El video viral de la violencia de un soldado israelí contra un niño palestino

Un soldado israelí armado con una metralleta fue recientemente filmado mientras se enzarzaba en una refriega con varias mujeres y niñas palestinas. La intervención se produjo mientras el soldado intentaba detener a un niño herido de 12 años por haber lanzado piedras. Las imágenes se volvieron virales y a los dos días de ser colgado el vídeo ya sumaba millones de visionados. El episodio arroja luz sobre dos interpretaciones radicalmente distintas — y aparentemente irreconciliables — sobre el papel del ejército a la hora de fiscalizar los territorios ocupados.

El vídeo empieza con violentos enfrenamientos entre manifestantes palestinos y soldados israelíes fuertemente armados. Se trata de una confrontación que sucede casi a diario en Nabi Saleh, un pueblo cercano a Nablus, en Cisjordania, al que se conoce por su proverbial lucha contra la ocupación. A los 5 minutos y 11 segundos del vídeo se ve a un soldado intentando detener de manera agresiva a un chico que ha sido identificado como Mohammed Tamimi y que lleva el brazo escayolado. Lo que sucede a continuación ha sido interpretado de varias maneras distintas.

El soldado, que lleva una metralleta se sienta rudamente sobre el niño y lo inmoviliza por el cuello. Entonces varias mujeres palestinas se abalanzan sobre el soldado. Le muerden, le abofetean y le desenmascaran, mientras sacuden al pequeño de su presencia. Ahmed Tamimi, una pariente de Mohammed, es una de las presuntas asaltantes. Tamimi ya había conquistado la fama en internet cuando era una niña, tras alzar su puño contra un soldado israelí en 2012. El desafío le valió el ser homenajeada por el presidente turco con el premio "Handela" al valor. Se sabe que la familia de Tamimi ha jugado un importante papel en la resistencia palestina.

En respuesta al incidente, Avigdor Lieberman, el líder del partido de derechas Yisrael Beiteinu, y el antiguo ministro de Asuntos Exteriores, calificaron el arresto frustrado como el resultado del comportamiento "débil y errático" del gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

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"Estamos hablando de un incidente que cuestiona severamente la capacidad disuasoria de la IDF (Fuerza de Defensa Israelí)", explicó Lieberman. "Las imágenes muestran a un soldado golpeado por las mujeres y los niños palestinos, hasta que, finalmente, deciden no detener al lanzador de piedras que ha desatado el incidente entero, lo que descubre su debilidad y su impotencia".

El ministro de cultura israelí, Miri Regev expresó que debería de existir una orden que permita a los soldados "abrir fuego inmediatamente" en tales situaciones y dijo que el ejército israelí no puede ser enviado a misiones "de manos atadas".

Por su parte, los activistas explicaron que la confrontación es otra muestra de la violenta represión de los israelíes sobre los palestinos, a quienes no reciben el mismo trato que los colonos israelíes".

"El vídeo muestra a mujeres intentando rescatar a un familiar muy joven, a duras penas por encima de la edad de responsabilidad criminal, y que ha sido bloqueado por un soldado israelí", contó a VICE News Sarit Michael, portavoz de la ONG israelí B'Tselem. "Técnicamente tanto los niños palestinos como los israelíes pueden ser arrestados desde que tienen 12 años… Pero jamás se ha arrestado a un menor israelí, a un colono que arroja piedras, de tal manera".

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Michaeli, que estuvo presente en el altercado registrado en el vídeo, explicó que uno de los problemas fundamentales es la incapacidad de los palestinos para protestar contra la ocupación israelí. "Los manifestantes del viernes [en Nabi Saleh] fueron disueltos mucho antes de llegar a la salida del pueblo, antes que ninguna piedra fuera arrojada", explicó. "La realidad es que cada protesta que reúna a más de 10 personas puede ser declarada ilegítima y a menudo así es. En tales situaciones, cuando el ejército interviene, cualquier manifestación pacífica puede convertirse en un enfrentamiento muy deprisa. Pero ni siquiera entonces sucede que la mayoría de los manifestantes arroje piedras".

"¿Por qué se manifiestan? Tal es la pregunta clave cuando observas el comportamiento de los israelíes en estos casos", abundó Michaeli. "No se trata de que las manifestaciones sean hipotética y teóricamente adecuadas; ni siquiera se trata de un situación de nosotros contra ellos como tantos israelíes se imaginan. Se trata de luchar por tus derechos fundamentales y se trata de la lucha por la supervivencia y contra los ladrones de tu tierra… Es un escenario en el que jamás crecería un niño israelí, completamente inconcebible para él".

Lanzar piedras — una forma de protesta que fue adoptada por las juventudes palestinas durante la primer Intifada — y la reacción de los israelíes ante semejante desafío, sigue siendo, a día de hoy, uno de los conflictos más controvertidos del conflicto entre Israel y Palestina.

Para los palestinos, arrojar proyectiles que han conseguido fácilmente, como piedras, botellas o cócteles Molotov, así como cualquier otro armamento de fabricación casera, es visto como una de las únicas maneras de resistir una ocupación encabezada por soldados israelíes fuertemente armados. Los israelíes consideran que el lanzamiento de piedras puede ser mortal y lo ven como una forma de terrorismo. Lanzar piedras está tipificado como "un delito contra la seguridad", lo que significa que sus perpetradores están sujetos a la ley militar.

En julio, un veterano comandante de las Fuerzas de Defensas Israelíes mató a Muhammed Kusbah, un adolescente palestino de 17 años por presunto lanzamiento de piedras. El coronel Israel Shoner, el oficial que le disparó, adujo que había disparado en defensa propia pues se hallaba en "peligro de muerte". Sin embargo las investigaciones de los activistas y las pesquisas de los periodistas, descubrieron poco después que el adolescente había sido disparado por la espalda, lo cual probaba que el chico fue abatido mientras corría".

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Un informe reciente de Human Rights Watch (HRW) descubrió que las fuerzas de defensa israelíes habían estrangulado, pegado y obligado a menores palestinos a emitir confesiones forzosas. Los miembros de la organización habían entrevistado a cinco niños de entre 11 y 15 años que habían sido detenidos por arrojar piedras y, en algunos casos, por delitos más serios.

Según Addamer, una ONG radicada en Ramallah que lucha por los derechos de los prisioneros palestinos, 16 menores de menos de 17 años permanecen actualmente encerrados en cárceles israelíes, bajo mandato administrativo. Tamaña draconiana medida permite que los sospechosos puedan ser retenidos indefinidamente sin necesidad de juicio.

El padre del soldado implicado en el enfrentamiento de Nabi Saleh describió el incidente como una "desagradable provocación". Y aprovechó para decir también que estaba orgulloso de cómo su hijo había neutralizado al menor. Así lo reproducía el periódico israelí Haaretz. "Si se hubiese herido a alguna mujer, todo esto hubiese terminado de otra manera, qué duda cabe", señaló.

Tras el ataque al soldado, las Fuerzas de Defensa Israelíes interpusieron una queja ante la policía israelí. Los oficiales han afirmado que los perpetradores "han sido reconocidos [por las fuerzas de seguridad] y serán arrestados en breve".

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