Un pueblo de México que echó a sus partidos políticos a la calle, ahora los quiere de regreso

Un pequeño grupo de ciudadanos mexicanos se ha puesto en pie de guerra ante el que consideran que es su corrupto gobierno. Exigen responsabilidades y dicen que las elecciones locales son una muestra fraudulenta de la política del nepotismo.

Podría sonar como cualquier otro conflicto en cualquier ciudad remota de México que, en menos de un mes, elegirán a sus alcaldes y legisladores de entre los candidatos de los partidos políticos reinantes.

Sin embargo, se trata de lo contrario.

En el municipio Cherán, algunos habitantes se oponen abiertamente al Consejo Mayor, un modelo de poder dirigido por los ciudadanos, como forma de gobierno que se estableció con grandes expectativas hace apenas cuatro años. Curiosamente, los habitantes disidentes de Cherán quieren regresar al sistema de partidos políticos, al igual que en el resto de México.

VICE News viajó a Cherán, una comunidad agrícola indígena ubicada al pie del eje volcánico de Michoacán, para ver la elección del Consejo Mayor del municipio el pasado 3 de mayo. Ahí se prohibió la entrada de los habitantes disidentes a las instalaciones donde se eligieron los nuevos representantes del Consejo. Los participantes votaron parándose detrás de su candidato. Los que se oponen dijeron que el proceso estaba contaminado con sobornos.

"[El consejo] no es más que un reflejo de que no se trata de partidos o de criminales, se trata de poder, ese corrompe al que sea, aunque sea del pueblo", dijo Crescencio Castañeda, un agricultor de 56 años de edad y un miembro respetado en la comunidad de Cherán, para VICE News..

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La lucha de poder en Cherán ha dividido a la comunidad que, desde 2001, sirve como ejemplo para los otros municipios de Michoacán que quieren defenderse ellos mismos contra el crimen organizado. Hasta las autodefensas que en su momento iniciaron con Jose Manuel Mireles, ahora encarcelado, tomaron la determinación de Cherán como un ejemplo a seguir en la lucha contra el cártel de Los Caballeros Templarios.

A lo largo de muchos años antes, Cherán se había enfrentado a la violencia impune y a la extorsión ejercida por los grupos de narcotraficantes como el de los Caballeros Templarios. El 15 de abril de 2011, los habitantes, en su mayoría de etnia Purépecha, se rebelaron contra las organizaciones criminales que estaban matándoles, secuestrándolos y amenazándoles.

La gente bloqueó las entradas de la ciudad, corrió a la policía y al ejército. Los residentes de Cherán se hicieron con el control de la seguridad rápidamente.

Para noviembre de ese mismo año, el gobierno aprobó las medidas de los habitantes con el respaldo del sistema conocido como Usos y costumbres, el cual permite que las comunidades establezcan el autogobierno por medio de la toma de decisiones popular.

En enero de 2012 municipio formó su primer Consejo Mayor, que consiste en 12 representantes, tres en cada uno de los cuatro barrios tradicionales de Cherán. A pesar de que funcionó muy bien durante los primeros meses de 2012, Castañeda [entre otros] dijo que a mediados de año "todo se empezó a venir abajo".

'Ahí nos dimos cuenta que los malos seguían aquí, están entre nosotros'.

El sistema electoral para el 3 de mayo era simple. Los habitantes de los cuatro barrios —Karhakua, Jarhukitini, Ketsikua y Parikutini— se reunieron en las escuelas públicas para designar los nuevos miembros del consejo.

Alrededor de las 10 de la mañana, los delegados nombrados por el mismo consejo fueron destinados en las puertas de los colegios para controlar a los residentes que iban a votar. Una vez dentro, los votantes y los comisionados nombraban a cinco habitantes a una "mesa de debate", cuya función es contar los votos a mano alzada.

 '"Los que no les caemos bien, no podemos entrar'

Una vez la "mesa de debate" había sido elegida, los candidatos previamente nombrados como "consejo superior" se levantaban frente a sus vecinos y entonces la gente se alineaba detrás del candidato al que quisiera votar.

Sin embargo, los vigilantes que estaban en las entradas del lugar de votación, se resistían a dejar que entrara según quién — a aquellos que se oponían al sistema del consejo .

"Los que no les caemos bien, no podemos entrar", dijo Raúl Francisco Quiroz, un comunero de Cherán. "Desde ahí puede verse su supuesta democracia".

Así que los disidentes tomaron las calles para protestar, reuniéndose alrededor de las concentraciones de votantes y clamando por el regreso de los antiguos partidos.

