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Puedes llamarle ISIS, ISIL o Daesh, pero el caso es que Estado Islámico quiere matarte

El uso en los últimos días del acrónimo árabe Daesh para referirse a la organización yihadista Estado Islámico ha sembrado la confusión. Algunos han especulado con que la palabra hubiese sido engendrada por alguna suerte de error lingüístico.
Imagen por VICE News
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Después de los ataques del viernes en París, tanto el presidente de Estados Unidos como su secretario de Estado, John Kerry, se refirieron al autoproclamado Estado Islámico (EI) por su acrónimo árabe, Daesh. Daesh significa al-Dawla al-Islamiya fi al-Iraq wa al-Sham, que se traduce: "el Estado Islámico de Irak y del Levante" — y Levante designa las costas orientales del Mediterráneo.

Daesh es el término con que los árabes que no pertenecen a la insurgencia terrorista se refieren al grupo, que se rebautizó como Estado Islámico después de hacerse con una larga franja de tierra en Siria e Irak el año pasado. Tal es el territorio que controlan que los yihadistas lo han vendido al mundo como su Califato. En internet más de uno se ha mostrado confuso y alarmado. Si la administración estadounidense llevaba un año refiriéndose a la organización como ISIL en lugar de como ISIS (el Estado Islámico de Irak y de Siria)… ¿Por qué entonces los líderes del país cambian la denominación de repente?

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Algunos especularon con que la palabra había sido usada por error. Estado Islámico (EI) se llama a sí mismo como al-Khilafa (El Califato) o al-Dawla al-Islamiya (el Estado Islámico) en sus propios medios de comunicación. ¿Entonces por qué, de repente, se les llama Daesh? ¿Para asociarlo al grupo?

El año pasado empezó a circular un artículo publicado por el periódico Boston Globe. Su autor, Zeba Khan, advertía que Daesh es una palabra que no tiene sentido en árabe, pero que comparte raíz etimológica con algunas palabras que conjugaran el verbo "pisotear" — de tal manera, referirse al grupo como Daesh sería subrayar su naturaleza opresiva. Poco después, volvió a ponerse en circulación otro artículo de hace un año publicado por Associated Press. En este, algunos residentes de la ciudad iraquí de Mosul aseguraban que los yihadistas de Estados Islámico les habían amenazado con cortarle las lenguas si alguien les llamaba Daesh, lo que pareció dar credibilidad al argumento.

Conoce el sofisticado departamento de propaganda de Estado Islámico. Leer más aquí.

Así pues, cabe preguntarse dos cosas… ¿Significa esto que llamarles Daesh es una forma de insultarles? Y… ¿Acaso el gobierno estadounidense ha acudido a un retruécano para castigar simbólicamente la matanza de París?

Lo más probable es que no.

John Kerry ha empleado el acrónimo Daesh de manera intermitente durante más de un año. Cuando pronunció la palabra en Bruselas en diciembre de 2014, los medios de comunicación también elucubraron con que el giro lingüístico pudiera anunciar la proximidad de algún tipo de nueva aproximación política al fenómeno.

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La verdad que subyace es mucho más aburrida. Como más de uno podrá haber deducido ya, la palabra Daesh no es más que una traducción directa de lo que las autoridades estadounidenses han convenido en llamar ISIL. Daesh es también el acrónimo que los franceses llevan empleando durante tiempo para referirse a Estado Islámico. Así que es muy posible que Kerry y Obama lo estén repitiendo en los últimos días de manera más habitual como un gesto de solidaridad ante la brutal masacre del pasado viernes.

VICE News, pese a todo, se ha dirigido al departamento de Estado para preguntar por los motivos del cambio de nomenclatura. Un portavoz se limitó a responder entonces: "el departamento de Estado utiliza tanto Daesh (como se conoce a la organización en su lugar de procedencia y en otros países), como ISIL para referirse a la organización terrorista".

Habida cuenta de la profusión de términos y de acrónimos, es comprensible la confusión que ha desatado la nomenclatura de la organización yihadista. A fin de cuentas Estado Islámico pasó de ser una franquicia de Al-Qaeda a convertirse en una amenaza independiente para la seguridad mundial en un abrir y cerrar de ojos. De tal forma, siempre resultó incierto cuál era la forma adecuada de referirse a la insurgencia. Los gobiernos occidentales eluden, por lo general, emplear la palabra "estado" porque consideran que se trata de una manera de sugerir que se trata de un país o de una organización legítima.

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En última instancia, acaso la más importante de todas, hay que subrayar que muchos musulmanes han expresado su rechazo a que la palabra "Islámico" haya crecido de manera fulminante y estrepitosa a la sombra de una organización terrorista, cuya ideología y espíritu yihadista es incompatible con su auténtica fe. El año pasado, el organismo religioso egipcio Dar al-Ifta (que en árabe significa el cuerpo regulador) lanzó una campaña para debilitar la asociación del grupo con el Islam y disuadir a los medios de comunicación de seguir refiriéndose a la organización como EI, ISIL o ISIS. En su lugar, proponía el uso de QSIS, acrónimo que se referiría a los Serparatistas de Al-Qaeda en Irak y Siria.

"Consideramos que no sería justo que la religión islámica quedara asociada a este tipo de violencia inhumana", explica el doctor Ibrahim Negm, consejero del gran Muftí egipcio Shawki Allam. "Dicha calificación solo conseguirá estigmatizar todavía más los estereotipos sobre el Islam, que, últimamente, no paran de creer".

La intriga termina aquí.

"Yo no creo que importe demasiado", explica Rachel Bryson, una investigadora de Estado Islámico en la Fundación Quilliam del Reino Unido. "Es irrelevante usar ISIL, Daesh o ISIS. Es lo que es. Siempre se le puede añadir aquello de 'el llamado', para aquellos que se sientan incómodos con las otras denominaciones".

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