Un sensei en generar orgasmos nos contó cómo usar una máquina sexual
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Sexo

Un sensei en generar orgasmos nos contó cómo usar una máquina sexual

Cuando has provocado más de 2 000 orgasmos en tres años, aprendes un par de cosas sobre lo que hace que la gente se venga.

Wil McLean me mira alegremente mientras yo ojeo una bolsa de lona llena de falos de goma color beige. "¿Están todos los penes? –me pregunta– hay penes más sustanciales: hay uno del tamaño de una lata de Coca Cola… tengo otro que pesa cuatro libras y media". Estos accesorios –que van desde unos esbeltos y pequeños hasta otros gigantes y carnosos– normalmente se ponen encima de Sybian, una máquina que McLean alquila en su página web Sybiantoronto.com.

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Para aquellos de ustedes que no han buscado "accidentalmente" una de estas máquinas en una página porno o que no la han visto en acción en el programa de Howard Stern, el Sybian es una máquina sexual monolítica compuesta de una silla de montar negra y un soporte para hacer vibrar y rotar los accesorios que se le añaden (dentro de los cuales hay una prótesis de dedo). También tiene un cable de 90 centímetros unido a un control remoto con interruptores y diales de gran potencia, que se parece más a algo que se utilizaría para controlar un ascensor de carga. En resumen: es absolutamente aterrador.

Pero si tienes que follarte una máquina, al menos esta está bien construida. Según el sitio web, el armazón está hecho de un material compuesto que puede soportar más de 450 kilos de presión. Debajo de la cubierta se encuentra un motor industrial Bodine Electric Company, de 1/29 caballos de fuerza, que hace vibrar la silla, y otro que hace girar el accesorio. Es el tipo de diseño elegante y banal que está pensado con un propósito en mente y que garantiza el negocio. Y ese negocio le está dando a las mujeres orgasmos realmente intensos.

A través de los años, haciendo un cálculo estimado, McLean ha llevado "a un par de miles" de mujeres al clímax, en las noches que llevala máquina a los clubs de sexo en Toronto. McLean es un tipo muy afable, chistoso, relajado, comprometido pero tranquilo –es el tipo de persona a la que invitarías a un asado familiar después de haber hablado cinco minutos con él– una actitud que se vuelve muy útil cuando llegas al apartamento de extraños con una maquina para tirar que pesa 10 kilos y que puede vibrar a 6 400 RPM.

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Por lo general, McLean tiene una flota de siete máquinas y las alquila entre 15 y 20 veces al mes (sin incluir las máquinas en préstamo a largo plazo). Últimamente –específicamente debido al TIFF (Festival Internacional de Cine de Toronto), asegura– ha estado haciendo un montón de domicilios, y no ha habido escasez de personas dispuestas a pagar 115 dólares la noche (o 190 dólares por dos noches) para pasar su propio tiempo con su máquina.

VICE se reunió con McLean para hablar de su larga relación con juguetes sexuales, su papel como educador e instructor sexual, la ciencia detrás del orgasmo, y un poco de la sabiduría para parejas que ha adquirido en los tres años a los que se ha dedicado a hacer venir a la gente profesionalmente. Señoras y señores, conozcan al sensei de orgasmos de Canadá.

VICE: Cuando la gente te pregunta a qué te dedicas, ¿qué les dices?
Wil McLean: Les digo, "facilitador de orgasmos profesional." En realidad, mi oficio cae en la categoría de educación sexual. Facilito un ambiente en el que la gente pueda participar.

¿Cómo se convierte uno en un facilitador de orgasmos?
Trabajé en el Condom Shack y ahí me empecé a interesar en los juguetes y en los productos, que era lo que vendía la tienda. Empecé a hablar con los proveedores, y cuando me fui, ellos siguieron contactándome para pedirme mi opinión sobre los productos. Ellos me enviaban productos y yo les daba retroalimentación, les decía cuáles eran sus puntos de venta y sus ángulos, y les hacía crítica constructiva. Luego, en un punto, empecé a trabajar en una industria de escorts como conductor, por lo que mi trabajo era llevar chicas desde y hacia los clientes, y eso me dio una visión al interior de la prestación de servicios. Vi de primera mano dónde estaba la falta de seguridad, y también la falta de provisión para mujeres y parejas. A menudo es un espacio misógino impulsado por el ego masculino: se trata de enviar a las chicas a un tipo que quiere tener sexo con mujeres cuando se le ocurra. Muy rara vez pasa al contrario.