"Aquellos a los que elegimos como a nuestros representantes nos han traicionado" dijo Castañeda. De ahí "es de donde mis camaradas aprendieron a robar, a secuestrar a amenazar, todo por dinero".

Otra manifestante, María de los Ángeles Fabián, aseguraba que los candidatos del consejo se valieron de sobornos para conseguir sus votos. Según la mujer Purépecha, de 30 años, los candidatos ofrecían puestos en el gobierno para ganarse el apoyo de los vecinos, una acusación que no pudo ser contrastada.

"Todos están comprados, la gente por los candidatos y los candidatos por los malos que quieren volver a los montes, les dieron dinero por debajo para votar ahorita por los que están", dijo Fabián a VICE News.

"Pero yo no les tengo miedo, somos poquitos, pero quiero que se cancele, aunque después nos vengan a amedrentar", aseguró.

Tres días después, el 6 de mayo, el instituto electoral de Michoacán reconoció legalmente que la población de Cherán podía votar de acuerdo con su sistema, y no con el del estado. Las decisiones tomadas por el consejo fueron reconocidas por todas las instituciones del estado, que aportaron fondos para la municipalidad.

Mientras tanto, los líderes de Cherán dicen que no celebrarán las elecciones generales al estado del 7 de junio, lo que les convertirá en la única población de Michoacán en hacerlo. [Aunque, en lo que delata la fractura social que se respira en la comunidad, otro pequeño pueblo que forma parte del mismo municipio que Cherán, Santa Cruz Tanaco, proclamó que sí celebraría elecciones].

Esto hizo que los habitantes de Cherán se cansaran de la estructura del consejo y que quisieran regresar a los viejos tiempos, cuando los partidos acostumbraban repartir folletos y utilizaban dinero del gobierno para garantizar la lealtad del pueblo en las boletas. Según lo que dijeron algunos residentes a VICE News, el sistema no estaba tan mal.

Adela Chari Cata Ramos, de 59 años, es una mujer bronceada que vive en una pequeña casa hecha con trozos de madera. Dice que la vida se ha complicado para ella y para su hija deficiente de 17 años, desde que se instaló el consejo superior. El consejo ha rechazado ayudarla, según cuenta, y el dinero que gana no es suficiente.

"Cuando estaban los otros, por lo menos me daban una despensa, tenía trabajo. Mi hija puede morir cualquier día", dijo Cata Ramos a VICE News.

Otros residentes declararon a VICE News que el consejo que eligieron en 2011 les ha fallado. Verónica Juárez, una mujer de 25 años que vende comida en la plaza del pueblo, dijo que hace tres años su marido la pegaba semejantes palizas que le provocó un aborto cuando estaba embarazada de 7 meses.

"Seguramente algo había hecho para merecerlo", fue la respuesta de las autoridades a Verónica Juárez, tras denunciar que su esposo la golpeaba.

Los participantes en la votación de mayo dicen que el sistema del consejo funciona y que los disidentes son simples provocadores.

Pedro Chávez, un empresario de rostro lozano, es uno de los candidatos elegidos en el consejo superior el 3 de mayo. Me dijo que las casi 400 personas que votaron por él no fueron "compradas o pagadas".

"No vamos a caer en la provocación esta porque no vine a hacer pleito, sino es lo que quieren como gobierno, pues que se vayan, yo lo único que quiero es la unidad de mi pueblo", dijo Chávez a VICE News.

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Ahora, como miembro del consejo, ha dicho que trabajará hasta hacer reflotar la economía de Cherán, puesto que uno de los mayores problemas de la población es su elevada tasa de desempleo.

"Que anden diciendo que las estamos negociando [fuentes de trabajo] o dando a nuestros parientes, pero eso no ocurre ni ocurrirá". sentenció Chávez.

El consejo asegura que sus miembros tienen que ser hombres viejos, aquellos de los que se cree que tienen la experiencia necesaria para representar los valores de la comunidad indígena. Pero Chávez, que solo tiene 37 años, no es precisamente viejo para Cherán.

"Somos legales y dentro de lo legal tenemos que servir al pueblo, ya no se ocupa ser grande de edad ni tener conocimientos en base a la cuestión de la vida comunitaria", respondió Chávez cuando se le preguntó por su edad.

Las vigilancias en Cherán siguen vigentes y es "lo único que ha funcionado de este sistema", dijo Castañeda, el agricultor.

"No les tengo miedo, ya los enfrenté muchas veces, a los narcos, a los políticos y ahora estos que van en el mismo camino, Cherán es más fuerte que su gente mala", finalizó el Castañeda.

Sigue a Melissa del Pozo en Twitter @Melissadps.