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Más de 100.000 venezolanos quieren ir a Colombia por comida, pero les cierran la frontera

La gente de Venezuela busca productos básicos como arroz, frijoles, lentejas, leche, medicinas, papel sanitario y pañales. Mediante las negociaciones entre ambos países, se espera una apertura del paso fronterizo el próximo 4 de agosto.
Gente cargando bolsas y paquetes mientras cruzan la frontera entre Colombia y Venezuela en el puente Simón Bolívar. (Imagen por Carlos Eduardo Ramírez/Reuters)
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El gobierno de Colombia ha informado que mantendrá cerrada su frontera con Venezuela después de las dramáticas escenas del fin de semana, en las que unos 120.000 venezolanos circulaban por un puente para poder ir de compras a la ciudad de Cúcuta.

Esta es la segunda vez que los puestos fronterizos se han abierto a lo largo de la frontera de 220 kilómetros desde que el presidente Nicolás Maduro la cerró en agosto del año pasado.

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El 10 de julio de este año al menos 500 mujeres se abrieron camino entre la policía fronteriza venezolana y cruzaron ilegalmente a Colombia. Las mujeres, muchas vestidas de blanco, fueron directamente a las tiendas locales para surtirse de los productos básicos que escasean en Venezuela a causa de la caída en la producción del país, la rampante inflación y las fallidas importaciones.

'Queremos una frontera segura y tranquila que podamos controlar'.

Imágenes de la semana pasada en las que una oleada de venezolanos se dirigían hacia la frontera, muestran a los compradores cargando pesados bultos con productos básicos como arroz, frijoles, lentejas, leche, medicinas, papel sanitario y pañales. Uno de ellos dijo a Reuters que esperaba poder comprar un kit para la cesárea de su hija embarazada debido a la escasez de equipo médico.

La agencia Associated Press reportó que la policía repartió pastel entre algunos compradores mientras los altoparlantes estallaban con el tradicional vallenato, género musical típico de la costa caribeña, al tiempo que los autobuses llevaban a la gente a las tiendas cercanas con carteles que decían "Bienvenidos a Colombia, hermanos venezolanos".

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Sin embargo, la ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, anunció que las autoridades colombianas cerrarían la frontera de nuevo con miras a negociar una completa y permanente apertura en el próximo 4 de agosto.

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"Queremos una frontera segura y tranquila que podamos controlar de una manera totalmente legal", dijo Holguín el lunes pasado, después de reunirse con las autoridades locales en la zona fronteriza. "Vamos a trabajar para tener la frontera lista para abrir de nuevo y que así los venezolanos puedan regresar, pero de una forma segura".

El anuncio de Holguín acerca del cierre del borde fue secundado por José G. Vielma, gobernador del estado fronterizo venezolano de Táchira.

"Por petición de Colombia no vamos a permitir el paso en la frontera hacia ningún lado", informó Vielma a los reporteros. "Necesitamos una frontera abierta, pero Colombia no permitirá la apertura de un paso ilegal, y nosotros tampoco queremos".

El descanso temporal de los controles venezolanos este mes se ha dado sin ningún anuncio oficial del gobierno venezolano.

El presidente Maduro ignoró los eventos del fin de semana en su cuenta de Twitter. En cambio, se concentró en la muerte de uno de los hermanos del ex presidente Hugo Chávez.

Delcy Rodríguez, ministra de Relaciones Exteriores de Venezuela, sólo habló para decir que los productos vendidos en Colombia eran en realidad de origen venezolano.

'Por petición de Colombia no vamos a permitir el paso en la frontera hacia ningún lado'.

El analista económico y político Luis Salamanca dijo que la decisión de abrir la frontera fue un esfuerzo para proporcionar a la gente una válvula de escape, así como una manera de evitar un evento como el de las mujeres vestidas de blanco que presionara a las autoridades. Varias personas han muerto en los últimos meses en Venezuela luego de que la policía o el ejército abriera fuego contra los manifestantes que exigían comida.

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"La apertura de la frontera es una manera de evitar una catástrofe social mayor a la que ya estamos viviendo", explicó Salamanca. "El gobierno está tratando de hacerlo en una forma controlada, para que así la gente pueda llenar un poco sus alacenas".

'La apertura de la frontera es una manera de evitar una catástrofe social mayor'.

Mientras tanto, la oposición ha aprovechado la oportunidad para acusar al gobierno de hacer caso omiso a la crisis humanitaria en el país, y ha aplaudido las propuestas de que la frontera abra nuevamente de forma permanente.

"La producción interna no puede incrementarse a corto plazo porque no tenemos una moneda fuerte y porque nadie quiere invertir en el país dada la inestabilidad política", dijo el economista ligado a la oposición, Francisco Faraco. "Si no compramos en el extranjero nos vamos a morir de hambre".

La idea también fue bien recibida por el economista a favor del gobierno, Tony Boza, a pesar de que recalcó que el cierre de la frontera ha sido justificado como una medida de protección "contra el daño sistemático que Colombia nos ha provocado durante los últimos 15 años".

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El presidente Nicolás Maduro había dicho originalmente que el cierre de la frontera que se dio en agosto de 2015, era necesario para combatir el crimen en el cruce fronterizo, por el cual culpaba a paramilitares colombianos y pandillas.

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La falta de productos básicos en Venezuela, sin embargo, ha empeorado desde que se cerró la frontera, y la escasez sólo se ha incrementado a pesar de los numerosos programas del gobierno.

La semana pasada Maduro anunció la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, que cede el control de la producción y distribución de los productos básico a las fuerzas armadas de Venezuela, bajo el control del ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López.

"Esta es una gran misión civil y militar", dijo el presidente después de lanzar el programa. "Es la primera de misión de este tipo".

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