El tratamiento para la esquizofrenia necesita más psicoterapia y menos medicación

Un histórico estudio en los nuevos diagnósticos de esquizofrenia ha descubierto que la terapia oral combinada con medicación puede ser mucho más efectiva para tratar los síntomas que elevadas dosis de medicamentos.

Los hallazgos enfatizan el éxito de la terapia, e inciden en los bajísimos índices de pacientes diagnosticados que acudan a ella. El descubrimiento podría cambiar la manera en que los seguros médicos de EEUU cubran, en adelante, el coste de los tratamientos en materia de salud mental.

Los investigadores han invertido cuatro años estudiando más de 200 nuevos casos de esquizofrenia. La mitad de los pacientes eran tratados únicamente con medicación, mientras que la otra mitad recibía bajas dosis de medicamentos combinada con terapia individual, sesiones de asesoramiento y terapia familiar.

El estudio se realizó en pacientes de 34 centros de 21 estados distintos y los resultados fueron publicados el martes por el American Journal of Psychiatry. Sus conclusiones revelan que los pacientes que se encuentran en estadios tempranos de la enfermedad, reaccionan mejor cuando el tratamiento consiste en dosis bajas de antipsicóticos y terapia psicológica. La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales de Estados Unidos (NAMI por sus siglas inglesas) ha elogiado el estudio y ha proclamado que lo utilizará como parte de su campaña destinada a conseguir un mayor acceso a la sanidad para aquellos aquejados de dolencias mentales.

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Ken Duckworth, director del NAMI, cuenta que el estudio es un gran paso porque se trata del primero de su especie elaborado a nivel nacional que valora cómo se abordan las enfermedades mentales en sus estadios iniciales. Duckworth ha reivindicado la precariedad de tratamiento preventivo que reciben los esquizofrénicos. A su entender, los poderosos tratamientos preventivos para la diabetes o las enfermedades coronarias deberían de ser aplicables también a la esquizofrenia.

"La verdad es que nunca se había conceptualizado ningún modelo de intervención preventivo para la psicosis. De manera que el estudio es brillante, puesto que agarra esa idea y ofrece a la gente servicios que hemos comprobado que funcionan. Y lo mejor de todo, es que mejoran aún más en el trabajo, en el colegio y en la disminución de los niveles de estrés en los pacientes", ha contado. "Esto demuestra algo que muchos creíamos que era una verdad. Claro que hasta que no lo demuestras, no lo puedes proclamarlo. Ahora lo hemos hecho".

Los investigadores que hay detrás del estudio pretenden investigar ahora cuáles serían los costes de un tratamiento que combine terapia y medicación, en lugar de un tratamiento fundamentado exclusivamente en la medicación", explica Duckworth.

"Si lo puedes demostrar, entonces puedes reducir los costes del hospital y suministrar otros servicios en su lugar. Y eso supondría un ahorro de dinero para el sistema. Normalmente debería de ser una alternativa que lograra expandirse", ha comentado.

A pesar de que muchos profesionales llevan tiempo trabajando convencidos de que es importante añadir la terapia a la medicación, el estudio es el primero en demostrar el vínculo científicamente, cuenta. Duckworth asistió el lunes a un encuentro con los autores del informe en Capitol Hill. Juntos alentaron al congreso para que siga adelante con su trabajo de seguir impulsando nuevas propuestas de ley para las enfermedades mentales en ambas cámaras.

El doctor Jeffrey Borenstein, presidente de la Brain and Behavior Research Foundation, explicó que, a menudo, las mutuas de salud no pagan por las terapias que el estudio ha probado como exitosas. En su lugar, se dedican a cubrir solo los costes de los medicamentos. Este estudio podría cambiar esa actitud.

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"Este tipo de hallazgos podrían ayudar al desarrollo de más programas parecidos. Eso posibilitaría que los pacientes diagnosticados con esquizofrenia contaran con más recursos. Y alentaría, además, a las aseguradoras públicas y a las privadas a apoyar este tipo de programas", comenta Borenstein. "Este estudio demuestra que la terapia es fundamental y eso podría provocar que se empujara a las aseguradoras a empezar a pagar por la terapia".

Los defensores de una mayor cobertura para la salud mental han enfatizado que el tratamiento farmacológico sigue siendo absolutamente necesario para el tratamiento de los esquizofrénicos y subraya que no basta únicamente con la terapia. Sin embargo, la industria de la salud debería abrirse, incorporar masivamente la terapia y respaldar el acceso a un tratamiento temprano, han comentado.

"Tenemos que preguntarnos como cultura hasta qué punto alentamos a la gente a que se trate y hasta qué punto hemos estigmatizado la enfermedad. Hay que preguntarse si los centros de atención médica son partidarios de incorporar esas medidas y de saludar a los diagnosticados con entusiasmo. Me parece que son las preguntas que cualquier persona que esté realmente interesada en las enfermedades mentales, se tiene que preguntar, señala Duckworth.

Linda Stalters, directora ejecutiva de la Alianza por la Esquizofrenia y los Trastornos similares de Estados Unidos subraya que, a menudo, los enfermos de esquizofrenia no pueden asumir los constes del tratamiento por sí solos. Y eso provoca que muchas veces dejen la fuerte medicación a la que están sometidos, afligidos por la dureza de sus efectos secundarios. Otros eligen concentrarse solo en la medicación porque existe la creencia de que ofrece resultados más inmediatos que la terapia.

"Los pacientes necesitan el apoyo completo: tanta a nivel terapéutico como farmacológico", señala Stalters.

Está convencida de que la terapia puede convencer a los esquizofrénicos a lidiar con los síntomas y a entender mejor los detonantes del estrés que provoca esos síntomas.

La publicación del estudio ha coincidido con las recepción en el congreso, que ha celebrado sus primeras sesiones en las que se plantea la reforma de la ley de salud mental. Los recientes casos de asesinatos en serie, en los que se cree que la enfermedad mental puede jugar un papel determinante, serán también determinantes para seguir con el impulso del tratamiento por el que aboga el informe.

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