¿Qué pasará con la economía de México con Trump en el poder?

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El día de ayer, luego de que durante la madrugada se anunció que Donald Trump sería el nuevo presidente de Estados Unidos, México despertó en la incertidumbre. El país entero, temeroso del futuro, se preguntaba qué pasará ahora que el considerado enemigo número uno de la nación llega a la Casa Blanca.

El miedo era justificado. A la par que se daba a conocer una tendencia favorable al candidato republicano para ganar las elecciones, la moneda mexicana caía frente al dólar. Tan sólo en unas horas el peso se devaluó 14 por ciento y llegó a cotizarse en 20.78 unidades por dólar. Una caída estrepitosa que no se veía desde 1995.

Desde el martes en la noche la preocupación por deportaciones masivas de mexicanos, por la pérdida de empleos en México y por un desplome en la economía que podrían provocar las acciones que Trump prometió durante su campaña, ha crecido con el paso de las horas.

VICE News habló con economistas de dos de las universidades más prestigiadas del país para entender el posible escenario que se puede presentar a partir del próximo 20 de enero, día en que Trump asumirá su cargo como presidente de uno de los países más poderosos del mundo, y de qué forma afectará eso a los bolsillos de millones de mexicanos.

Rolando Cordera, economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que de cumplirse las promesas de Trump, entre ellas echar abajo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado en 1994 por Estados Unidos, México y Canadá, sería desastroso para la economía mexicana.

"Trump prometió subir los aranceles a un 25 por ciento en los productos que México exportará a EE. UU. Eso afectaría a las regiones industriales y exportadoras mexicanas, pero también afectaría a empresas estadounidenses como aquellas de la industria automotriz, y a los mercados de consumo. Sería un daño de grandes proporciones para ambos países", explica Cordera.

Sin embargo, el economista advierte que no es tan fácil romper el TLCAN. "Esa decisión tendría que ser aprobada por el congreso de Estados Unidos, que a pesar de ser republicano en su mayoría, no está completamente alineado con Trump. Además de que las grandes corporaciones que han desarrollado sus relaciones comerciales productivas con México tendrán mucho qué decir en el tema".

Pero en caso de concretarse los dichos del magnate republicano, señala Cordera, el primer impacto se reflejaría en el centro y norte del país, y en la pérdida del empleo directo e indirecto de los mexicanos, lo cual pondrá a prueba la capacidad de resistencia de los sectores sociales afectados y la capacidad de adaptación del impulso y la innovación tecnológica de México a los problemas que puedan surgir.

Uno de los retos a superar, de acuerdo con el economista de la UNAM, sería el conflicto social que surgiría al calor del desempleo. Otro sería respecto a la deportación masiva de millones de inmigrantes que prometió Trump. "Para un país con tantas desigualdades y un crecimiento insuficiente como el nuestro, la migración siempre será una válvula de escape y una ventana, Trump tendría que pensar que una política represiva contra los inmigrantes afectaría a su propia economía y a su propio orden social, ya que los mexicanos son clave para muchos sectores de la vida estadounidense. Yo no sé como piensa sustituirlos el señor Trump".

Para calmar un poco la incertidumbre ciudadana, el gobierno de México dio una conferencia de prensa horas después del triunfo de Trump. José Antonio Meade y Agustín Carstens, titulares de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Banco de México, respectivamente, dijeron que en el país hay estabilidad y fortaleza en la economía.

"El resultado de las elecciones de Estados Unidos no representa un impacto inmediato en el marco normativo del comercio de bienes y servicios, ni en los flujos financieros", dijo Meade. Por su parte, Carstens aseguró que la institución que representa no realizará acciones urgentes al respecto y "seguirá con el calendario preestablecido".

No obstante, la agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings señaló que el triunfo de Trump "puede añadir riesgos para el bajo crecimiento económico de México". Además, la agencia advirtió que en caso de deteriorarse los acuerdos económicos que México ha firmado con Estados Unidos, el primero tendría un impacto en su perfil crediticio que "hasta el momento se mantiene estable".

Asimismo, Victor Piz, economista por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), dice que ya hay una afectación directa a la economía mexicana y a los mercados financieros, esto debido a que los inversionistas no se sienten confiados con un gobierno administrado por Donald Trump. "El peso mexicano se convirtió durante toda la campaña en un termómetro de la popularidad de Trump: cuando el candidato republicano aumentaba su popularidad en las encuestas el peso caía frente al dólar".

De la misma forma que Cordera, el economista del IPN señala como un punto preocupante el rompimiento del TLCAN "ya que con eso no se permitirá que empresas estadounidenses inviertan en el país, y los impuestos aumentarán a las exportaciones mexicanas.

Sin embargo, Piz afirma que la economía mexicana es fuerte y resistente, pero tiene sus puntos débiles. "El problema es que crece poco; en los últimos 16 años ha crecido sólo 2,1 por ciento anualmente, ese crecimiento ha sido suficiente para mantener la estabilidad económica, pero no para acabar con la desigualdad ni con la pobreza en la que viven la mitad de los mexicanos".

Además menciona que la economía nacional se verá afectada si las tasas de interés suben en Estados Unidos, algo que se ha pronosticado que ocurra a final de año. "México está sujeto a los vaivenes internacionales. Tenemos una economía fuerte, pero no lo suficientemente sólida para ser inmunes a eventos como las elecciones presidenciales de Estados Unidos".

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