La Troika celebra la recuperación de España cuando su paro juvenil es el segundo más alto de la UE

Los halagos de las instituciones europeas al Gobierno español por los recientes datos macroeconómicos y las reformas emprendidas, contrastan con el 50,7 por ciento de desempleo entre los menores de 25 años, la segunda más elevada de la eurozona tras Grecia.

En un reciente encuentro privado con empresarios, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, y el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, alabaron la reforma del mercado laboral emprendida por el Gobierno español ante la lentitud en la agenda reformista de estados como Italia y Francia

"Las palabras de Draghi son un auténtico insulto para los jóvenes. Las políticas de austeridad instigadas por Angela Merkel y las instituciones europeas son un auténtico fracaso porque solo han fomentado la precarización y una mayor desigualdad en la redistribución de la riqueza", comenta a VICE News, Aina Vidal, coordinadora de las juventudes del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) en Cataluña.

A pesar del optimismo instaurado en Bruselas y las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) — prevé un crecimiento de la economía española del 2,5 por ciento del PIB en 2015 —, el "milagro español" cuenta aún con 4,5 millones de parados, según datos del Ministerio de Empleo, de los que casi 400.000 tienen menos de 25 años.

En marzo el paro en España se redujo en 60.214 personas, hecho que los principales sindicatos españoles atribuyen en gran medida a la precarización de las condiciones laborales y los bajos salarios.

Así lo refleja un informe reciente de Eurostat que constata como la devaluación salarial ha alejado a los sueldos españoles de la media los de Eurozona. En 2014 por cada hora trabajada en España se ganaba una media de 15,7 euros, un 27,3% menos que en el conjunto de la Unión Europea (21,6 euros).

Medidas del Gobierno español

Para tratar de fomentar el empleo entre los jóvenes, en 2013 el gobierno del Partido Popular lanzó un paquete de medidas dentro de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo joven. Desde Bruselas se intenta promocionar la formación y el empleo joven con la Garantía Juvenil, que distribuye fondos entre los diferentes estados miembros.

"La Garantía Juvenil europea es un auténtico disparate. La iniciativa surgió en el Parlamento Europeo promovida por el grupo de los Verdes pero fue adoptada por el Parlamento con el voto del bloque conservador que concretaron y modificaron la propuesta", detalla a VICE News Pau Planelles, coordinador de Jóvenes de Izquierda Verde en Cataluña.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, anunció recientemente la intención de realizar una modificación legislativa para que el sistema de garantía juvenil se amplíe hasta los 29 años, frente a los 25 años actuales.

"En el caso de España, el gobierno del PP ha destinado los recursos de este plan a las clásicas bonificaciones fiscales a empresas para los contratos de seis meses", comenta Planelles. "El problema es que una vez acabada la subvención, las empresas no contratan a los jóvenes y los echan a la calle y esto engorda el círculo de la precariedad: empresa, trabajo precario, paro, pobreza".

Para Aina Vidal, "las medidas del Gobierno en materia de empleo están fomentando un nuevo tipo de esclavismo y se está llevando hasta límites insostenibles la incorporación al mundo laboral".

El Gobierno español también ha aprobado la reforma de la Formación Profesional, que según el ejecutivo central pretende conseguir un nuevo enfoque que sitúe a las empresas y a los trabajadores en el centro del sistema.

"Tengo 21 años y nunca he trabajado con contrato. La última vez que lo hice fue el verano pasado mediante prácticas en un curso de peluquería financiado por el Servicio de Ocupación de Cataluña que tan solo duró un mes", explica a VICE News, Sheila Montero, una joven residente en Barcelona.

"No creo que el gobierno, sea del color que sea, se esté moviendo demasiado para que los jóvenes podamos encontrar trabajo", destaca Montero. "Además, gran parte de los puestos existentes no son adecuados porque la gran mayoría jóvenes están trabajando de forma precaria en empresas que se aprovechan de sus cualidades y ganas por entrar en la rueda laboral", denuncia Sheila Montero.

En 2014 la tasa de paro en España bajó del 26 por ciento al 24,4 por ciento, pero siguió muy por encima del promedio de la UE (10,1%) o de la zona euro (11,3%). Además, las regiones europeas que sufren un mayor nivel de desempleo siguen siendo españolas pese a esta primera reducción en la tasa de desocupación tras siete años de crisis.

