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El índice de suicidios en EEUU aumenta vertiginosamente y nadie sabe el porqué

El índice de suicidios aumentó en un 24 por ciento entre 1999 y 2014 entre la población estadounidense menor de 75 años. Así lo atestigua un demoledor informe del Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad.
Foto di Andrew Gombert/EPA
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El número de suicidas de Estados Unidos no ha parado de crecer entre casi todos los sectores de la población desde 1999, según concluye el demoledor informe del Centro para el Control y la Prevención de la Enfermedad (CDC por sus siglas en inglés).

El índice de suicidios se elevó de las 10,5 personas diarias por cada 100.000 de 1999 a las 13 personas diarias de 2014 — un incremento del 24 por ciento. El aumento supone un cambio muy significativo respecto a las cifras de 1999, cuando los números tendían a bajar de un año a otro.

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Los investigadores han dividido los índices de suicidio por género, edad y raza y lo cierto es que los resultados arrojan algunas diferencias asombrosas. Si bien los hombres se suicidan más que las mujeres — en 2014 de entre cada 100.000 personas, 20,7 fueron suicidas masculinos mientras que solo el 5,8 eran mujeres —, también es verdad que entre 1999 y 2014 el índice de suicidios femeninos ascendió en un 45 por ciento entre las mujeres de todas las edades, en comparación con el aumento del 16 por ciento registrado entre los hombres durante el mismo período.

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Las mujeres han visto como la franja que más ha crecido es la del suicidio infantil: las cifras de niñas estadounidenses que se quitan la vida entre los 10 y los 14 años se ha triplicado, una estadística que no tiene parangón en ningún otro grupo. Para los niños de la misma edad, el índice "solo" aumentó en un 37 por ciento. El suicidio sigue siendo la segunda causa de fallecimiento entre los adolescentes y los jóvenes estadounidenses de ambos sexos.

Las mujeres de todas las edades y razas han visto como ha aumentado el índice de fallecimientos, claro que hay un grupo de ellas que también ha experimentado un crecimiento exorbitado respecto a las cifras registradas en 1999. Así, los suicidios de mujeres blancas de entre 45 y 64 años ha aumentado en un 80 por ciento, lo cual supone un aumento entre tres y cuatro veces mayor que el registrado en ningún otro grupo.

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Las cifras también varían muchísimo según los grupos raciales. El mayor incremento se ha producido entre los indios estadounidenses y los nativos de Alaska —, que han aumentado un 38 por ciento entre los hombres y un 89 por ciento entre las mujeres. El único grupo que no ha experimentado un aumento ha sido el de los hombres negros; quienes, de hecho, han visto bajar la estadística en un 8 por ciento entre 1999 y 2014.

El informe del CDC, sin embargo, no explica los motivos del asombroso aumento de suicidios en Estados Unidos. La tendencia al alza se disparó después de 2006, lo que sugiere que podría deberse a la recesión económica que se registró a mitad de década, según ha declarado uno de los investigadores en la cadena de televisión CNN. Lo cierto es que entre 2006 y 2014 los índices de suicidio se doblaron del 1 al 2 por ciento anual. Se da la circunstancia que el número de muertes coincide con el número de estadounidenses que se quedaron sin trabajo y sin casa durante ese periodo.

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En cuanto a la forma de suicidio, el disparo de revólver sigue siendo la modalidad más habitual. Entre las mujeres las armas ocupan el segundo lugar del escalafón. En 2014, el 55 por ciento de los suicidios masculinos fueron cometidos con arma de fuego, lo cual supone una disminución respecto a las cifras de 1999, que se situaban en el 61,7 por ciento. Entre las mujeres, el método predilecto para quitarse la vida es el envenenamiento o sobredosis de medicamentos, mientras que el 1999 las armas ocupaban el primer lugar.

La amplia mayoría de los intentos de suicidio son a menudo impulsivos y fallidos. Claro que la probabilidad de que una decisión impulsiva se convierta en una decisión irreparable son mucho más elevadas siempre que hay armas de fuego de por medio. Igualmente, el informe concluye que existe una dramática correlación entre la posesión de armas y las muertes por suicidio. Tal factor explicaría también por qué hay más hombres que se quitan la vida con armas de fuego, debido a que son muchos más quienes disponen de la licencia reglamentaria.

Solo en 2014, más de 42.000 estadounidenses decidieron quitarse la vida, según concluye el informe del CDC, una cifra que sitúa al suicidio como la causa de muerte número 10 entre los ciudadanos estadounidenses de todas las edades.

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