'Soy una bestia pero te amo más que a nada en el mundo'

"Tú eres todo para mí, por eso te pido perdón de verdad. No te miento, tú eres todo para mí. Mi vida, tú eres. Mi amada tú eres. No podría vivir sin ti. Perdóname por favor. Te amo. Te amo. Te adoro cada día más. Soy una bestia pero te amo más que a nada en el mundo". Estas palabras son el final de la carta que la pareja de Carolina — nombre ficticio — le envió después de pegarle una paliza.

Cartas y mensajes parecidos aparecen recogidos en el libro digital No te mueras por mí que recientemente ha editado la ONG peruana Vida Mujer. Son escritos reales que la entidad, que lleva más de 15 años atendiendo a mujeres maltratadas, ha ido recopilando a partir de los testimonios de las víctimas.

Son 25 misivas, correos o mensajes de Whatsapp que contienen frases de cariño, amor y sobre todo de súplicas de perdón. Al darle la vuelta al libro y comenzar por el final se conoce "la otra cara de estas relaciones". Como la de Carolina, quien "perdonó a su pareja y siguió sufriendo abusos. Cuando por fin decidió dejarlo él le pegó una última vez delante de sus hijos", relata el libro.

"En todos estos años hemos visto cómo las mujeres maltratadas están inmersas en la confusión, muchas no denuncian y algunas que lo hacen y acuden a comisaría ni siquiera reciben la asistencia que deberían", explica la psicóloga y directora de Vida y Mujer, Nelly Canción, en conversación telefónica desde Perú. Su objetivo al editar el libro es precisamente llamar la atención de todas esas mujeres víctimas de la violencia de género y de su entorno para que entiendan lo que están viviendo y "que tengan la fuerza para dar el paso y pedir ayuda", subraya Canción.

Cómo actúan los que matan a sus mujeres 10 años después de la ley de violencia de género. Leer más aquí.

Entre esas misivas, está también la carta que Daniela recibió por el segundo aniversario de su relación con su maltratador: "[…] Ya sé que a veces nos peleamos y discutimos, pero eso es parte de la relación. TODO el mundo se pelea porque no se puede pensar igual, pero lo más importante es que nos olvidemos de todo lo malo y nos guiemos más por el amor tan bonito que vamos cosechando desde hace tiempo". Un año después de recibir esta carta su pareja la empujó a través de una mampara de vidrio.

Canción subraya la incomprensión que sufren las mujeres víctimas de violencia machista, lo que demuestra el desconocimiento que existe sobre el tema. "Romper con la violencia no es tan fácil y es un proceso que no se da de un día para otro", afirma la psicóloga peruana.

"Lo que parece un arrepentimiento se torna en sufrimiento porque lo viven durante mucho tiempo", explica respecto a cómo las víctimas se sienten al recibir las cartas y los mensajes de perdón. "Están inmersas en la confusión, en la dualidad del dolor y el amor y se agarran a cualquier detalle y para ellas, esas cartas y esos mensajes son esa parte buena a la que se aferran", detalla.

Teresa San Segundo, profesora de Derecho Civil y directora del master de Malos Tratos y Violencia de Género de la Universidad Nacional a Distancia de España (UNED) ahonda en la situación que lleva a una mujer maltratada a romper con la violencia y a pedir ayuda: "Hay una parte de amor entre comillas, que es una forma de querer tremenda pero que para ellos es cierta y ella quiere creerle y le cree".

La experta en violencia de género explica cómo las víctimas de violencia machista están envueltas "en un tiovivo emocional; es una espiral de violencia que se va cerrando y el ciclo de luna de miel cada vez dura menos hasta que solo hay golpes".

De aquí, continua, San Segundo, "que lleve tiempo el que ellas lleguen a ser conscientes de lo que están pasando". Existen muchas razones por las que una víctima de violencia de género no presenta una denuncia: desde el miedo, ya que ello va a incrementar el nivel de peligrosidad, hasta la vergüenza porque llegan a pensar "pero qué tonta he sido, como no me he dado cuenta", subraya.

