Venezuela descubre una fosa común dentro de una cárcel del gobierno

Era un viejo rumor que hace un par de días se convirtió en un hecho: en la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), una de las cárceles más importantes del gobierno, los criminales tenían su propio cementerio.

Una operativo realizado el sábado pasado por agentes de la Fiscalía General del país ha arrojado —hasta el lunes al mediodía— el hallazgo de entre catorce y veinte cuerpos, varios de ellos sin cabeza y con los órganos mutilados, en una vieja caballeriza de la prisión, desalojada desde noviembre del año pasado.

Las pesquisas se realizaron luego de fuertes presiones por parte de organizaciones de derechos humanos, familiares de desaparecidos y la publicación de varios reportajes de medios locales que apuntaban a una vieja fosa común en la cárcel, tolerada por las autoridades de la PGV para que los criminales escondieran las evidencias de sus homicidios.

Hoy se sabe que a medida que los forenses se adentran en la cárcel encuentran más y más restos humanos: primero pensaron que sólo había tres personas desmembradas y ahora se sospecha de 20, debido a la gran cantidad de huesos desperdigados. Entre las víctimas podrían encontrarse no sólo reclusos, sino hasta personal de la cárcel.

#PGV| continúan los expertos en medicatura forense en la cárcel intervenida y desalojada en noviembre. Ascienden a 14 la cifra de osamentas pic.twitter.com/xyPICC7tZr
— Madelein Garcia (@madeleintlSUR) 12 de marzo de 2017

También existe un presunto responsable: un "pran" —en el argot local, una especie de jefe de delincuentes que controla negocios ilícitos desde la prisión— conocido como "Franklin Masacre", un sanguinario secuestrador y extorsionador acostumbrado a despedazar a sus víctimas y, en los hechos, el "rey" de la Penitenciaría General de Venezuela.

El coordinador general de la asociación Una Ventana para la Libertad, Carlos Palma, afirmó a medios locales que al final del operativo los agentes podrían hallar hasta un centenar de cadáveres.

El presidente de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Padro, reveló que existe la posibilidad de que también haya militares enterrados.

El hallazgo de los cuerpos ha reavivado el debate en el país sudamericano sobre las violaciones a los derechos humanos, la corrupción en el sistema penitenciario y la responsabilidad del Estado en hallazgos como éste.

De acuerdo con el periódico El Universal, Venezuela cuenta con una treintena de cárceles donde la población, que alcanza cerca de 50.000 reclusos, enfrenta serios problemas de hacinamiento y violencia generada por bandas que controlan internamente los penales y trafican armas y drogas.

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