Un vehículo blindado de Turquía en Silvan/Imagen por EPA
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"El PKK debería de abandonar inmediatamente la lucha armada en las ciudades donde los civiles son vulnerables", cuenta Tahir Elci, presidente del Colegio de Abogados de Diyarbakir, una de las ciudades más grandes del sureste de Turquía.Elci saltó a las portadas de la prensa nacional el mes pasado, cuando declaró en la televisión nacional que no considera al PKK sea una organización terrorista. Fue detenido después de proclamarlo, mientras que la CNN turca, la emisora desde la que se difundió la idea, fue multada con 244.000 dólares."Hace solo unos meses, hasta los negociadores del gobierno llegaron a decir que 'el PKK es más que un grupo terrorista', puesto que saben que también representa los problemas reales de los kurdos", proclamó entonces Elci. "Ahora se me detiene por decir exactamente lo mismo. Mi temor es que el gobierno endurezca ahora todavía más sus represalias". La semana pasada, un tribunal kurdo absolvió a ocho ex guardias de seguridad de responsabilidad alguna por el asesinato de 21 kurdos en los años noventa. Los activistas a favor de los derechos del pueblo kurdo, tenían muchas esperanzas puestas en el caso. Creían que podría significar un hito histórico para los derechos de los kurdos.En septiembre, la policía turca lanzó una ofensiva contra la ciudad kurda de Cizre, en la que asesinó a 21 personas. VICE News visitó CIzre a finales de octubre, y los vecinos parecían curtidos por la lucha. Los jóvenes kurdos hacían guardia frente a trincheras armadas con sacos de arena. Una bandera estampada con los colores kurdos ondeaba sobre uno de los barrios de la ciudad."No hay ninguna opción de que Ankara pueda conseguir victoria alguna en lugares como Silvan o Cizre", expresa Gurcan, el analista en seguridad. "Los jóvenes seguirán uniéndose al PKK y las barricadas se multiplicarán tan pronto como la policía y el ejército se vayan".Mientras el gobierno continúa asegurando que va a recrudecer sus represalias contra el PKK, el comerciante Yalman se muestra preocupado por el futuro de Silvan. "¿Realmente solo tenemos dos alternativas? ¿O dejar nuestro hogar o perder la vida?, se pregunta mientras contempla una hilera de edificios con las fachadas calcinadas que puede observarse desde el escaparate de su colmado. "Hace unos meses todo el mundo hablaba de paz. Cuando me acuerdo de aquellos tiempos, se me parte el corazón"Sigue a Noah Blaser en Twitter: @nblaser18'Hace unos años todo el mundo hablaba de paz. Cuando pienso ahora en aquellos días, se me parte el corazón'.