Cómo reconvertir logos de alta costura y automóviles en tampones para drogas

Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.

El pasado 20 de septiembre, dos jóvenes fueron detenidos en Empoli, Italia. Llevaban encima varios miles de euros y un poco de hachís. La droga llevaba estampado un logo de Louis Vuitton.

Una semana antes, en Anzio, los Carabinieri se habían incautado de 17 kilos de la misma sustancia, estaba vez con el logo de Prada estampado sobre su oscura y moldeable superficie.

Claro que ahora parece que no es el hachís la única sustancia que ha sido marcada de tal manera; ni Italia el único país donde ha sucedido. Hace unos días, en el estado estadounidense de Massachusetts dos presuntos traficantes fueron descubiertos en posesión de 25 bolsas de heroína que había sido distinguida con el tampón de Rolex.

Normalmente, basta con buscar en Google la expresión "drogas de diseño" para dar con drogas, especialmente pastillas de éxtasis, que lucen toda clase de tampones que reproducen marcas de moda, de automóviles o hasta logotipos como el de Superman; o incluso con sobres de coca que llevan estampado el escudo del Real Madrid…

Lo cierto es que la tendencia a asociar drogas y marcas internacionales relacionadas con el lujo y la abundancia es una tendencia que lleva tiempo instalada sin que nadie sea capaz de explicar el porqué.

Pero, ¿qué sentido tiene modificar una tableta de hachís para darle la forma de un Iphone 5, como sucedió en Nápoles en 2014?

Para comprender este curioso fenómeno, hablamos con Andrew Cunningham, un investigador especializado en los estupefacientes y comercialización que trabaja en el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías.

No es para nada inusual que la policía encuentre drogas con logos de firmas de moda o de escudos de festivales musicales. La pregunta es: ¿por qué motivo fabricantes y productores utilizan esa técnica?
Las primeras sustancias en asociarse con la moda fueron los éxtasis a principios de los 90. La asociación es simple: por un lado ayuda a identificar la sustancia, y por otra supone una reivindicación de la calidad del producto nada subliminal. Asociar el lujo a una garantía de calidad es casi una medida populista. Y es muy eficaz.

¿Cuáles son las marcas utilizadas y cuál es la tendencia en ese sentido?
Sin una base de datos completa es algo difícil de descifrar, pero por mi experiencia te puedo decir que algunos de los logotipos relacionados con las marcas de moda y de automóviles han sido siempre muy populares.

A menudo se invoca también a personajes de dibujos animados, pues suponen un reclamo inmediato para los más jóvenes, incluso un motivo de bromas psicodélicas en las discotecas. Últimamente, y por el mismo motivo, también se han extendido las marcas de videojuegos, especialmente en el caso de las pastillas de éxtasis.

En 2012 detectamos una tendencia muy interesante, entonces en la forma misma del logotipo de la marca, reproduciéndolo, y ya no solo selladas o estampadas con ese diseño.

¿Cómo afecta eso a los consumidores?
La idea siempre es la misma: que el consumidor pueda asociar ese tampón o esa marca a una experiencia positiva. Si la experiencia es realmente positiva recomendará esa marca, intentará consumirla de nuevo. Igualmente, internet se ha convertido en el lugar donde los consumidores intercambian sus experiencias con narcóticos, de manera que si alguien difunde online lo bien que se lo ha pasado con un determinado tipo de marca, la marca en cuestión se cotiza como la espuma, como, por ejemplo, un cierto tipo de MDMA.

Ciertamente el hecho de que existan determinados efectos secundarios asociadas al consumo de determinados tipos de sustancias puede ser una manera de prevenir a la gente para que se mantenga alejada.

En los últimos años se han conocido remesas de estupefacientes especialmente nocivas por todo el mundo que han sido identificados por sus respectivos escudos. O sea, que también existe una parte que resulta útil para la policía y para los consumidores, ¿no es cierto?
Totalmente, y tal es algo muy importante. Ha habido muchas campañas de alerta social para disuadir a la gente de consumir estupefaciente asociados a determinadas marcas. En general se ha tratado de partida de MDMA y de pastillas de éxtasis elaboradas con sustancias extremadamente tóxicas, como la PMA (parametoxianfetamina). El devastador químico se encontró en casos de éxtasis vendidos desde Holanda, el laboratorio mundial del éxtasis, con el tampón de Superman, y de otra partida de comprimidos sintéticos de color verde que llevaban estampado el tampón de Rolex.

Sigue a VICE News en español en Twitter: @VICENewsEs