La policía de Brasil asesina a activistas del Amazonas, la peor matanza desde 1996

Autoridades en Brasil informaron que 10 activistas fueron asesinados en la región del Amazonas, una zona asediada por los conflictos de la tierra y de la explotación forestal desde hace décadas.

Nueve hombres y una mujer murieron el miércoles en la granja de Santa Lucía, un lugar al que un grupo de activistas sin tierra llegó a vivir hace dos años. Ahí habitan 150 familias.

Funcionarios de seguridad del estado de Pará dijeron en un comunicado que la policía fue blanco de disparos apenas llegó al lugar, pero resulta que ningún oficial sufrió heridas durante el enfrentamiento, y sin embargo los activistas sí fueron asesinados por las autoridades.

Los líderes de los activistas, en tanto, no estaban disponibles para hacer comentarios.

La policía estatal de Pará afirmó en el comunicado que actuó por orden de un juez local para sacar a las familias de los terrenos privados y para ejecutar 14 órdenes de arresto en relación con el asesinato el mes pasado de un guardia de seguridad empleado por el dueño del rancho.

Fiscales federales y estatales dijeron que estaban investigando los asesinatos, mientras que la policía también informó que había iniciado una indagación por las acciones de los oficiales.

Normalmente, activistas sin tierras invaden ranchos y granjas en la nación más grande de América Latina, donde existe una profunda desigualdad en la distribución de los terrenos. La ley brasileña permite a los activistas sin tierra ocupar y, eventualmente, tomar posesión de terrenos que consideren que no son utilizados activamente para fines agrícolas.

Durante décadas, la lucha por las vastas extensiones de tierra de Brasil ha dado pie a asesinatos, a menudo por parte de ricos ganaderos y hombres armados contratados por los agricultores, dijeron fiscales federales.

Las muertes de este miércoles fueron las más graves en un conflicto por tierras desde 1996, cuando la policía del estado de Pará mató a tiros a 19 activistas que habían bloqueado una carretera para protestar por su derecho a permanecer en un rancho ocupado por 3.000 familias.

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