Andalucía (34,8 por ciento), Canarias (32,4 por ciento), Ceuta (31,9 por ciento), Extremadura (29,8 por ciento) y Castilla-La Mancha (29 por ciento) registran la mayor tasa de paro de las 272 regiones europeas analizadas por Eurostat.

El catedrático en economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Josep Oliver, desgrana a VICE News los principales factores que han llevado a España a ser el segundo país con más paro juvenil de la Unión Europea.

"Durante la época de crecimiento, existía una gradualidad en el mercado de trabajo español en el que los mayores de 35 años disponían de contratos indefinidos mientras que los menores de 35 tenían contratos temporales y, es en esta franja de edad en la que se han destruido la práctica totalidad de los puestos de trabajo", explica Oliver.

"Otro factor es la inadecuación del sistema educativo a las necesidades del mercado de trabajo. Un contingente muy importante de jóvenes no tiene las cualificaciones mínimas que el nuevo tejido productivo, básicamente el sector terciario, necesita", destaca Oliver. "En el periodo de expansión anterior este perfil de jóvenes acababa colocándose en la construcción y otros puestos de carácter físico", subraya el catedrático de la UAB.

Según datos del Consejo de la Juventud de España, el Estado español es el segundo país de la Unión Europea con más abandono escolar entre los jóvenes de 18 y 24 años.

La tasa de paro juvenil mesura el cociente entre los parados de menos de 25 años y los activos de esta misma franja de edad. Josep Oliver apunta que "a la gran destrucción de puestos de trabajo, hay que añadir la marcha o el retorno de muchos jóvenes al sistema educativo y a aquellos que han emigrado, por lo que no aumenta el volumen de la población activa y esto fija un ratio de parados entre la población joven que es excepcionalmente elevado".

Sheila Montero es un ejemplo de la frustración e indignación que es común denominador entre los jóvenes desempleados o aquellos que tienen un trabajo muy precario.

"No se nos da la oportunidad de demostrar lo que sabemos. En muchos empleos piden cinco años de experiencia, la cual no tenemos ni la podemos tener porque no existen oportunidades", denuncia Montero. "Llevo mucho tiempo buscando y he hecho diferentes cursos de formación de especialidades muy diferentes para tener más oportunidades, pero la experiencia que me piden frena cualquier opción", se lamenta.

Frustración y depresión

La falta de expectativas y la frustración ha provocado un aumento del malestar psicológico en entre los jóvenes. Los expertos en salud mental apuntan un crecimiento notable de los cuadros depresivos entre los jóvenes. De hecho, la depresión es la primera causa de enfermedad y discapacidad entre los adolescentes.

"Nuestros jóvenes usuarios suelen ser personas que no tienen definido un proyecto laboral o formativo y han sucumbido en la desesperanza porque no ven un futuro mejor a corto plazo", explica a VICE News Marisol Martí, gestora transversal de inserción laboral de la Fundació Joia.

"Tenemos dos servicios integrados en centros cívicos que tratan de insertar a los jóvenes de forma individualizada y mediante procesos de coaching porque muchos presentan problemas de autoestima", comenta Marisol Martí.

Pau Planelles, coordinador nacional de Joves d'Esquerra Verda, denuncia que "la falta de oportunidades y los trabajos precarios están empujando a un elevado porcentaje de la juventud a la exclusión social".

El desempleo y la precarización laboral también está obstaculizando la emancipación juvenil. Según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, a finales de 2014 sólo el 21,8 por ciento de jóvenes entre 16 y 29 años se había independizado, y de ellos 8 de cada 10 vive con alguien más.

Josep Oliver cree que "en los próximos años la tasa de paro juvenil debería bajar de forma pronunciada". Según el catedrático, "los síntomas de recuperación y la caída del número de jóvenes en edad de trabajar, ya sea porque se han ido del país o por cuestiones demográficas, deberían contribuirán a ello".

Oliver también apunta que "la nueva coyuntura podría estimular la demanda y absorber parte del excesivo número de graduados universitarios que a pesar de su elevada cualificación, hoy no tienen lugar en el mercado de trabajo".

Pau Planelles, apuesta por "resituar el trabajo en la centralidad de las personas y que esto se traduzca en una vida digna".

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