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No hay muchos servicios sexuales para mujeres y para parejas que no se sientan de mala muerte o incompletos. Si contratas a un gigoló para ti y tu esposa, te llega con shorts de jean rotos y un sombrero de vaquero, y tienes que revisarle las maletas cuando vaya a salir… para asegurarte de que no haya cogido todas las pilas de los controles, es ese tipo de cosas. Yo quería encontrar algo que funcionara, pero tuve que esperar hasta que el ambiente en la ciudad fuera adecuado para hacerlo. Si hubiera lanzado esto como servicio hace ocho años, habría fracasado tremendamente. El nivel de conciencia en la ciudad ha crecido a pasos agigantados en los últimos cinco años.

¿Cómo funciona el servicio?
Este es un servicio basado y diseñado principalmente para parejas. Normalmente, me contacta el hombre. Es raro que me llame la mujer: normalmente se trata de un novio, de un esposo o de un compañero que se lo quiere llevar a su pareja como un regalo o una sorpresa.

¿Por qué crees que son sobre todo los hombres los que inician el contacto?
Si nos fijamos en la composición demográfica de la mayoría de la pornografía, te das cuenta que es muy heteronormativa y sobre todo masculina. Muchas veces los que me contactan son novios que escucharon hablar de la máquina en el programa de Howard Stern y que luego se metieron a Youporn o lo que sea y vieron a un montón de estrellas porno usándola, y luego piensan que a su novia podría gustarle y que sería increíble verla enloquecerse encima de la máquina, y luego se lo cuentan a la novia y ella accede.

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Cuando llego a entregar la máquina, hago todo lo que puedo para dejarle claro al hombre que esto se trata de ella, de hacerla sentir cómoda y de que lo importante es concentrarse en sus necesidades, y en últimas procuro usar la oportunidad para enseñarle a las parejas sobre la comunicación no verbal. Con esta experiencia él tiene la oportunidad de concentrarse realmente en su pareja de una manera en la que él no está distraído físicamente. Por lo general me doy cuenta de que no sólo es algo que alivia la ansiedad de la mujer, sino que, después, se vuelve una especie de experiencia profunda para muchos chicos, porque realmente llegan a ver una muestra honesta de la sexualidad de su pareja sin distraerse. Usualmente, no importa qué tan bien lo esté pasando ella, si tú como hombre estás pasando un buen momento, sólo estas viendo la mitad de lo que ella está sintiendo. El Sybian realmente puede ser una buena experiencia para parejas, que las pone en una nueva curva de aprendizaje.

Hablemos de la máquina en sí. Para los no iniciados, como yo, esta cosa es putamente aterradora.
Sí, es un monolito vibratorio de 9 kilos que ves en la mitad de tu sala, y que te quedas mirándola esperando que haga algo. Puede ser realmente intimidante y algunas personas son muy indecisas, hay mucha inquietud cuando la gente se acerca, a menos que sea algo que ya han visto a otras personas usar.