Jessica recibió una nueva carta tras otra paliza. "La vida es bella contigo pero no tan bella como tú", le decía su pareja para a continuación suplicarle que le perdonara. Al poco de recibir el escrito, ella "sufrió roturas de huesos, contusiones e innumerables hematomas. Gracias a la ayuda de la familia logró escapar".

La profesora de Derecho Civil de la UNED suma otra razón que imposibilita a las víctimas a denunciar: los hijos. "No solo se trata de su pareja sino del padre de sus hijos y existe una presión económica, social y familiar muy tremenda que le impide denunciar". San Segundo cree que además hay que plantearse otra cuestión: "denuncias para conseguir algo pero a veces las instituciones no están respondiendo".

En España, la violencia machista ha vuelto a ocupar los principales titulares y el debate público tras el asesinato de cinco mujeres en apenas 13 días. En lo que va de año, 23 hombres han matado a las que eran sus parejas o ex parejas — y otros siete casos permanecen en investigación —, según los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Asesinan a cinco mujeres en España en 13 días, el peor momento de 2015. Leer más aquí.

Hace dos años, la Organización Mundial de la Salud realizó el primer informe global sobre el alcance y las consecuencias de la violencia machista y concluyó que una de cada tres mujeres que habían tenido relaciones de parejas habían sido víctimas de violencia física y/o sexual en ellas. El mismo informe afirmaba que el 38 por ciento de los homicidios de mujeres se deben a la "violencia conyugal".

Marta forma parte de esas estadísticas. Su marido le mandó el siguiente mensaje al móvil tras golpearla: "Mi amor, cada vez falta menos para que nazca nuestro bebé y solo quiero que sepas que te amo demasiado y que te olvides de todo lo malo que hemos pasado, vas a ver que nuestro hijo va a ser muy feliz". Pero su hijo nunca nació. La última paliza que recibió Marta la llevó de emergencias al hospital.

O casos como el de Carla. Su pareja le escribió: "Estoy triste por no estar a tu lado en este momento. Estoy triste porque se [sic] que la he cagado toda. Y no era mi intención faltarte al respeto de esa manera. Lo que quería es que te dieras cuenta de que tú eres mi mujer. Me volví loco de pensar de que podías irte con otro". Un año después de recibir esta carta, Carla se quedó embarazada pero "su pareja le golpeó el vientre hasta inducirle un aborto. Nunca más podrá tener hijos".

Perú es el segundo país latinoamericano — después de Colombia — con mayor número de homicidios de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas, según el último informe publicado por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, presentado en 2014 y sobre datos referidos al año anterior. En ese tiempo, 83 mujeres fueron asesinadas en el país andino.

"Hay que dar respuesta a las víctimas para que despierten y puedan salir del ciclo de violencia", subraya Canción. San Segundo da un paso más allá y pide verlo a la inversa: "Qué ocurre cuando la que ha denunciado la han matado igual". La profesora de Derecho Civil de la UNED afirma que a la víctima de violencia machista siempre se la cuestiona. "Si no denuncia es que es tonta y si denuncia se le pregunta si está segura de que fue como lo cuenta".

El machismo y el desconocimiento, opinan las expertas, es la base de que estos cuestionamientos se sigan produciendo. "Todos nos hemos educado en el machismo y vemos actitudes normales como cuando no nos preguntamos cómo hemos aprendido a leer o a escribir, son actitudes que se ven normales", explica San Segundo, de ahí, incide en la importancia de la educación para cambiar actitudes.

Raquel, otra de las mujeres que aparece en el libro, recibió la última carta de perdón antes de que su pareja la matara de una paliza: "Mi amor la cagué feo mi vida TE MENTI y no me puse a pensar en lo que podía pasar, mi amor no quiero que nuestra confianza se malogre, es lo más lindo que tenemos […]".

Sigue a Patricia Rafael en Twitter: @prafaellage

Imágenes vía notemueraspormi.com