Ser estadounidense en México en tiempos de Trump no es nada fácil

Lleva el pelo engominado y recogido en una cola de caballo, calza botas de senderismo y viste tejanos azules. Sean Reagan nació en Nueva Orleans hace 38 años. Ahora está apoltronado sobre un banco en San Miguel de Allende, el pueblo colonial mexicano donde vive.

Se le ve completamente relajado — hasta que se le pregunta por las elecciones en Estados Unidos.

"No lo seguimos tan de cerca como la gente en Estados Unidos, pero lo estamos viendo, qué duda cabe", dice en nombre del resto de expatriados. "Quiero decir que lo estamos viendo horrorizados".

La mayor comunidad de estadounidenses que vive lejos de su país, lo hace en México. Se estima que hay alrededor de un millón, lo que equivaldría a los votos de 6 estados de su país más el distrito de Columbia. La vida al otro lado de la frontera sirve también para descubrir la opinión que tienen los que viven a este lado del debate político que se libra en su país de origen. Como es inevitable, uno de los temas más candentes es la promesa de Trump de levantar un muro impenetrable que divida a ambos países.

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"Siempre me había parecido una idea grotesca. Pero resulta todavía más grotesco cuando lo vives desde este lado" cuenta Elizabeth Auritt, una licenciada universitaria que trabaja para una organización dedicada al desarrollo económico en Ciudad de México. "La inmigración es buena, lo tengo clarísimo. Cuando vives en otro país como expatriado, es más fácil darse cuenta".

No cuesta mucho dar con voces críticas con el discurso de Trump entre los estadounidenses que viven en México. A fin de cuentas, el candidato republicano inauguró su embarazosa campaña con sendos apuntes xenófobos dirigidos a los migrantes mexicanos, a quienes tachó de "delincuentes" y de "violadores". Claro que también están aquellos que simpatizan con el candidato del partido republicano, aunque reconocen que, a veces, podría bajar de revoluciones.

"Yo entiendo a Trump perfectamente", cuenta Karen Boda, una mujer que nació en California, que ha sido republicana toda su vida y que trabaja como agente de la propiedad inmobiliaria en Ciudad de México. "El problema es que es un abusador. No es la mejor imagen para los republicanos, porque no tiene nada de diplomático".

Boda reconoce que apoya a Trump de manera instintiva porque sería un líder poderoso en un mundo sacudido por la inseguridad global. Según cuenta, la inseguridad global es un sentimiento apuntalado por los ataques terroristas que han golpeado al mundo recientemente, y por el hecho de vivir en un país que también podría ser atacado.

"Ignoramos dónde se producirá el siguiente ataque, pero México podría ser un objetivo fácil", cuenta Boda, quien explica, además, que procura no compartir sus afinidades políticas con sus clientes por miedo a asustarles.

Larry Rubin tiene la doble nacionalidad méxicano-estadounidense y dirige la división mexicana de la organización Republicanos en el Extranjero. Para Rubin la preocupación por la seguridad debería de ser un motivo suficiente como para alentar a todos los estadounidenses que viven en México a apoyar a la causa republicana.

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También cuenta que, en general, los mexicanos comparten la cultura del partido republicano, una cultura que valora la religión, un gobierno más pequeño, menos impuestos y una expansión del comercio internacional. Y también asegura que la mayoría de los expatriados se trasladan al extranjero por negocios, de manera que le parece erróneo valorar positivamente el proteccionismo que se asocia a los demócratas.

"La comunidad de estadounidenses que vivimos aquí deseamos que la empresa de nuestro país genere más puestos de trabajo en México", cuenta Rubin.

Pese a todo, el líder de los republicanos en el extranjero reconoce que Trump ha sembrado la angustia entre su comunidad, y que ellos son más partidarios de candidatos como Marco Rubio y Jeb Bush (antes de que este se retirara de la carrera), gracias a la herencia latina transmitida por sus ancestros.

"A Trump no se le ve como a alguien que pudiera trabajar bien con el gobierno mexicano, y eso es algo que incumbe directamente a la comunidad republicana que se concentra aquí", relata Rubin. "Nosotros decimos siempre al resto de estadounidenses que el partido republicano no está definido por Donald Trump".

Los demócratas, por su parte, también se han encontrado con sus propios problemas de imagen debido al aumento del número de migrantes mexicanos indocumentados que han sido deportados ante la mirada imperturbable de Barack Obama. De hecho el saliente presidente de la Casa Blanca es conocido entre algunos activistas como "el maestro de las deportaciones"

Pese a ello, Marc Berube, vicepresidente de los Demócratas en el Extranjero, asegura que su partido es más inclusivo.

"Yo me afilié al partido estimulado por la idea de que, desde aquí, se puede ayudar a todo el mundo", cuenta. "Soy demócrata porque es un partido que se preocupa por todo el mundo… Desde la gente que necesita cupones de comida, pasando por los defensores de los derechos de las mujeres, hasta por la comunidad LGBT".

Berube organiza los eventos de la comunidad de demócratas en México desde su cuartel general, también situado en el pueblo colonial de San Miguel de Allende. Desde allí, celebra el hecho de que los candidatos de su partido hayan eludido los insultos y las descalificaciones que han cuajado la campaña republicana.

Berube reconoce que tiene debilidad por Hilary Clinton, pero reconoce que lo mismo sea por una cuestión de edad. "Puede que sea un tema generacional", cuenta Berube. "Sé que a mucha gente joven le gusta Bernie Sanders".

Para Sean Reagan, el hombre de la cola de caballo, la elección es tan complicada que desearía tener otra alternativa.

"La verdad es que Hilary no me convence… A pesar de que la prefiero a la mayoría de los republicanos, me sigue pareciendo una infiltrada. Representa al establishment", reconoce. Y abunda: "Bernie es divino, pero se le va un poco la cabeza. Estaría bueno tener a algunos candidatos más a los que respaldar".

Claro que, como sucede a menudo en las conversaciones sobre las elecciones en Estados Unidos que se escuchan en México, parece que todo desemboque siempre en el mismo tema: Donald Trump.

"Imagínate que se hace con el poder. La idea esta de construir un muro que separe a México de Estados Unidos", añade Reagan. "Entonces nosotros seremos los únicos perjudicados. Los que se queden al otro lado del muro".

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