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Un tiro al corazón y otro en la boca tienen agonizando a una locutora indígena mexicana

La mujer de 50 años, pertenecía al pueblo amuzgo, una etnia originaria del estado de Guerrero. En esa entidad era una reconocida activista y defensora de los pueblos indígenas frente al cacicazgo regional; y en la radio visibilizaba la discriminación.
Imagen vía Desinformémonos.
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A Marcela de Jesús Natalia le dieron dos balazos. Uno en el brazo, muy cerca del corazón y otro en la boca. Entró por la comisura de los labios y salió justo por debajo de la oreja. La última bala resulta muy simbólica: desde hace años transmitía un programa de radio comunitario en México. A Marcela la callaron.

La mujer de 50 años, pertenecía al pueblo amuzgo, una etnia originaria del estado de Guerrero, donde a través de diferentes plataformas visibilizó la discriminación que padecían los indígenas en esta zona del país.

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Para explicar por qué Marcela —una mujer aguerrida, que siempre llevaba vestidos típicos de manta— decidió emprender una lucha contra los caciques que explotaban y robaban sus tierras, un periodista y compañero de trabajo cuenta a VICE News que allí donde nació, los indígenas caminaban por debajo de las banquetas.

Dice que hace 20 años la discriminación era tan grande, que no se le permitía a los indígenas como Marcela caminar donde lo hacían los "blancos".

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"Desde muy joven se sumó a la lucha por las transformaciones sociales. Habla tres idiomas y se enfrentó a los caciques y los priístas (partido oficialista) que habían gobernado durante todos estos años", cuenta un compañero de Radio y Televisión de Guerrero, donde Marcela tenía un programa radiofónico. Hasta este sábado, cuando la locutora salió de su turnó.

Su programa había empezado a las cinco de la mañana y durante esa transmisión invitó a las mujeres a prevenir embarazos prematuros y leyó a los niños en su lengua natal, la amuzga.

Salió a las diez de la mañana y caminó sobre la calle Benito Juárez del poblado de Ometepec, donde apenas viven 24.000 personas. Desde un vehículo blanco con vidrios polarizados dos hombres le lanzaron dos tiros certeros: uno iba dirigido al corazón pero le dio en el brazo y otro directo a la boca.

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En entrevista con este medio Roberto Álvarez, vocero de la fiscalía de Guerrero, uno de los estados con los índices de violencia más altos en México, dijo que aunque no puede revelar detalles ya se ha iniciado una investigación.

Relató que a Marcela de Jesús la atacaron a las 10 de la mañana. En el momento en que cayó tendida una ambulancia llegó a la escena de los hechos y fue trasladada a un pequeño hospital de su natal Ometepec.

Sin embargo su situación era crítica, por lo que fue trasladada en el helicóptero del gobernador de Guerrero, hasta Acapulco, una ciudad localizada al oeste del estado, al Hospital General.

"Ahí un neurocirujano observó que no había comprometido ninguna parte del cerebro, sin embargo su estado de salud era crítico". Cuenta que a 48 horas del ataque armado, Marcela de Jesús está conectada a un respirador artificial.

La activista Miriam Rodríguez, buscadora de desaparecidos en México, es asesinada. Leer más aquí.

Él es periodista, pero no quiere revelar su nombre por seguridad, aunque sí quiere compartir todo lo que ha vivido Marcela de Jesús desde muy jovencita. La conoció cuando a través de las noticias trascendió que una joven indígena, por allá de la década de los ochenta, se enfrentaba a los caciques que explotaban a los indígenas de la Costa Chica de Guerrero.

Luego se enteró que se lanzó como candidata a la alcaldía de Ometepec, pero fue derrotada por la maquinaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

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"Hace como diez años Marcela de Jesús llevaba un dinero a su comunidad, pero caciques le armaron un plan en su contra: la asaltan y de alguna manera lograron inculparla, las autoridades le echaron la culpa de que ella se auto asaltó y se quedó con el dinero y la condenan a tres años de cárcel. Después organismos de derechos humanos lograron demostrar su inocencia y el gobierno la liberó y le pidió perdón", recuerda.

Finalmente al salir de prisión coincidió con ella en la estación de radio de Guerrero, donde Marcela tenía un programa dedicado la comunidad indígena del estado.

Cuenta que habló el día de ayer con su esposo, Mario Martínez y su dos hijas adolescentes. Tienen mucha esperanza de que Marcela de Jesús reaccioné. Que vuelva a la lucha que emprendió hace más de tres décadas.

Este nuevo atentado se da a menos de un mes de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto prometió proteger a periodistas y defensores de derechos humanos. Desde entonces ya fueron asesinados dos líderes comunitarios por integrantes del crimen organizado, y un periodista sigue desaparecido en Michoacán.

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