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Rastrear Instagram para acabar con la venta de guepardos a los jeques del Golfo Pérsico

Los conservacionistas se han propuesto acabar con la imparable venta de guepardos entre los países africanos y los del Golfo Pérsico a partir del rastreo de los vendedores que operan en Instagram y en diversas webs de comercio ilegal.
Un gueopardo en una reserva de Namibia. (Imagen por Marco Zanferrari/Flickr)

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Este artículo fue publicado originalmente en Motherboard.

El mercado negro que genera el tráfico de animales no es tan distinto al de una tienda de mascotas. Algunas criaturas son codiciadas por sus resplandecientes pellejos, mientras que otras se cotizan al alza por las propiedades "mágicas" de sus cornamentas o de sus órganos.

Pero, a fin de cuentas, la economía ilegal que mueve el mercado de los animales salvajes se mueve por la ley de la oferta y la demanda. Y la proliferación de especies traficadas en las redes sociales, como sucede en Instagram, empieza a ser investigada por las autoridades mundiales del conservacionismo.

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Existe un acuerdo internacional llamado CITES que gobierna el comercio de plantas y de animales. Y este se ha propuesto aniquilar la imparable venta de guepardos entre los países africanos y los del Golfo Pérsico, a partir del rastreo de los vendedores que operan en Instagram y en las webs. Se trata de un fascinante paso adelante en el mundo del comercio de animales salvajes, que delata que los países desean actualizarse para controlar la endiablada expansión del negocio en internet.

Una organización implicada publicó a principios de año un listado de recomendaciones para frenar el tráfico ilegal de guepardos. El acuerdo fue modificado poco después y finalmente ratificado en la última cumbre de las organizaciones y países que ha refrendado el CITES.

Imagen vía Instagram

"La venta de guepardos, y del resto de animales incluidos en los listados de especies protegidas, es ilegal. Sin embargo existen zonas grises en las legislaciones de varios países", relata para Motherboard Patricia Tricorache, auxiliar de dirección de Estrategias de Comunicación y de Tráfico Ilegal de Animales Salvajes en la Fundación Cheetah.

Tricorache asegura que "hasta cierto punto, la publicidad no está considerada una forma de venta, de manera que no siempre es ilegal. Sin embargo, la mayoría de países de la península árabe están considerando incorporar regulaciones que reparen este vacío legal".

Los guepardos, a diferencia de los tigres, son cada vez más deseados como animales de compañía —una consecuencia de la creencia popular de que se pueden domesticar fácilmente. Los datos de la Fundación Cheetah estiman que en la última década se habrían vendido 1.200 ejemplares de guepardos clandestinos en África.

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Se calcula, igualmente, que el 85 por ciento de estos habrían fallecido durante el largo y clandestino trayecto que les separaba de sus nuevos propietarios. Algunos expertos creen que la mayoría de guepardos proceden del Cuerno de África, donde la caza furtiva está muy extendida. Una vez interceptados son transportados en automóviles, barcos o en aviones hasta naciones del Golfo Pérsico.

En Estados Unidos, por ejemplo, la demanda de mascotas de lujo, tales como los guepardos, se está disparando. En los Emiratos Árabes Unidos (UAE), por ejemplo, poseer un animal protegido es ilegal, sin embargo las autoridades continúan incautándose de cientos de tigres, guepardos y de leones en cautividad, como consecuencia de la imparable actividad del mercado negro.

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Sucede que los guepardos criados en cautividad pueden ser vendidos legalmente. Al menos, así lo estipula el tratado CITES. Claro que se trata de especies extremadamente difíciles de criar, explica Tricorache. Sudáfrica lidera el mercado legal de venta de guepardos criados en cautividad: el 70 por ciento de las transacciones proceden del país más meridional del continente africano.

Tal y como Motherboard ya había denunciado previamente, el comercio de animales exóticos se ha convertido es una manera de reivindicar el estatus social desde la noche de los tiempos.

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Hoy, su conspicuo consumo y el exhibicionismo más frívolo parecen delatar un momento de mayor abundancia en su actividad, especialmente debido a los perfiles consagrados a estos animales que pueden encontrarse en redes sociales como Facebook o en Instagram, donde los dueños de las mascotas alardean de las mismas. A menudo lo hacen desde el interior de autos de lujo o de fuerabordas.

Pero el nuevo informe de CITES no solo ha puesto a los millonarios exhibicionistas en su punto de mira. Según el documento, muchos países estarían siendo alentados "a potenciar su uso de las plataformas sociales más relevantes, de los buscadores online y de las plataformas virtuales para combatir el comercio ilegal internacional" de guepardos y de otras especies protegidas.

Y esto significa que el CITES tiene que encontrar la manera de fiscalizar la actividad de los vendedores especializados en las redes sociales, además de la de sus compradores. La manera exacta en que los países deberían de hacerlo sigue siendo una incógnita.

