FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

¿Puede una Comisión de la Verdad en Colombia ayudar a curar las heridas de la guerra?

Sus impulsores esperan que una comisión de este tipo pueda ofrecer una resolución a millones de colombianos afectados por un conflicto en el que todos los bandos contendientes son responsables de abusos contra los derechos humanos.
Imagen por Sebastián López/EPA

Para muchos colombianos, la guerra es todo lo que conocen.

Después de más de 50 años de lucha — la guerra fue declarada en 1964 pero hunde sus raíces en las masacres anti-liberales conocidas como La Violencia, que prendieron en 1948 —, casi todo el mundo en el país parece conocer a alguien que ha sido afectado por el conflicto más largo del hemisferio.

Para Sofía Gaviria, una senadora colombiana, la guerra y los interrogantes sobre cómo acabar con ella golpearon particularmente en su casa.

Publicidad

En abril de 2002, su hermano Guillermo Gaviria, entonces gobernador del departamento de Antioquia, fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) durante una marcha por la paz.

Un año después, el 5 de mayo de 2003, fuerzas colombianas intentaron una misión de rescate para liberarlo, pero Guillermo Gaviria y un ex ministro de defensa que se convirtió en comisionado por la paz, Gilberto Echeverri, fueron ejecutados por las FARC junto a otros ocho rehenes.

Las FARC dijeron, en un comunicado, que las 10 víctimas fueron asesinadas en el fuego cruzado, pero los supervivientes aseguraron que los rehenes de alto nivel fueron ejecutados a sangre fría por los guerrilleros antes de escapar, mientras las tropas colombianas intentaban atacar una base en la jungla cerca de la ciudad de Medellín.

"Todo lo que ayude a esclarecer los hechos y a buscar la verdad debe ser un fin en cualquier proceso de paz, buscar la verdad y no tenerle miedo a lo dura que sea", dijo a VICE News Sofía Gaviria en una entrevista reciente.

Gaviria se refiere al reciente anuncio de junio sobre una futura comisión de la verdad, con la intención de desenterrar los detalles de crímenes cometidos durante estos 51 años de conflicto.

La perspectiva de una comisión de la verdad como las que hubo en la Suráfrica post-Apartheid y en países vecinos como Brasil y Argentina, ofrecen un rayo de esperanza a pesar de que el proceso de paz se ha tambaleado estas últimas semanas por la escalada de la violencia y la desconfianza entre las FARC y el gobierno.

Publicidad

La negociaciones de paz han tenido lugar en la Habana, Cuba, con tres de los seis puntos del acuerdo ratificados. Si las partes pueden llegar a un entente de paz, los dos lados del conflicto se comprometen a la formación de una comisión de la verdad que persiga una "amplia comprensión" de esta guerra para que no se vuelva a repetir, dijeron los negociadores.

El semanario de noticias Semana aseguró, sobre las discusiones para una potencial comisión, que "redactar el acuerdo tomó por lo menos seis meses dadas las diferencias abismales que había entre las partes".

La comisión no emitirá sentencias, y el gobierno estará llamado a garantizar la seguridad de los comisionados y de aquellos que testifiquen antes que ellos.

Gaviria dice que apoya "totalmente" las negociaciones de paz y que cree en una "salida negociada" al conflicto. Ella dijo a VICE News que, aunque está animada por el anuncio de una comisión de la verdad, "no creo en los relativismos de la verdad, creo que hay una sola verdad y unas formas de aceptarla o no".

"Pero la verdad es que esa persona fue sacada de su casa, secuestrada y asesinada, desplazada por este grupo al margen de la ley por estos grupos violentos que hacen parte del conflicto", sigue refiriéndose a las FARC, "y la gente quiere la verdad, todas las víctimas queremos la verdad".

Crímenes sexuales en el conflicto de Colombia — impunidad total. Leer más aquí. 

11 militares del ejército colombiano murieron en un ataque de las FARC el 15 de abril de 2015, en el departamento del Cauca (Imagen por Christian Escobar Mora/EPA)

El conflicto armado, hoy descrito como de baja intensidad y asimétrico, continúa siendo la cuestión que domina la vida nacional en Colombia. Y los ciudadanos colombianos están divididos sobre cómo dar pasos hacia adelante.

Publicidad

El pasado diciembre, miles de colombianos marcharon a Bogotá en protesta por la posibilidad de amnistiar a las guerrillas, gritando "Paz sin impunidad!". Un sondeo de Gallup muestra que los colombianos son, en su mayoría, favorables al proceso de paz, pero que este apoyo cayó del 69 por ciento al 52 por ciento entre febrero y abril.

El mismo sondeo muestra que el 56 por ciento de los colombianos se muestran pesimistas, creyendo que, de todas maneras, el acuerdo de paz no acabará con el conflicto armado.

Guillermo Gaviria recibió elogios póstumos por su postura pacifista en la guerra en Colombia cuando tuvo un cargo, pero él es solo una de las 220.000 personas que han sido asesinadas en la guerra, el 80 por ciento de las cuales civiles. Colombia ocupa el segundo puesto del mundo en número de desplazados tras Siria, con 6,4 millones.

