Estos son los políticos que han renunciado por ser acusados de plagio académico

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Ayer por la noche, el equipo de investigación encabezado por la periodista Carmen Aristegui presentó una reportaje en el que se exhibió al presidente de México, Enrique Peña Nieto, como un plagiador. De acuerdo con la investigación, el mandatario escribió cerca de un 30 por ciento de su tesis de licenciatura en Derecho copiando párrafos completos de otros libros.

En redes sociales, la polémica se desató entre los que minimizaban el hecho, argumentando que plagiar es algo común en el país, y los que tacharon de corrupto al presidente y exigían su renuncia, o por lo menos una disculpa pública, por haber copiado a varios autores en el documento con el que obtuvo su título universitario hace 25 años.

No es el primer político de alto nivel en el mundo acusado de plagiar trabajos académicos. En abril de 2012, Pál Schmitt, presidente de Hungría, dimitió de su cargo luego de que se comprobara que plagió su tesis doctoral Análisis del programa de los Juegos Olímpicos modernos, escrita en 1992. El diario digital hvg.hu señaló que el presidente había plagiado al menos un 94 por ciento de su tesis, la cual era una traducción al húngaro de un trabajo del investigador búlgaro Nicolai Georgiev, escrita originalmente en francés.

Un año antes, en marzo de 2012, Karl Theodor zu Guttenberg, ministro de Defensa de Alemania, también renunció a su cargo debido a una publicación del diario Süddeutsche Zeitung en la que se presentaron pruebas de que había plagiado buena parte de su tesis doctoral. Asimismo, Annette Schavan, ministra de Educación del mismo país, dimitió en 2013 luego de que se le retiró su título de doctorado por haber copiado diversos párrafos sin citar en su tesis doctoral, 33 años antes.

También la diputada alemana Petra Hinz dejó su cargo como parlamentaria representante del Partido Socialdemócrata el mes pasado, después de confesar que inventó su currículum académico en el cual aseguraba ser abogada. El diario West Allgemeine Zeitung publicó que Hinz no tenía ni siquiera un título de bachillerato.

En México, Fausto Alzati, secretario de Educación Púbilca, fue obligado en 1994 a dejar su cargo, luego de que el diario Reforma señaló que Alzati nunca había recibido el título de doctorado por parte de la Universidad de Harvard del que presumía. Las autoridades educativas confirmaron que la prestigiada institución nunca le había otorgado ese título al político mexicano. Por ello, el secretario fue nombrado popularmente como "Falzati", en referencia a la falsedad de sus dichos. Sin embargo, casi 20 años después, en 2013, apareció de nuevo en el escenario político la ser nombrado como director general de Televisión Educativa de la Secretaría de Educación Pública, al que renunció menos de un año después.

El plagio de Peña Nieto

Publicado en el sitio web Aristegui Noticias, el reportaje encontró que 197 párrafos, de los 682 que contiene la tesis de licenciatura de Peña Nieto, tenían una gran similitud con el trabajo de otros 10 autores. También publicaron algunos ejemplos de cómo el presidente aparentemente copió palabra por palabra en su tesis de 1991.

La publicación destacó 20 párrafos casi idénticos a los que contiene un libro escrito por el expresidente Miguel de la Madrid, quien aseguran que no es mencionado en ninguna parte del trabajo de 200 páginas, ni siquiera en la bibliografía.

Eduardo Sánchez, vocero presidencial, salió rápidamente a desmentir las acusaciones de plagio, y cuestionó si "un error de estilo" cometido hace décadas debería ser de interés público hoy en día.

"Por lo visto errores de estilo, como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que incluyó en la bibliografía son, dos décadas y media después, materia de interés periodístico. Bienvenida la crítica y el debate", declaró Sánchez en un comunicado difundido a través de su cuenta de Twitter ayer por la noche.

Esta no es la primera vez que el equipo de investigadores de Aristegui pone en aprietos al presidente.

El equipo desató un gran escándalo de conflicto de intereses en noviembre de 2014, cuando reportó la existencia de una moderna mansión, conocida como Casa Blanca, diseñada y construida para la familia presidencial por un contratista favorecido por el gobierno. Tiempo después, Aristegui aseguraría que el gobierno presionó a la cadena de radio MVS Radio para que la despidieran de su popular programa matutino.

La presidencia negó tener algo que ver con el despido de Aristegui, como lo ha hecho siempre con las acusaciones relacionadas a la Casa Blanca.

Sin embargo, el escándalo ha seguido haciendo ruido, y el presidente Peña Nieto intentó dejar atrás el incidente de manera definitiva en julio de este año, ofreciendo una disculpa por haber lastimado "la investidura presidencial".

Este último reporte sobre la credibilidad presidencial surge en un momento en el que los índices de popularidad de Peña Nieto se han desplomado un 23 por ciento, de acuerdo a una encuesta publicada por el diario Reforma a principios de este mes.

Rogelio Velázquez contribuyo a este reportaje.

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