Hasta ahora, los países del Golfo Pérsico tan solo han reconocido las plataformas que ofrecen las redes sociales como mercados ad hoc. Recabar datos útiles del comercio de guepardos sigue siendo prohibitivamente costoso, especialmente online, donde es muy traicionero verificar los perfiles de los usuarios, y donde los vendedores son lo suficientemente perspicaces como para burlar a las autoridades.

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Imagen vía Instagram

Sin embargo, apenas existe ninguna duda de que las redes sociales están facilitando el intercambio rápido y fácil de animales salvajes. En 2015, una investigación llevada a cabo por Mongabay descubrió presuntas operaciones de venta de chimpancés en Instagram.

Ese mismo año, la web científica Sapiens denunció presuntas subastas de especies protegidas por el acuerdo CITES en grupos privados de Facebook. Incluso Amazon y eBay serían culpables de estar digitalizando el mercado negro de las especies exóticas.

"Hemos descubierto que Instagram, Snapchat, Kik y WhatsApp son las redes favoritas de los traficantes", asegura Tricorache. La Fundación Cheetah ha estado investigando los mercados de guepardos en las redes sociales durante los últimos cuatro años. "Solo en Instagram hemos descubierto 360 perfiles, por mucho que algunos estén solapados".

La organización asegura que desde 2016 alrededor de 1.000 guepardos han sido descubiertos puestos a la venta en Instagram. La mayoría de perfiles están en árabe, y facilitan la manera de contactar con el vendedor directamente. Por ejemplo, "cuando alguien tiene preguntas sobre guepardos, la mayoría de los vendedores esgrimen idéntica respuesta: "Escríbeme por Whatsapp", explica Tricorache.

Lo que los investigadores sí han conseguido recabar son nombres, números de teléfono e incluso evidencias gráficas, como números de matrícula o tarjetas de embarque de los presuntos delincuentes.

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Tales informaciones son remitidas a las autoridades competentes a nivel internacional como la Interpol, que deciden si la investigación es susceptible de ser investigada. En determinados países, las autoridades conservacionistas solo tienen jurisdicción cuando la denuncia se efectúa localmente.

Y, sin embargo, Tricorache advierte que el acuerdo CITES ya ha denunciado la existencia de importantes problemas de privacidad.

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Muchos gobiernos se están asomando cada vez más a los perfiles en las redes sociales de sus ciudadanos, y cada vez son más las iniciativas para extraer la información pública disponible. En Oriente Medio, donde el uso de Instagram se ha cuadruplicado en solo dos años, preocupa mucho la ausencia de libertad de expresión y la supresión de las redes sociales que han emprendido algunos países.

Una rápida búsqueda en Instagram del término "petcheetah" (guepardos de compañía) descubre resultados de todo tipo — algunos remiten a perfiles de propietarios de los preciados felinos, pero otros muchos consisten en imágenes robadas a las que se incorporan hasthtags con mucho bombo.

Motherboard ha contacto a Instagram en relación al informe CITES, y ha preguntado a la red social si dispone de algún plan para cooperar con las autoridades responsables de la protección de los animales salvajes. Un portavoz de la compañía se ha abstenido de hacer declaraciones, por mucho que asegurara que Instagram no promueve ni está a favor de esa clase de actividad.

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Cuando la organización TRAFFIC se puso a investigar la venta de animales protegidos en Facebook este mismo año, el gigante de las redes sociales respondió de manera entusiasta.

"Nos hemos comprometido a trabajar con TRAFFIC para ayudar a combatir el comercio ilegal online de animales salvajes en Malasia. Facebook no permite la venta ni el comercio de especies protegidas de animales y no vacilará a la hora de cancelar cualquier perfil que viole sus Condiciones de Uso", aseguró un portavoz de la red que dirige Mark Zuckerberg.

En la segunda mitad de 2015, Facebook, que también es dueña de Instagram y de Whatsapp, informó que los gobiernos de todo el planeta habían presentado 46.763 solicitudes de información sobre perfiles.

Un cachorro de guepardo en un parque nacional sudafricano. (Imagen: Flickr/Bernard Dupont)

Pese a todo, la resolución de ayer significa la culminación de un proceso extremadamente necesario de cooperación internacional. Los Emiratos Árabes también se han movido para aprobar la legislación que prohibirá poseer guepardos, cerrando así un vacío legal que permitía a la gente comerciar con especies protegidas.

Los guepardos ya están extinguidos en 20 países a día de hoy y han perdido cerca de un 83 por ciento de su población histórica, tal y como señalan las encuestas sobre poblaciones de animales salvajes. El Sindicato Internacional para la Conservación de la Naturaleza estima que ya solo quedan 6.674 ejemplares en libertad, y considera que se trata de una especie en peligro de extinción.

Las mayores amenazas que se ciernen sobre los guepardos son la pérdida de su hábitat natural y la fragmentación, además de los conflictos con los granjeros locales.

"Esto es el resultado de tres años de trabajo. Creo que sentará un precedente de cara al resto de iniciativas que se planteen colaborar para proteger a otras especies. Y también en cuanto al reconocimiento global de todos los participantes, que coinciden en que hay que tomar medidas urgentemente", concluye Tricorache.

"Hoy es un gran día para los guepardos".

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