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Rusia niega estar detrás de los brutales bombardeos sobre hospitales y escuelas en Siria

Turquía ha acusado a Rusia de los atentados cometidos ayer en el norte de Siria. Los bombarderos asesinaron a casi 50 civiles, tras haber sido dirigidos contra cinco hospitales y dos escuelas en zonas controladas por los rebeldes sirios.
Imagen vía MSF/Handout
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El Kremlin ha desmentido rotundamente las acusaciones vertidas por Turquía que le señalan como responsable de un "evidente crimen de guerra" en Siria. Ayer lunes, los misiles asesinaron a cientos de civiles, entre ellos a decenas de niños y de enfermos, tras desplegar una escabrosa ofensiva aérea entre cuyos objetivos se incluyeron dos escuelas y cinco hospitales.

"Negamos categóricamente tales acusaciones. Más si aquellos que nos están señalando son incapaces de probar lo que dicen", ha proclamado el portavoz de Vladimir Putin, Dmitry Peskov durante una rueda de prensa celebrada esta mañana.

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Turquía ha denunciado que los ataques de ayer han sido perpetrados por Rusia. Los misiles alcanzaron nada menos que cinco hospitales — entre ellos uno gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) — y dos escuelas situadas en zonas controladas por los rebeldes contrarios al presidente y dictador sirio Bashar al-Assad. La despiadada masacre asesinó a casi 50 civiles inocentes. Tanto Naciones Unidas como Francia han condenado los atentados. Desde la Alianza Atlántica han denunciado que constituyen una flagrante violación de la ley internacional. Francia, por su parte, se ha sumado al clamor turco y ha descrito los ataques como "crímenes de guerra".

Al menos 14 personas murieron ayer en la ciudad norteña siria de Azaz, el último bastión rebelde antes de la frontera con Turquía. Allí los misiles rusos alcanzaron a un hospital de niños y a una escuela que ofrecía techo para los refugiados.

Si el régimen sirio completa el cerco de Alepo la catástrofe humanitaria puede ser total. Leer más aquí.

Los atentados se producen justo cuando Turquía ha iniciado una ronda de preguntas entre sus aliados de la OTAN, entre quienes se cuenta Estados Unidos, para destacar a tropas de infantería sobre el suelo sirio e intentar poner fin a 5 devastadores años de guerra civil. Así lo ha corroborado hoy un oficial del gobierno turco.

El oficial también ha dicho que ahora mismo no existe otra alternativa para intentar detener la guerra que coordinar una acción parecida. Sin embargo, Ankara ya ha dejado bien claro que no tomará la iniciativa por su cuenta.

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"Turquía no va a lanzar a una ofensiva de infantería por su cuenta. Lo que estamos haciendo es preguntarles a nuestros compañeros de coalición que se sumen para desplegar una operación coordinada sobre el terreno. Es lo que estamos discutiendo ahora con nuestros aliados", ha dicho el oficial durante una sesión informativa celebrada hoy en Estambul.

"Queremos desplegar una ofensiva sobre el terreno. Si alcanzamos un consenso, Turquía formará parte de la misma. Sin una intervención de infantería, no podremos poner fin a esta guerra".

La artillería turca también se ha dedicado a repeler "proporcionalmente" el fuego sirio, según han comunicado hoy mismo fuentes militares. Se trata del cuarto día de enfrentamientos en la frontera entre ambos países.

Ayer, Turquía ya advirtió a las milicias kurdas que luchan en el norte de Siria de que se exponen a ser atacadas "sin misericordia", si intentan hacerse con el control de Azaz, una ciudad situada en la frontera. Una ofensiva del ejército sirio, respaldado, por los bombarderos rusos e iraníes, ha recortado las distancias, hasta ubicarse a 20 kilómetros de la frontera turca.

La milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG), a la que los turcos consideran como a una organización terrorista por sus vínculos con el PKK, ha llevado la situación al límite, tras haber cercado los dominios de los rebeldes sirios, para desplegar su presencia sobre la frontera.

Igualmente, el alto el fuego planeado para esta semana parece cada vez más improbable. El presidente sirio Bashar al-Assad ha proclamado este lunes que para alcanzar dicho acuerdo no es necesario que todas las facciones depongan las armas. Además, ha asegurado que ninguno de los bandos implicados será capaz de garantizar las condiciones para que ello suceda en solo una semana.

"Un alto el fuego significa, en primer lugar, impedir que los terroristas se hagan fuertes. El desplazamiento de armas, el equipamiento para los terroristas y la fortificación de las posiciones no serán permitidos", ha dicho Assad durante una comparecencia televisiva desde Damasco.

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