El presidente de Rusia, Vladimir Putin, visita el Salón Internacional de Aviación de Moscú MAKS-2015 en agosto de 2015. (Imagen por Kyrill Kudryavtsev/EPA)
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Lo cierto es que a lo largo de los últimos años, Rusia ya había demostrado su capacidad para batallar con solvencia en el extranjero. Lo hizo durante la invasión de Georgia, en 2008. Su ejército y sus fuerzas aéreas apabullaron a los georgianos.¿Por qué demonios Rusia se ha metido en Siria? — Te explicamos las claves. Leer más aquí.
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Sin embargo, la modernización militar es cara y la economía rusa no está en su momento más boyante. Cuando el Kremlin anunció sus planes en 2011, los planes ya mencionados de invertir 20 trillones de rublos (o sea, 700 mil millones de dólares) en su modernización, el rublo valía mucho más. A día de hoy 20 trillones de rublos no llegan a los 300 mil millones de dólares.La comparación entre el antes y el ahora es la principal prueba de los desafíos a los que se enfrenta Rusia si quiere continuar con sus ambiciosos programas militares. Especialmente, si quiere hacerlo en un momento en que su economía se encuentra sumida en tamaña recesión."Decir que la modernización del 70 por ciento del ejército es de lo más flexible", señala Kofman, "no es una declaración objetiva. Es una declaración de principios. Y puede ser redefinida".Si la recesión se prolonga, el Kremlin podría beneficiarse de la misma en un solo frente: en el incremento del número de soldados profesionales a reclutar. Y es que en tiempos de vacas flacas, no hay nada tan inspirador como un buen servicio militar.Sin embargo, una mirada más amplia delata que una economía en recesión no es el escenario más adecuado para nadie que necesita invertir en material extremadamente caro. Y nadie dijo que los últimos gritos en tecnología fuesen baratos ni para la mayor superpotencia.
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