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La UE delega en sus vecinos la contención del flujo migratorio — cambio de prioridades

La cumbre África - Unión Europea en la capital de Malta se resuelve con promesas de inversión para el desarrollo a cambio de implicación de los países del continente en su política migratoria. Organizaciones muestran sus reparos al respecto.
Migrantes y refugiados llegan a la isla griega de Lesbos. (Image por Flip Singer/EPA)
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Desarollo económico a cambio de contención de las rutas migratorias y apoyo en las repatriaciones. Este es el trato que la Unión Europea (UE) ofrece a África tras dos días de reuniones en Valetta, la capital de Malta: la resolución se concretará en la aportación de algo más de 78 millones de euros por parte de los estados, que se añaden a los 1.800 millones del presupuesto comunitario que ya nutrían un nuevo fondo de apoyo monetario al continente africano.

Esta cifra está muy lejos de los 3.600 millones de euros previstos en septiembre por la UE. Los estados debían aportar 1.800 millones más, pero los acontecimientos de los últimos meses han provocado un viraje en la política fronteriza de la Unión.

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Y es que la cumbre de Valetta se convocó con la vista puesta en la ruta del Mediterráneo Central, que en los pasados años concentró la presión de las llegadas de migrantes en Italia. En aquel entonces la crisis de refugiados en Siria aún estaba por llegar a las puertas de la UE.

Malas noticias para los países africanos: está previsto que el grueso de la ayuda comunitaria se destine a Turquía, uno de los principales receptores de los flujos de refugiados del estado fallido de Oriente Próximo.

La crisis de refugiados deja en papel mojado la regulación de la Unión Europea. Leer más aquí.

"En el fondo, estas decisiones que se han tomado en la cumbre son una continuación de las políticas de externalización de fronteras que lleva haciendo la Unión Europea desde ya hace bastantes años. Externalizar fronteras para dejar el trabajo sucio a terceros países, africanos y en este caso Turquía, no sólo en lo relativo a la contención: también en las repatriaciones de migrantes", opina a VICE News Lluch Sánchez, abogado de S.O.S. Racismo.

"¿Por qué hacen eso? Pues porque al externalizar fronteras la Unión Europea se ahorra llevar a cabo acciones que bordean los derechos humanos y que incluso los infringen. Parece poco probable que esos fondos se vayan a dedicar a cooperación. En muchas ocasiones, son fondos supuestamente dedicados a la cooperación al desarrollo, pero que tienen un destino claro: contener la inmigración y ayudar en los procesos de repatriación y de expulsión", sigue Sánchez.

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Aunque las demandas de Turquía van más allá de lo económico: además del paquete de 3.000 millones de euros para hacer frente a la llegada masiva de refugiados sirios, cuya cifra ya asciende a más de dos millones, el ejecutivo conservador exige la concesión de visados a los ciudadanos turcos y el desbloqueo de los capítulos de negociación para el acceso de Turquía a la UE, con una consiguiente mayor presencia de este Estado en las cumbres de la comunidad económica y monetaria.

Según el gobierno turco, sostener a esta ingente cantidad de refugiados en su país ha supuesto para sus arcas públicas, hasta el momento, invertir 6.500 millones de dólares, de los cuales sólo poco más de 200 millones fueron en concepto de ayudas internacionales. La cifra requerida por Turquía equivale a la mitad de lo publicitado.

La UE está convirtiendo la inmigración y la seguridad fronteriza en un negocio privado. Leer más aquí.

"MSF [siglas de Médicos Sin Fronteras] insta a los líderes mundiales reunidos en la Cumbre de La Valetta (Malta) a que cualquier acuerdo que alcancen los líderes de más 63 países — 28 europeos y 35 africanos — no se traduzca en una mayor formalización de la externalización del trabajo sucio de la Unión Europea. MSF ha sido testigo de las inaceptables consecuencias médicas y humanitarias derivadas de los últimos acuerdos de cooperación en materia de migración alcanzados entre la UE y sus Estados miembros con terceros países como Libia y Marruecos", remite a VICE News esta ONG a su comunicado mediante un correo.

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Ante el descenso de la inversión de la UE en tareas de salvamento, MSF sostiene parte de estos esfuerzos en la ruta del Mediterráneo Central, por la que se convocó la cumbre de Malta.

La intensificación de las tareas de rescate por parte de las ONG se inicia más de medio año después del cese de la operación Mare Nostrum — sostenida por el gobierno italiano hasta noviembre de 2014 — y con la llamada Operación Tritón operativa, gestionada por FRONTEX, la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de la UE, y financiada con un tercio (2,9 millones) del coste de la iniciativa italiana.

La operación Mare Nostrum costó un total de 114 millones de euros al gobierno transalpino.

Mira el documental de VICE News, Europa o muere: cruzando la valla de Melilla (Episodio 1). 

Coincidiendo con el fin de la cumbre, MSF ha difundido un vídeo en el que migrantes africanos explican las atrocidades que presenciaron o sufrieron de camino a Europa. Muchos de ellos no huyen de ninguna guerra ni son perseguidos por razones políticas, étnicas o de opción sexual, hecho que les deja fuera de la definición de refugiado y que exime a los estados de la UE de la obligación de acogerlos. La cumbre de Valetta ha resuelto también que los países del continente africano readmitan aquellos que han llegado a territorio comunitario.

"Por lo que vemos en los medios y en las declaraciones de los dirigentes políticos es que una cosa son los refugiados y los exiliados y luego, en un segundo escalafón, están los inmigrantes que transitan por cuestiones económicas, cuando la realidad no es eso. Hay muchos matices: hay personas que son inmigrantes económicos o que su situación no está prevista en la convención de Ginebra. En todo caso creemos que el ser humano tiene derecho a una vida mejor, un derecho fundamental de cambiar de país y de vida", concluye Lluch Sánchez.

'Algún día a Europa se le caerá la cara de vergüenza' — 100 días de rescate en el mar. Leer más aquí.

Sigue a Quique Badia en Twitter: @qbadiamasoni