"Estoy pensando en todas las víctimas que se les mató su hijo, que violaron a su hija, que se les desapareció su hermano que no han tenido ningún tipo de reconocimiento en esa persona", dijo Sofía Gaviria.

Las FARC han sido acusadas de abusos generalizados contra los derechos humanos y han sido clasificadas como una organización terrorista por el Departamento de Estado de los EEUU. Los rebeldes de las FARC están implicados en el tráfico de drogas para financiar su insurgencia.

La guerrilla ha echado a millones de civiles de su tierra, ha atacado de manera intencionada la infraestructura y la industria petrolera del país y a sembrado Colombia de minas.

Publicidad

'El dolor no se va a curar nunca, pero es un dolor sin odio'.

Las fuerzas armadas colombianas también han sido acusadas de cometer abusos, pero han recibido billones de dólares en ayudas estadounidenses para ayudarles a eliminar las guerrillas. La ley de EEUU prohíbe al gobierno enviar ayuda militar a cualquier estado que cometa abusos contra los derechos humanos, tales como asesinatos extrajudiciales de civiles.

Esta semana, Human Rights Watch publicó un informe incriminatorio que implicaba a altos mandos colombianos en asesinatos extrajudiciales de civiles inocentes "generalizados y sistemáticos", un fenómeno conocido como "falsos positivos".

Por lo menos 3.000 civiles han sido reclutados o secuestrados por las fuerzas armadas antes de ser asesinadas y declaradas combatientes rebeldes, para favorecer las estadísticas contra las FARC durante el conflicto del ex presidente Álvaro Uribe. Un día antes, el jueves, un informe internacional publicado por el Departamento de Estado de los EEUU sugería que esta práctica — que se creía extinta en 2008 — ha seguido dándose recientemente hasta 2013.

Mientras que más de 800 soldados de bajo nivel están cumpliendo condena por los asesinatos (algunas de éstas ascienden a los 53 años), ningún mando ha sido procesado. Las personas mencionadas en el informe incluyen al actual comandante de las fuerzas armadas y al actual jefe del ejército.

La tierra, asignatura pendiente en Colombia tras 50 años de conflicto. Leer más aquí. 

Publicidad

Una líder comunitaria colombiana llamada Sixta Campo llora mientras recuerda las amenazas de muerte de una organización paramilitar, en noviembre de 2014 (Imagen por Meredith Hoffman/VICE News)

A pesar de que rechazó públicamente el informe, el actual presidente Juan Manuel Santos se citó con observadores de Human Rights Watch y constató que estos estaban "focalizados en pruebas, en casos y en datos", según afirmó el director de la organización en las Américas José Miguel Vivanco ante los reporteros.

Sus declaraciones plantean la posibilidad de que Santos tenga en cuenta algunas de las demandas del informe.

El Estado también ha sido acusado de usar grupos paramilitares para llevar a cabo algunos de los peores abusos registrados en el continente, y de jugar un rol central en masacres cometidas en la guerra de Colombia.

Un informe del Grupo de Trabajo Latinoamericano constató que de 1.982 masacres registradas en la guerra, los paramilitares, muchos de ellos de derechas, estuvieron implicados en 1.166.

Solo 343 fueron atribuidas a grupos guerrilleros, incluyendo a las FARC y a otros, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Las fuerzas estatales han sido directamente acusadas de perpetrar 158 de éstas, aunque en realidad pende sobre ellas la acusación de estar detrás de muchas de las que fueron lideradas por paramilitares, según analistas colombianos y observadores internacionales.

Adam Isacson, asociado senior en la Oficina de Washington sobre América Latina, dijo que está esperanzado en que una comisión de la verdad va a ser capaz de revelar el misterio de la implicación de los paramilitares en el conflicto. El anterior presidente Uribe ha sido acusado repetidas veces de estar vinculado a estos grupos, y muchos de sus aliados más cercanos están en prisión por condenas de espionaje.

Publicidad

"Espero que permita hablar más sobre la gente que apoyó a los paramilitares, porque tendrá acceso a los archivos de los paramilitares", afirma Isacson a VICE News. "Si no es así, sería una pérdida de tiempo para todo el mundo y no vale la pena ni que se molesten en hacerla".

La comisión de la verdad puede permitir que se lleve la luz a las incontables atrocidades del conflicto, ¿pero será suficiente para atenuar la pena de las incontables víctimas, incluyendo la del senador Gaviria?

"La ausencia de mi hermano cada vez es mayor", dijo Sofía. "Nosotros sentimos el dolor, mi madre llora todos los días y eso no se repara, el dolor nunca se va a curar, pero es un dolor sin odio".

En la imagen de arriba, familiares del ex ministro de defensa de Colombia Gilberto Echeverri lloran en su funeral, el 7 de mayo de 2003.

Sigue a Joe Parkin Daniels en Twitter @joeparkdan.