¿Qué tanto de tu trabajo consiste en evitar que la gente se asuste con esta cosa?
Para cualquiera que esta sea su primera experiencia con vibración o con algo no normativo, se vuelve mi trabajo facilitarles el contacto con la máquina, bajar su nivel de ansiedad, y lograr que entiendan que esto podría no ser para ellos, y que también está perfecto, pero que en cualquier caso lo importante es disfrutar la experiencia como va pasando, como un proceso, y que no se preocupen si no tienen un orgasmo. No es obligatorio, no es como si hubieran fallado, no estamos decepcionando a nadie. Generalmente hay un gran peso en el desempeño sexual de las mujeres debido al precariamente frágil ego masculino. Si un hombre no tiene un orgasmo teniendo sexo es como si le pasara algo muy malo. Se siente mal consigo mismo y ella siente que es su culpa. Pero con las mujeres hay esta idea de que si ella no tiene un orgasmo durante el acto sexual, es culpa de él, pero también es culpa de ella, a pesar de que pasa muy a menudo. Y eso se ha sido interiorizando tanto al punto en que las cosas como los juguetes se vuelven muy intimidantes para muchas parejas. ¿Siempre has querido hacer esto?
Siempre he sido una persona muy sexual y muy consciente sexualmente. Y también he sido siempre muy curioso con la sexualidad. Desde un punto de vista académico, sí, aunque nunca he tomado formalmente ningún curso al respecto. Simplemente he leído vorazmente sobre el tema. No fue viendo un montón de porno, sino comprometiéndome y participando de verdad. En el colegio, cada vez que había una oportunidad para trabajar con cualquier tipo de grupo de apoyo sexual, yo estaba al frente y en el centro. Así que desde el punto de vista educativo, o un punto de vista antropológico, es un tema muy interesante porque realmente es la piedra angular tácita de casi todas las culturas. Canadá es única en su propia cultura sexual. De cierta manera, tiene su propio sabor sexual.

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¿Cuál es el sabor sexual de Canada?
Nosotros somos muy experimentalmente educados. Es muy canadiense ser muy amable y –en realidad sólo puedo hablar de Toronto porque es allí donde he trabajado– pero somos una ciudad muy positiva en cuanto al sexo. Tenemos una gran cantidad de espacios sexuales positivos, tenemos muchos clubes para comunidades, y un montón de grupos de apoyo. Y tenemos el mayor acceso, a excepción tal vez de Columbia Británica, a servicios sexuales. Toronto se está convirtiendo en un lugar donde la gente puede aventurarse e ir a los clubes de sexo o ser parte de algo como la orgía PanAm Para. Estamos muy bien con eso, pero al mismo tiempo, somos muy corteses al respecto. Y somos capaces de tener una conversación educada porque es una conversación informada.

¿Y eso es algo reciente?
Yo creo que ha sido la convergencia de la tecnología, del "guerrero por la justicia social" y el idealismo feminista es que ahora puedes decir: "Sí, quiero que venga alguien y me de un orgasmo y se vaya". Y eso está bien y no eres una puta y no estás desesperada ni nada, eso es simplemente lo que querías ese día, y es martes y más tarde vas a salir y está bien. Esta generación está informando a la generación anterior de una manera que hasta ahora están empezando a sentir que está bien. Así que es realmente interesante cuando me encuentro con clientes que son mayores: doy con un montón de 'nidos vacíos' que han oído sobre el Sybian en las redes sociales de personas más jóvenes. Estas son personas cuyos hijos se han ido de la casa, que están casi en sus 60 y que tienen un fin de semana libre. Entonces me llaman, piden la máquina, él toma Viagra, abren una botella de Merlot y se divierten un rato.

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¿Y cómo te encuentran?
Lo que Google metrics me dice es que la mayoría de la gente buca "Sybian en Toronto" y yo soy el primero que aparece: SibianToronto.com. El Sybian en sí es único y es bastante caro, es el Cadillac de los juguetes sexuales. Simplemente hacer llegar uno a Canadá, con todos los accesorios y eso, son más o menos 1 850 dólares, lo que está fuera del alcance de la mayoría de la gente. Mucha gente que se interesa en comprar uno se da cuenta de que puede probarlo antes de comprarlo. Algunos clientes finalmente se compran uno, o simplemente lo alquilan en los momentos en que pueden sacar a los hijos de la casa y tener una noche para ellos solos. Y eso sí es algo que realmente se puede justificar. Cuesta lo mismo que salir a cenar.

Pero mucha gente en nuestras comunidades sexuales de apoyo han sido mis mayores embajadores. Tal vez el más aventurero en el grupo pudo haber ido a un club de sexo y la usó y luego le contó a sus amigas, y luego la más callada se va a su casa y me envía un correo. Los clubes de sexo han sido una parte importante de visibilización de la máquina. Además hay un montón de fiestas sexuales y orgías que suceden en la ciudad, así que consigo un buen número de invitaciones para llevarles la máquina. Y cuando llegas a una fiesta de sexo con un Sybian te conviertes en el tipo que llega a la novena con los buñuelos.

