El presidente de Guatemala descarta renunciar tras las acusaciones por corrupción

Después de meses de protestas, parecía que las decenas de miles de guatemaltecos que han tomado las calles clamando por la destitución del presidente Otto Pérez Molina iban a ver como se cumplían sus súplicas. Pero no ha sido así.

A pesar de que las últimas revelaciones sobre su presunta implicación en un caso de corrupción han puesto a Pérez Molina contra las cuerdas, el presidente ha dado un mensaje televisado en el que denuncia a las instituciones judiciales por llevar a cabo un "antejuicio" contra su persona. "Declaro categóricamente que rechazo mi vinculación a la misma y el haber recibido dinero alguno de esa operación de defraudación aduanera", afirma enojado el jefe de estado en el vídeo.

"Daré la cara y demostraré frente a la institucionalidad que en ley corresponde, mediante el debido proceso, que no he sido parte y mucho menos receptor de estos fondos mal habidos", sigue Pérez Molina, que pide una disculpa pública por haber acaecido estos hechos bajo su gobierno. Aunque asegura que en Guatemala se quiere "instalar una estrategia intervencionista" que, según él, tendría, como objetivo" dictar qué hacer y qué no "y quebrantar la democracia", de la mano de "ciertos sectores de la comunidad internacional" y de "algunos grupos de poder del país".

"Asumiré mi responsabilidad y aceptaré la ley", asegura Otto Pérez Molina, quien llama a la "Guatemala profunda" a manifestarse "con toda su fuerza", a la "Guatemala rural" que ha afirma que ha estado en el centro de su atención. "En esa perspectiva y en ese fin superior les afirmo que no renunciaré y que con toda entereza enfrentaré y me sujetaré a los procesos que en ley correspondan", acaba tajante el jefe de estado.

Vídeocomunicado del presidente guatemalteco

El pasado viernes, la Comisión Internacional contra la Inmunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público guatemalteco presentaron cargos contra Pérez Molina ante el Tribunal Supremo del país por su presunta implicación en una trama conocida como "La línea". Los cargos podrían suponer la destitución del asediado líder.

La noticia llega después de la detención de la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, por su presunta implicación en la misma trama. La policía nacional guatemalteca registró la residencia de Baldetti el viernes pasado y se incautó de teléfonos móviles y de discos duros. Según la orden de busca y captura emitida el pasado 19 de agosto, Baldetti se enfrenta a cargos de "caso especial de estafa", "defraudación aduanera" y "cohecho pasivo".

El escándalo ya ha desencadenado las dimisiones forzosas de más de una treintena de funcionarios y las detenciones de otros muchos. Las primeras averiguaciones emitidas por la CICIG el pasado 16 de abril, informaban que "La Línea" había extendido sus tentáculos hasta la agencia tributaria del país y que había defraudado cerca de 120 millones dólares a los ciudadanos guatemaltecos. Además, las investigaciones señalaron que el secretario personal de Baldetti, Juan Carlos Monzón, es el líder de la trama. Monzón desapareció tras una visita oficial a Corea del Sur a la que acudió con Baldetti y sigue en paradero desconocido desde entonces.

El día 19 de abril, Baldetti compareció ante la prensa para desvincularse de su antiguo secretario personal y desmintió cualquier conexión con el escándalo de corrupción. El día 8 de mayo fue obligada a dimitir.

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La CICIG y el fiscal general de Guatemala concluyeron que Pérez Molina también había participado en la trama después de haber comprobado documentos y llamadas telefónicas del presidente. "Todas las referencias a los números 1 y 2 en el caso de 'La Línea', son referencias a Pérez Molina y Roxanna Baldetti", relató Iván Velásquez, del CICIG, en la rueda de prensa en que se anunciaron los cargos.

Pese a todo, Pérez Molina sigue disfrutando de inmunidad como presidente en funciones y está exento de ser procesado. La semana pasada el congreso guatemalteco votó en contra de desposeer a su presidente de su inmunidad por un estrecho margen.

Tras el anuncio de los cargos contra Pérez Molina y del arresto de Baldetti, los miembros de Anonymous en Guatemala convocaron una celebración frente al Palacio Nacional. Las imágenes muestran una atmósfera de celebración, en que la muchedumbre entona el himno nacional del país.

Guatemala atraviesa una de sus peores crisis políticas desde la firma de los acuerdos de paz de 1996 que pusieron fin a una guerra civil de 36 años (o conflicto armado interno). Las últimas noticias se producen solo 15 días antes de que el país se disponga a votar una nuevas elecciones presidenciales. Las protestas populares llevan semanas clamando por un aplazamiento de las elecciones, y los cargos presentados han incrementado todavía más el descontento de muchos guatemaltecos con el sistema político de su país.

Desde abril, las manifestaciones se han repetido semanalmente por toda la nación. Miles de ciudadanos enfadados han salido a las calles a entonar el que ya se ha convertido en su grito de guerra: "Renuncia ya", un cántico dedicado a Pérez Molina.

— Jo-Marie Burt (@jomaburt)August 22, 2015

Según informa la agencia Reuters, Pérez Molina declaró ante la prensa que "Me arrepiento mucho de todo esto", mientras se disponía e entrar en su coche el pasado viernes. Fue durante un evento organizado lejos de la capital del país, poco después de que se anunciaran los cargos en su contra.

El portavoz del presidente, Jorge Ortega, aseguró que era improbable que el presidente renunciara.

"No creo que vaya a dimitir", explicó Ortega. "Se ha formado una comisión de consejeros para que ponga al corriente al ejecutivo de las opciones que más le conviene tomar a la luz de las últimas noticias". Así lo confirmó él mismo.

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