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Tres perlitas del Cuau que nunca olvidaremos

Pegarle a un reportero, desatar una bronca o sacar el machismo contra una abanderada. El polémico Cuau.
FOTO: Sipse.com

Sí, sí, Cuauhtémoc Blanco es un ídolo. El 10 no sólo es el último gran ídolo del América, sino también para el pueblo mexicano, nos llevó al Mundial de Corea y Japón y también echó la mano para ir a Sudáfrica. Clavó un golazo ante Bélgica en el 98 y también le hizo ver su suerte a Honduras y los Estados Unidos. El Cuau será lo que quieran, pero con la verde siempre se puso a mano.

El hoy alcalde de Cuernavaca siempre sacó la garra, el carácter, lo broncudo típico del barrio bravo, y aunque repartió golpes a diestra y siniestra, hay algunos episodios del 10 que no quisiéramos recordar, o volver a ver en el futbol.

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No es un secreto que la Azteca Deportes de José Ramón Fernández era antiamericanista, pero a muerte. Las críticas de los comentaristas de la televisora al americanismo siempre fueron fuertes, a tal grado que jugadores como el Cuau eran el blanco recurrente de las críticas. Fuerte de carácter y enfrascado en dimes y diretes con David Faitelson, Blanco explotó y aprovechando la bronca de un partido caliente entre el Veracruz y el América, el Cuau agredió a Faitelson desde el vestidor, pegándole al comentarista por la espalda y escondiéndose. Para su mala suerte lo captó una cámara y la polémica no se hizo esperar con una cargada potentísima desde los estudios de Azteca.

Burlón, calentón. Así fue el Cuau como futbolista, lo cual le hizo vivir varios enfrentamientos con los rivales. Uno de los peores fue aquel en el estadio Azteca contra el Sao Caetano. Blanco se la pasó burlando de los rivales con aquel festejo levantando las manos y los pies, en tono bastante sobrado, alrededor del rival; pues los brasileños se la regresaron en el mítico coloso de Santa Úrsula, lo cual no fue del agrado del Cuau, que se calentó y descontó a más no poder, desatando así una bronca tremenda, que terminó con integrantes de La Monumental invadiendo la cancha y agrediendo a los jugadores del Sao Caetano. Al Cuau lo suspendieron un año de toda competición de Conmebol.

Quizá el acto más penoso fue aquel de índole misógina. Cuando el Cuau sacó el machismo y enojado por una mala decisión de la entonces abanderada, espetó: "A lavar trastes mi'ja". Causando no sólo polémica sino la indignación del feminismo más duro del país. Una vez más y para su mala fortuna las cámaras lo grabaron, en esta ocasión las de ESPN para retratarlo en la Contracrónica de Barak Fever.

Genio y Figura, así es el Cuau. El último gran ídolo del futbol mexicano, el emperador de México.