Básicamente eres un héroe.
Sí, la gente se emociona y la máquina termina siendo la forma de romper el hielo, todos los invitados se reúnen alrededor a ver el show y a esperar que sea su turno.

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Explícame cómo es un proceso de alquiler normal.
Cuando dejo la máquina, por lo general le doy a los clientes un par de consejos profesionales. No tiene misterio, funciona a partir de principios científicos muy fundamentales. La máquina funciona sobre la base de la vibración y la resonancia. Lo que muchos identifican como el clítoris en realidad se llama el glande del clítoris y literalmente es la punta del iceberg en cuanto al alcance de la sensación. Hay cuatro ramas diferentes del clítoris que van hacia la parte posterior de la pelvis y que se conectan todas al sistema del nervio pudendo, que está en la base de la columna vertebral.

Suponiendo que hayas tenido sexo heteronormativo, cuando estás teniendo relaciones sexuales con tu pareja hacia el final puedes empezar a ser más rudo con el movimiento, y eso va a enviarle vibraciones más profundas a la pelvis. Pero si hubieras comenzado de esa manera seguro ella te haría parar de inmediato. Pero una vez que ya entraron en calor, puedes aumentar la intensidad y cuando te estás moviendo realmente duro, esa vibración está yendo hacia los nervios. Mejor dicho: lo que normalmente sería doloroso está ahora activando las terminaciones nerviosas más profundas en la pelvis.

El Sybian lo que hace es que extiende las ondas de vibración a una frecuencia que el cuerpo entiende y que despierta las terminaciones nerviosas. Gracias a que es una vibración muy estable y profunda, penetra a través del cuerpo de forma más activa. De esta manera hace que vibren áreas que muy a menudo no vibran, y que son zonas con las que un pene jamás podrá entrar en contacto.

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Nuestro cuerpo tiene un sesgo de frecuencia natural, y cada persona tiene un sesgo propio: si miras todas tus canciones favoritas y las alineas, podría casi que jurar que la mayoría de ellas están en la misma clave.

Todo esto es demasiado impresionante.
Todo eso es ciencia. Ahora, todas tus canciones pueden estar en una clave específica, pero las canciones favoritas de tus amigos pueden estar en una clave totalmente diferente, y eso se debe a que su cuerpo también está sintonizado en un sesgo muy específico de frecuencia. El Sybian, debido al tamaño del motor, es capaz de enviar vibraciones graves a través del cuerpo, a diferencia de juguetes más pequeños con un factor de forma pequeño que sólo puede emitir una frecuencia más alta. El Sybian trabaja en una resonancia mucho más baja que es capaz de abrirse camino a través del cuerpo, que es algo que el cuerpo puede manejar más fácilmente. A medida que aumentas la intensidad de la vibración, es como si estuvieras subiendo el volumen, pero no estás subiendo la frecuencia.

La amplitud de la frecuencia puede llegar a ser abrumadora en los nervios, pero nunca llega a un punto en que sea súper doloroso. Simplemente logras escalar gradualmente en intensidad y así tu capacidad para soportarlo aumenta.

¿La clave para conquistar el Sybian es encontrar esa frecuencia?
Es como cualquier otra cosa en pareja, como bailar, simplemente no puedes hacer una coreografía solo y luego esperar que funcione, tienes que estar pendiente y adaptarte a tu pareja. Tienes que escuchar y ver, a menudo ni siquiera miro a la persona que está en el Sybian, sólo pongo mi pierna contra su pierna para poder sentir la vibración y estoy pendiente de su respiración. Una de las cosas interesantes es poder tener la oportunidad de darle a alguien tanto placer, sin estar distraído por tu propio placer físico. Puedes desarrollar un muy buen sentido de lo que está sucediendo. Yo miro, escucho y veo, estoy pendiente de los movimientos de los dedos de los pies, o estoy pendiente de su respiración. ¿Cómo luce su piel? ¿Tiene el pecho sonrojado? ¿Está sudando? ¿Se está aferrando a mí con más fuerza? ¿Se está inclinando hacia atrás? ¿Está moviéndose para buscar un lugar más cómodo? Si ella empezó a mover sus caderas a un ritmo muy específico, entonces empiezo a hacer vibrar la máquina al mismo ritmo para empatar su movimiento. Realmente se trata mucho de corresponder lo que tu pareja está haciendo inconscientemente.

¿Dirías que es una ciencia y también un arte al mimo tiempo?

Hay gente que es mas difícil de leer que otra. Hay personas que se montan y se quedan quietos como piedras y no te dan nada, nada en absoluto. Y luego se levantan y dicen que ya terminaron, y eso es todo, así es la experiencia para ellos, parpadean y tienen un orgasmo. Y hay otros que son más vocales y muy viscerales. Una vez una mujer me mordió la cabeza. Hay otras personas a las que tienes que sostener para que no se caigan.

¿Cuáles han sido las experiencias más raras que has tenido como encantador de orgasmos?
No quiero revelar mucho las experiencias de las personas porque son cosas personales, pero con el Sybian, una vez que te has montado un par de veces, aprendes de verdad a dejarte llevar, porque todo se trata de ti. Es una de las pocas experiencias sexuales que se trata completamente de quien lo monta. Una vez que aceptas eso, te vale mierda todo lo demás. Empiezan a salir ruidos de tu boca que no sabías [que podías hacer]. Tenía una cliente bastante regular, y usualmente se volvía completamente ininteligible. Hay un punto en el que se vuelve una experiencia tan intensa que se pierde la capacidad de verbalizar con algún tipo de lógica. A menudo le aconsejo a la gente que lo va a usar que sólo den un toque cuando necesiten algo porque ya después no pueden verbalizar lo que quieren.

Suena casi como una experiencia psicodélica.
Es fantástico cuando alguien obtiene una gran experiencia a partir de algo que es una experiencia habitual, y para algunas personas es muy profunda. He visto a gente llorar mientras la usa, pero como un llanto de alegría, y gente que ha llorado después porque antes de eso no habían tenido la capacidad de liberarse a ese nivel. He visto gente que ha tenido un orgasmo por primera vez por estimulación en su punto G, o que se ha venido "a chorros" por primera vez porque no habían podido tener acceso a eso antes.

¿Qué te han mostrado o te han enseñado estas experiencias sobre la sexualidad en general? ¿Qué tanto has aprendido desde el momento en que empezaste este trabajo hasta ahora?
Cualquier tiempo que pases con gente en un nivel que supera una pequeña conversación, empiezas a ver los matices de la naturaleza humana de una manera nueva. Empiezas a apreciar lo que tienes, pero estas experiencias también han ampliado completamente mi entendimiento en cuanto a qué tan disponibles y dispuestas están las personas sexualmente. Los estereotipos están de la puerta para afuera.

Yo no miro nunca a alguien y pienso que no les interesaría la experiencia, porque hay una posibilidad de que llegué a su casa con el Sybian. Puede que veas a alguien y pienses que es la persona más conservadora, pero a esas mismas personas las he visto colgar encadenadas y golpearse en algún club de sexo. Unos de mis clientes más fieles es un tipo de 70 años que tiene un bigote como el del Coronel Sanders y su esposa, que se ve como la abuelita más callada que se la pasa todo el dia tejiendo, y les encanta esta mierda. Ella consiguió trajes específicamente para esto. Así que es algo imposible de medir. Simplemente no puedes saber cómo son tus vecinos.

¿Algún consejo sexual final?
Si has tenido una experiencia que no fue muy buena, examina cómo fue la experiencia y por qué no la disfrutaste. Muy a menudo, el problema es la persona con la que tuviste la experiencia, o el contexto emocional en el que se dio. Mucha gente renuncia al gran potencial que pueden tener en su vida por pensar que hay cosas que no podrían hacer o que nunca harán. Si hiciste el intento y probaste algo y decidiste que no era para ti, está bien. No estoy diciendo que te vayas a lamer todos las penes hasta que encuentres. Pero si tuviste sólo una interacción con algo, por lo general eso no es suficiente para evaluar si era o no adecuado para ti. Tienes que probar las cosas más de una vez, y probarlas de nuevo con alguien con quien te sientas cómodo. Eso hace una gran diferencia.