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Rusia

El patriarcado ortodoxo y el establishment ruso contra Pokémon Go por 'demoníaco' e 'inmoral'

Buena parte de los poderes fácticos rusos han tomado partido contra la popular aplicación móvil, pero no son pocas las empresas en Rusia que ven potencial en el vídeojuego para aumentar su cartera de clientes.
El obispo Panteleimon junto a otros sacerdotes libera al vuelo palomas durante la celebración de la anunciación en la iglesia del Príncipe Dimitry de Moscú, el 7 Abril de 2016. (Imagen por Sergei Chirikov/EPA)

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La Iglesia ortodoxa rusa lo tiene claro: Pokémon Go entraña "la amenaza de transformación de una persona de ser libre a personaje de vídeojuego". En estos términos lo difundieron el mes pasado en un comunicado en el que apuntaban a la posibilidad de que las leyes del mundo ficcionado digital se sobrepusieran a las normas que dicta la tradición religiosa.

Y la preocupación del patriarcado encontró réplica en el ámbito político cuando el senador del Consejo Federal, la cámara alta del Parlamento Ruso, Frants Klintsevich, declaró que "parece que el demonio llegó a través de este medio [Pokémon Go] y está intentando arrancarnos nuestra moralidad desde dentro".

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Mucho más pragmático y terrenal se mostró en Facebook el Roscomnadzor, el Servicio Federal de Supervisión de las Comunicaciones, las Tecnologías de la Información y los Grandes Medios de Rusia. Para este organismo el riesgo es técnico, por el hecho de que las descargas en ese país todavía no son legales. Un virus podría infectar el dispositivo móvil de los usuarios.

Y de ahí, rienda suelta a la conspiranoia.

La televisión estatal Zvezda publicó un artículo en el que "demostraba" el interés de la CIA en el vídeojuego franquiciado por el hecho de que había un gimnasio Pokémon en su edificio. Zvezda depende del Ministerio de Defensa.

Los cosacos, un cuerpo que goza de un estatuto de fuerza auxiliar paramilitar bajo control estatal ruso y de firmes convicciones religiosas, también han condenado duramente el juego tildándolo de satánico.

"¿Y qué tiene de bueno?", responde a VICE News un portavoz de los cosacos al ser preguntado sobre qué tiene de malo el vídeojuego. "Está lejos de la vida", continúa el hombre, que rechaza identificarse, seca y tajantemente.

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Es una cruzada en toda regla: la Sección de Educación de Moscú para los Consejos Parentales en la Protección de los Niños está organizando clases para enseñar a los padres a desinstalar la aplicación del móvil de sus hijos. Una representante de este colectivo, Olga Galuzina, espera que los psicólogos expliquen que no se debe cazar pokémons en las instalaciones escolares.

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Y fue precisamente una psicóloga, Lyudmila Polyanova, quién sugirió en un talk show que Occidente pretendía utilizar el juego para controlar a los rusos volviéndolos infértiles. Aunque otros profesionales discrepan.

El psicólogo infantil Anton Sorin declaró al Moscow Times que el vídeojuego no sólo no era nocivo, sino que invitaba a los pequeños a dejar sus ordenadores y patear la calle.

"Cosacos y ortodoxos se oponen terminantemente a ello simplemente porque es una idea que une a la gente, como sus propias ideologías, y no quieren que Pokémon Go les robe su audiencia potencial", opina Sorin.

Y hasta los hay que saben sacarle otro tipo de rendimiento.

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Lejos de rechazar su uso, los bancos estatales Sberbank y VTB24 utilizan la aplicación para aumentar su cartera de clientes o promocionarse. El primero ha anunciado que implementaría una de las llamadas "Poképaradas" en los aledaños de sus sucursales, en las que los jugadores pueden encontrar a los monstruitos, como gancho para ofrecerles seguros de accidentes, y el segundo permite retirar el doble de efectivo a aquellos que se hagan fotos con un Pokémon y una tarjeta de su entidad.

"Las Poképaradas las establecieron los jugadores del anterior vídeojuego de la compañía, Ingress. Los jugadores de este juego establecieron puntos de interés como un monumento, una casa curiosa… Cualquier sitio lo puede ser. Hoy cualquier jugador puede crear una Poképarada. Ahí te dan experiencia y objetos", explica a VICE News Albert García, experto en vídeojuegos y profesor de historia de los vídeojuegos en la Escuela de Nuevas Tecnologías de la Universidad de Barcelona (UB).

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García señala el acuerdo que existe en Japón entre Niantic, la empresa que diseñó el juego, y Mc Donald's, que pagan por ubicar ahí los gimnasios en los que combaten los jugadores. No es el caso de Sberbank, pues en su caso contratarían a alguien para que se las diseñara.

Y además de dar dinero, Pokémon Go inspira a algunos: las autoridades moscovitas han desarrollado una aplicación basada en el popular vídeojuego en la que "cazar" figuras históricas en la ciudad. El cosmonauta Yuri Gagarin, Pedro el Grande o Iván el Terrible son sólo algunas de las figuras que pueden aparecérsele al usuario de la aplicación.

Es en esta tensión dónde el Kremlin y la sociedad rusa deben acordar de qué manera pueden relacionarse con la popular aplicación para móvil.

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