identificar los números y las letras de las matrículas de los automóviles que circulen en Francia durante el verano a una distancia de 50 metros y desde una altitud de 30 metros, como mínimo.

Los drones no solo tendrán que ser "robustos y flexibles", sino que, idealmente, deberían de poder encajar en el maletero de un coche. La policía francesa espera que los dispositivos sean fáciles de utilizar y que el entrenamiento para aprender a manejarlos no lleve más de 5 días — incluso en el caso de aquellos agentes que nunca hayan dirigido uno.

La idea, además, es que sean silenciosos — la policía desearía invertir en drones que disponga de un sistema de propulsión que mantenga el ruido bajo mínimos.

Para prevenir que los drones sean intervenidos y dirigidos intencionadamente contra las multitudes, entre otros posibles usos inadecuados previstos, la policía pretende desarrollar un sistema de encriptación entre el dron y su operador. Igualmente se prevé que los aparatos lleguen provistos de la función "de regreso automático" en caso de que sean destacados en misiones que luego sean abortadas.

Francia lleva ya bastante tiempo considerando la ampliación de su flota de drones. En 2014, a los candidatos al examen para ser elegido comisionado de la policía se les exigía conocer los usos estratégicos de los drones para garantizar la seguridad pública. En agosto de 2014, el responsable del aparato técnico y logístico de la policía, Phillipe Caron ya advirtió que se esperaba que, en breve, los agentes estuvieran utilizando drones para "recolectar información en zonas de alto riesgo sin necesidad de destacar a ningún agente en la zona".

La semana pasada, algunos agentes de la brigada de intervención y de investigación de élite estuvieron operando algunos drones durante un simulacro de atentado en una estación de tren francesa.

Se cree que el lote de drones que se pretende adquirir la policía francesa serán destacados tanto en las inmediaciones de los estadios en los que se disputen los partidos de la Eurocopa de 2016, como en parques de estacionamiento y en las llamadas "zonas de aficionados", donde los aficionados al fútbol se concentran para ver partidos retransmitidos en directo a través de pantallas gigantes.

Es un secreto a voces que los drones se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las fuerzas de seguridad galas en los últimos años. Los vuelos de dispositivos ilegales en los alrededores de varios edificios gubernamentales del país y de centrales eléctricas ha sido objeto de varias investigaciones policiales.

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