Pablo Albri
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VICE News: ¿Le molesta que le llame 'Felipe Torres'?Santos reconoce que Colombia quizá no pueda firmar la paz en la fecha acordada. Leer más aquí.
Carlos Velandia:No, para nada. Hace parte de mi vida. Pero sí prefiero que me llamen Carlos Velandia, que es mi nombre real. Hoy, en relación con lo que hago, Felipe Torres no es útil.
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No, cuando estuve en el monte tuve la convicción total y absoluta de que hacía lo correcto. Miraba al país a través de la mira de mi fusil. Yo tenía una mirada bastante estrecha, muy ideológica, y muy determinada por la toma del poder. Soñaba con tomar el poder, con que nosotros tomáramos el poder. Pero cuando caigo preso cambio de oficio y tengo que ocuparme de otras tareas. Entonces me dan la representación para diálogos de paz. A través de esa representación empiezo a ver al país de otra manera. En esto de hacer la paz se necesita la confrontación de la palabra, y de las ideas, y mirar qué tan diferente somos, pero sobre todo qué tan parecidos somos. Al salir en libertad tomo la decisión de no volver a las montañas y no volver a coger un fusil nunca más, porque conocía soluciones políticas a la guerra.¿Mantiene algún tipo de contacto con el ELN?
Ninguno que signifique tomar un teléfono y conversar. Yo converso con ellos a través de los medios de comunicación. De hecho esta entrevista es una comunicación con ellos. Ellos van a leer este reportaje, se van a interesar y van a decir: 'Felipe está diciendo esto, lo que está queriendo decir es lo otro, no estamos de acuerdo con él en esto…' Ese es mi diálogo y es un diálogo abierto y directo con la dirigencia, con el militante, con el combatiente, pero también con la sociedad.
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Es que está atrás, pero no porque el ELN lo haya querido. Es que el gobierno tampoco ha querido. Los distintos gobiernos con los que hemos hecho intento de construir paz en la país siempre han hecho una evaluación de las guerrillas en términos de amenaza para la seguridad nacional, de amenaza para la democracia, amenaza para la sostenibilidad,… siempre como una amenaza. Se le da un tratamiento en términos de amenaza, pero no se te legitima. Porque si al ELN y a las FARC le dan una connotación de ser un actor que está en disputa con el poder está reconociendo una legitimidad.En ese análisis sesgado se recomienda buscar la manera de neutralizar la amenaza mayor, pactar con ella o suprimirla. Y la amenaza menor (en este caso el ELN) es un problema menor. E incluso en el marco de una solución pactada o negociada con esa amenaza mayor quizás la menor no tenga más alternativa que aceptar los términos de lo que se pacte con la amenaza mayor. Y esta es una evaluación que han hecho todos los gobiernos anteriores. Y por eso el ELN siempre ha estado postergado y ha tenido que recurrir a las acciones de fuerza para llamar la atención.Lo que es totalmente impensable es que en Colombia vaya a haber paz pactándose con una sola de las organizaciones. Sería una paz parcial. Si hay paz sólo con las FARC va a quedar un actor histórico, importante, con presencia nacional en varios territorios, y que no va a permitir que los acuerdos con unos se materialicen en los territorios donde está el otro.
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La pregunta más repetida de todo este periodo es ¿está la sociedad preparada para un proceso de reinserción?
Una sociedad nunca está totalmente preparada para la guerra, pero mucho menos para la paz. Colombia lleva tantos años en la guerra que la paz nos coge casi de sorpresa. La paz es una oportunidad histórica para el país, y sería una irresponsabilidad histórica dejar que única y exclusivamente la manejen el gobierno y las guerrillas. La sociedad tiene que meter baza, estar muy vigilante de las partes. Y al ELN hay que decirle que esta es una oportunidad del país. Es una oportunidad para mis hijos, para mi futuro, pero también es una oportunidad para ustedes.¿Qué papel juega el perdón en todo este panorama?
Hay dos dimensiones del perdón. Uno es el perdón desde una perspectiva política. Las partes deben pedir perdón a los agraviados, a las víctimas que produjeron de lado y lado. Las FARC y el ELN tendrán que pedir perdón desde una perspectiva política y un compromiso institucional. Porque eso forma parte de la garantía de que no se vuelva a repetir.La segunda perspectiva es individual. La persona debe tener toda la disponibilidad y la generosidad de pedir el perdón a quien le haya agraviado, con el riesgo de que esa persona se lo deniegue o lo acepte. La víctima es la única dueña del perdón. Pero todavía no ha ocurrido que este gobierno se decida a pedir perdón. Y yo estoy a la espera de que los militares un día toquen a mi puerta y me pidan perdón a mi familia y mí porque me desaparecieron a mi hermano.
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Sí, este es. Es un proceso más completo, más seguro, que en términos de tiempo va a ser supremamente breve como ningún otro en el mundo. Este no va a tomar más de 4 o 5 años en su trámite.Muy seguramente el próximo 23 de marzo vamos a tener una muy buena noticia. Obviamente no el acuerdo final, todavía falta madurarlo más aunque se ha avanzado muchísimo. Pero podemos tener el anuncio de que se pacta el cese del fuego bilateral y definitivo entre el gobierno y las FARC. De allí a lograr el acuerdo final será una cuestión de un par de meses más, creería yo.Sigue a Ángela Verge en Twitter: @angela_vergeSigue a Pablo Albri en Twitter: @albriphotoSigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsES