Servicios de Uber gratuitos y aplicaciones: cómo los europeos ayudan a los refugiados

Mientras los líderes europeos permanecen estancados en su abordaje de la peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, ciudadanos europeos están asumiendo algunas de las necesidades derivadas del drama humanitario.

En las últimas semanas ha habido un incremento de iniciativas promovidas por la ciudadanía para rescatar, reubicar, y ofrecer ayudas alternativas a las miles de personas que están llegando a las fronteras europeas cada día. Uno de los ejemplos de mayor envergadura fue el anuncio que hizo el Papa el pasado domingo en el sentido de albergar dos familias de refugiados en el Vaticano, acompañado de un llamamiento para que cada parroquia y convento católico hagan lo mismo.

"La palabra de Dios vino a nosotros y nos pidió ser los vecinos de los más vulnerables y abandonados, para darles esperanza", dijo el Papa Francisco durante su oración dominical en la plaza de San Pedro. No basta con decirles "tened coraje, sed pacientes a los miles de personas que huyen de la Guerra y el hambre", añadió.

En Alemania, que se ha convertido en la mayor destinación de los solicitantes de asilo, una pareja en Berlín ha puesto en marcha una organización llamada "Refugees Welcome" que se ha presentado como un Airbnb para refugiados. La organización pone en contacto refugiados con gente que ofrece sus casas para acogerlos y sus fundadores dicen que están desbordados por la cantidad de ofertas procedentes del Reino Unido, Austria, y Alemania.

Unas 20.000 personas llegaron a Alemania la semana pasada, según ABC News. El país espera recibir 800.000 refugiados en 2015.

Un grupo similar, llamado Citizen UK, está promoviendo una iniciativa para que cada una de las autoridades británicas locales se comprometan ha reubicar a 50 personas, o a 10.000 en total, en los próximos dos años. Algunas celebridades británicas se han ofrecido a hacerlo en sus propias casas.

Más de 380.000 personas han llegado a la costa europea en 2015, y al menos 3.000 han muerto o desparecido, según La Agencia para los Refugiados de la ONU. Un tercio de ellos llegaron el pasado mes de agosto.

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El martes, el multimillonario noruego Petter Stordalen dijo que acogerá refugiados durante 5.000 noches en sus hoteles de forma gratuita. El departamento de inmigración dijo que está considerando subir la oferta de Stordalen si sus centros de acogida alcanzan una ocupación maxima, informaron fuentes noruegas de este portal.

Otros están utilizando métodos más directos para ayudar a los refugiados. Una caravana de voluntarios austríacos formada por 140 coches ha salido hacia Hungría durante el fin de semana para recoger a refugiados y llevarles comida, medicamentos y tiendas. Migration Aid, una organización húngara con una amplia base social, está enviando voluntarios a la frontera para que ayuden a los refugiados en la asignación del campo que debe acogerles y para empezar el complicado proceso de reubicación.

"Vimos un incremento de la ayuda recibida sin precedentes la semana pasada", dijo Tim Jenner, portavoz de International Rescue Committee, que ha estado coordinando los esfuerzos de los voluntarios en la isla de Lesbos. "Los ofrecimientos de los ciudadanos han sido increíblemente arrolladores", añadió Jenner.

Ha habido muchas personas que han ofrecido ayuda para echar una mano a los refugiados en el complicado proceso de reubicación tras su llegada a Europa. Una universidad alemana anunció que iba a ofrecer clases gratuitamente a los refugiados este otoño. Ingenieros de software en Dresden han diseñado una aplicación, llamada Welcome to Dresden, para proporcionar información práctica sobre cómo registrarse en los servicios sociales y moverse por la ciudad. Incluso Uber se ha unido al esfuerzo, organizando conductores que puedan beneficiarse de donaciones y lleven a los refugiados a sus puntos de destino.

Muchos de aquellos que se han implicado en estas iniciativas dicen que han actuado porque veían como sus gobiernos no tenían voluntad o eran incapaces de hacer lo necesario para abordar la crisis humanitarian.

"Los refugiados necesitan comida, dinero y lugares donde pasar la noche" aseguró Diana Henniges, una trabajadora social de Berlín que está haciendo voluntariado para ayudar en la reubicación de los refugiados en Alemania, a la BBC. "La gente está intentando ayudar en aquellos aspectos en los que la administración no puede llegar". El esfuerzo del voluntariado está siendo muy significativo y determinante, dice Jenne, "si no hubiera sido así no habríamos construido proyectos sostenibles para ayudar a la gente que está sufriendo este drama".

Organizaciones humanitarias, incluido Human Rights Watch y ACNUR, han instado a los países a hacer un mayor esfuerzo en la acogida de refugiados, especialmente aquellos procedentes de la guerra de Siria. Amnistía Internacional calificó de lamentable la respuesta mundial a la crisis. Un número cada vez mayor de países europeos han respondido a la presión internacional a lo largo de esta semana. El miércoles, el president de la Comisión Europea, Jaen-Claude Juncker, anunció una sistema de cuotas para que los países de la UE acojan unos 120.000 refugiados, a sumar a los 40.000 que ya había fijado. Venezuela anunció el domingo que el gobierno está dispuesto a acoger a 20.000 refugiados, una iniciativa que llegó tras el ofrecimiento de Australia de dar acogida a 12.000. El plan de la UE de aumentar la cuota de refugiados, tal y como Juncker señaló, situará el número de refugiados en un 0,11 por ciento del total de la población europea. En Líbano este porcentaje llega al 25 por ciento.

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Las innovadoras y creativas ideas que han surgido de la ciudadanía son claves para cubrir las necesidades que no han sido atendidas, dice Melissa Fleming, portavoz de ACNUR, pero no pueden resolver los aspectos más fundamentales de la crisis de los refugiados. "Sólo los gobiernos pueden prevenir y poner fin a una Guerra", dice Fleming. "Y son los gobiernos los que tienen la responsabilidad de proteger a los refugiados que llegan a sus fronteras"

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