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La operación que habría puesto en 'jaque' las finanzas de la pandilla más violenta de El Salvador

Las detenciones, que han supuesto un golpe a la estructura financiera de la pandilla Mara Salvatrucha, han puesto al descubierto el lujoso estilo de vida de los máximos dirigentes de la organización criminal en contraste con la miseria de sus soldados.
Photo de Salvador Meléndez/AP Photo
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Las autoridades de El Salvador habrían detenido a más de 75 miembros y colaboradores de la infame y todopoderosa pandilla local Mara Salvatrucha (MS-13). Las detenciones se produjeron tras una serie de registros y de redadas con las que se pretendía desmantelar por vez primera las redes de financiación de la organización criminal, según informó la policía.

La policía salvadoreña explicó que habían congelado más de 30 cuentas bancarias y desmantelado varios negocios, autobuses y burdeles controlados por la pandilla criminal, popularmente conocida como MS-13.

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La operación, bautizada como Jaque, arrancó en la noche del pasado miércoles, y se trata del último gran movimiento orquestado por el gobierno para combatir de manera inmisericorde a las pandillas criminales que llevan aterrorizando a las poblaciones urbanas de todo el país en la última década.

La interminable guerra que enfrenta a las pandillas MS-13 y Barrio 18, proverbiales enemigas, ha provocado que los índices de asesinato del pequeño país centroamericano se hayan disparado de manera pavorosa, hasta el punto de convertir a El Salvador en el país en paz más letal del planeta en 2015. Los luctuosos registros parecían destinados a romper este año el desafortunado récord del año pasado.

Durante los primeros meses de 2016, la reacción de las pandillas contra las represalias emprendidas por el gobierno provocaron que el país se convirtiera en una auténtica carnicería, algo que ya denunciaron muchos activistas pro Derechos Humanos. Sin embargo, en los últimos meses los índices de asesinato han disminuido clamorosamente.-

En imágenes: así era Cojutepeque, una de las peores cárceles de El Salvador. Leer más aquí.

"Hemos conseguido detener a cinco de los ocho grandes líderes de la trama criminal. Y entre ellos se cuenta su tesorero", informó el pasado jueves el fiscal general de El Salvador, el general Douglas Meléndez, a la prensa concentrada.

Meléndez también ha comentado que el tesorero de Mara Salvatrucha, Marvin Adaly Ramos, no solo gestionaba las cuentas de la organizacón, sino que también hacía las veces de predicador evangélico, una posición que le habría permitido acceder a diversos dirigentes que están entre rejas a día de hoy.

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La pandilla MS-13 llevaba desde hace tiempo orquestando sus operaciones desde el interior de las celdas de las prisiones salvadoreñas, espacios que se han convertido con los años en fortalezas controladas por los mismos líderes criminales.

Ahora, el gobierno asegura que su última operación habría sumido en el aislamiento a los líderes encarcelados, y que habría empujado a las pandillas a orquestar una nueva cúpula paralela a la que se ha bautizado como "la Federación", cuyo núcleo duro habría sido apresado durante la cadena de detenciones.

Las autoridades también han querido subrayar que las últimas redadas han vuelto a poner de manifiesto las clamorosas divisiones existentes entre la lujosa vida de los dirigentes de las pandillas y las precarias condiciones en que sobreviven los soldados de a pie, sus guerrilleros callejeros.

"Existe una notoria diferencia entre el estilo de vida de los líderes y el de los miembros de las pandillas. La mayoría de los miembros de las pandillas viven en condiciones deplorables en lugares sumidos en la más absoluta de las miserias", ha comentado Meléndez. "Los líderes se han venido aprovechando proverbialmente de esta división".

El Salvador crea una unidad militar especializada para capturar pandilleros. Leer más aquí.

El portal de noticias salvadoreño El Faro había criticado a menudo las campañas del gobierno contras las pandillas por el abuso de violencia en que incurrían. Esta vez, sin embargo, ha destacado que la policía ha acudido a una estrategia novedosa, cuyo propósito no ha sido otro que alimentar el resentimiento y las disensiones internas entre los miembros de las distintas instancias de las pandillas.

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El Faro es un portal cuyos prestigiosos periodistas acumulan premios por su labor informativa y por haberse sumergido en la cultura pandillera profundamente. Tras la campaña de detenciones orquestadas, el portal ha incidido en que los líderes de las pandillas se dedican, a menudo, a transmitir una imagen engañosa del funcionamiento de sus organizaciones que evocaría a una estructura de jerarquía horizontal. Muchos de los mandatarios prefieren llamarse a sí mismos portavoces antes que jefes.

"Esta intervención ha puesto al descubierto las diferencias de clase y podría caer como una bomba de relojería en las entrañas de Mara Salvatrucha", se ha leído en El Faro estos días, durante su cobertura de la operación Jaque.

Por su parte, las organizaciones pro Derechos Humanos ya habían criticado duramente los operativos anteriores del gobierno contra de las pandillas.

A fin de cuentas, hasta hace muy poco se había visto a miembros de las autoridades alentando el uso de la violencia, letal si era necesaria; a promover la formación de nuevas unidades especiales diseñadas para extender la lucha contra las pandillas hasta las zonas más rurales del país, y en abogar por la transferencia de los líderes de las organizaciones criminales a nuevos centros de reclusión.

En mayo la policía acometió las controvertidas detenciones de 18 individuos por sus presuntos vínculos con las pandillas. Algunos de ellos eran tipos que llevan años ayudando a negociar la tregua que resultó hace unos años en una disminución sin precedentes del número de asesinatos en el país.

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Los activistas también se han opuesto a una nueva legislación que fue aprobada durante el pasado mes de marzo, que dispone que, en adelante, las pandillas podrán merecer idéntica consideración legal a la que merecen las organizaciones terroristas. Los activistas creen que tal ha sido una medida populista únicamente destinada a disminuir el criticismo del gobierno.

Las operaciones desplegadas esta semana —que presuntamente habrían acudido a la misma legislación para acusar a algunos de los encausados de terrorismo— también han despertado las críticas de los activistas. Estos consideran que el gobierno se estaría aprovechando de acusar de pertenencia a organización terrorista a algunos de sus detractores proverbiales. Tal es el caso de Dany Romero, quien ha denunciado que es un expandillero que se habría reciclado en un activista por DD.HH.

El embajador británico en El Salvador, Bernhard Garside, ha tuiteado su "preocupación" ante el hecho de que la policía salvadoreña haya arrestado a "un expandillero que habría trabajado con una ONG británica en defensa por la paz".

Mira el documental de VICE News Guerra contra las maras en El Salvador (Parte 1):

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