Rusia continúa con su ofensiva aérea en Siria tras negar que haya matado a civiles

Los últimos bombardeos de Rusia sobre suelo sirio se producen el día después de que Estados Unidos haya expresado su preocupación ante el comportamiento del ejército de Putin. Los estadounidenses temen que el Kremlin esté atacando a los opositores de Assad antes que a los terroristas de Estado Islámico (EI).

Rusia ha lanzado nuevas ofensivas aéreas contra posiciones rebeldes en Siria hoy jueves. Los ataques se producen después de las denuncias que señalan que la primera ráfaga de ataques de las tropas de Putin se han cobrado ya las vidas de 36 civiles.

El último bombardeo del ejército ruso se produce el día después de que Estados Unidos se preguntara qué es lo que están haciendo exactamente las tropas de Putin: ¿ están atacando a los enemigos del presidente Bashar al-Assad en lugar de batallar contra los miembros de Estado Islámico (EI)?

Los ataques rusos se habrían producido en áreas rurales cercanas a la ciudad de Yisr al-Shugur, al noroeste del país. La zona está controlada por una coalición de insurgentes entre los que habría miembros del Frente Al-Nusra (la filial siria de Al-Qaeda). Así lo comunicaron fuentes de la cadena de televisión libanesa al-Mayadeen, según informa la agencia Reuters.

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Dos miembros de una brigada rebelde desplegada en Talbiseh explicaron por teléfono a VICE News que unos cazas rapidísimos que no habían visto nunca antes, han alcanzado de pleno la ciudad entre la 1 y las 2 del mediodía. Hay decenas de heridos y de muertos, entre ellos muchos niños y civiles.

"El régimen había bombardeado esta zona muchas veces antes, pero no con la contundencia con que lo hizo ayer", explicó uno de los rebeldes. Según él, nunca antes habrían padecido un ataque tan poderoso. "Nunca nos imaginamos que sería tan poderoso. Sabíamos que nos bombardearían desde Rusia, pero no nos imaginábamos que iba a ser así".

Otro rebelde afirmó que ni esperaban ni querían recibir ayuda alguna de Estados Unidos, pero que deseaban que se produjera la reacción de Arabia Saudí después de que sus autoridades condenaran los ataques rusos.

Los cazas desplegaron un total de 30 ataques dirigidos al "Ejército de la Conquista", según se comunicó en un flash informativo. Los ataques iban dirigidos a guerrilleros yihadistas, tal y como informó un presentador del canal que apoya al régimen de Assad.

Según la misma emisora, los ataques también alcanzaron zonas de la provincia de Idlib, como la zona de la montaña de Zawiya, así como áreas de la provincia de Hama, más al sur. El canal Orient News, que apoya a la oposición señaló que los ataques rusos alcanzaron posiciones rebeldes en zonas rurales de Hama.

El ejército de la conquista ha avanzado por el noroeste de Siria junto a otros grupos de insurgentes. Así lo vienen haciendo desde el mes de mayo, cuando se arrebataron las ciudades de Idlib y de Yisr al-Shugur de las manos del gobierno y siguieron rumbo a la costa.

Idlib es un enclave de un inmenso valor estratégico debido a su proximidad con el corazón de Latakia, la provincia de la costa mediterránea de donde viene el presidente Assad.

Rusia emprendió sus ataques aéreos contra Siria ayer miércoles. Su intervención supone una nueva escalada de violencia en un conflicto que se prolonga desde hace más de 4 años. Sus primeras ofensivas alcanzaron las posiciones de grupos rebeldes al oeste del país, en la provincia de Homs. Activistas locales denunciaron que más que dirigirse contra EI, los ataques fueron dirigidos contra posiciones rebeldes en Talbiseh y otros sitios.

El líder de la principal fuerza de la oposición proclamó que decenas de civiles, entre ellos muchos niños, fueron presuntamente abatidos por la primera oleada de bombardeos rusos — Moscú habría negado tales reivindicaciones.

"Los rusos alcanzaron hoy el norte de Homs y han matado a 36 personas inocentes… Que luchaban contra el extremismo", ha asegurado Khaled Khoja, líder de la coalición nacional, en una entrevista.

"Los ataques de hoy demuestran claramente que el objetivo de Rusia no es la lucha contra el terrorismo de Estado Islámico (EI). Lo que buscan es, más bien, alargar la vida del régimen sirio", añadió.

Uno de los miembros del Ejército de la Conquista acudió a Twitter para proclamar que "la alianza de cerdos rusos ha arrancado sus ataques… destrozando una mezquita de Yisr al-Shugur y reduciéndola a escombros", informó AFP.

Sin embargo, un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso desmintió las acusaciones y proclamó que Rusia había "cumplido a rajatabla" con la ley internacional.

Putin, a su vez, se aseguró el apoyo unánime del parlamento para desplegar su presunta ofensiva contra posiciones de Estado Islámico en Siria ayer miércoles. Rusia allanó así el camino de su flamante incorporación a la guerra en el país de su aliado más cercano en Oriente Medio.

La aprobación parlamentaria de la intervención rusa supone el mayor despliegue ruso en el extranjero desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. La intervención fue anunciada mientras los aviones de combate sirios dirigían aparatosos ataques contra al provincia de Homs, y mientras Estados Unidos y sus aliados siguen librando su batalla contra EI.

Una fuente del ejército sirio aseguró el jueves que el apoyo militar ruso provocará un "gran cambio" en el curso de los 4 años de conflicto armado. Así lo facilitarán las tecnologías de vigilancia, que ayudarán a detectar las posiciones de la insurgencia.

"No cabe duda que se producirá un enorme cambio en el devenir de los acontecimientos en el terreno. Así será gracias a las virtudes tecnológicas y al armamento del ejército ruso… y en particular a su tecnología de identificación de objetivos", apuntó la fuente.

"Es posible que el cambio más grande que se avecina es el cambio relativo a la identificación de las coordinadas en que operan los grupos terroristas; y, en especial, al paradero de sus líderes y al rastreo de sus movimientos".

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Como parte de las preparaciones Moscú ya ha enviado una delegación de expertos militares a un centro de operaciones recientemente abierto en Bagdad. Desde allí se están coordinando los bombardeos aéreos y el avance de la infantería, tal y como explicó un militar ruso a Reuters ayer.

El ministerio de Defensa ruso afirmó que el centro de operaciones se está utilizando para compartir información sobre posibles ataques aéreos en Siria.

Sergei Ivanov, jefe del Estado mayor en el Kremlin, aseguró que la misión rusa será limitada, que no tiene un final abierto y que no contempla el uso de infantería.

A proposal enabling Russia to use armed forces beyond its territory has been submitted to the Federation Council

— President of Russia (@KremlinRussia_E)September 30, 2015

Se ha presentado una propuesta al Consejo de la Federación para que se permita que Rusia despliegue sus fuerzas más allá de sus límites territoriales

"Como ya ha anunciado nuestro presidente el uso de tropas de infantería ha sido descartado. El objetivo militar de nuestras operaciones consistirá en el suministro exclusivo de apoyo aéreo a las fuerzas del gobierno sirio en su lucha contra Estado Islámico (EI)", señaló.

La decisión de involucrarse militarmente en Siria significará un desafío para Moscú, que ya ha intervenido en Ucrania en un momento en que su economía está padeciendo los estragos del bajo precio del petróleo y del boicot económico de Occidente.

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