Las elecciones del Estado de México, plagadas de denuncias de fraude, compra de votos y agresiones a periodistas, dejaron fuera temas profundos que aquejan a quienes viven en la entidad. Fuera de los debates televisivos, de los mítines y de las plataformas políticas, quedaron los indígenas, defensores del territorio y de derechos humanos a los que VICE se acercó para recoger sus puntos de vista críticos sobre la vida en la entidad.
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1. Responsabilidad del Estado en los feminicidios
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De acuerdo con la investigadora y activista, nadie distinguió la relación de violencia de género con otras formas de violencia estructural como la pobreza, la desigualdad, la falta de educación. La mujer es vista como un objeto de políticas huecas, un recipiente, y no un sujeto político y social: "El ejemplo muy claro es el salario rosa. El ama de casa es un objeto donde te van a depositar las políticas clientelares".Para Sofía Silva, el escenario después de las elecciones mostrará la continuidad de la violencia: "De arriba no vendrá la respuesta", cuenta. Sin embargo, ahora existe una lucha y articulación de la sociedad civil que pretende ir a niveles más profundos: "Para contrarrestar esto no basta con sólo una denuncia pública, sino con la reeducación".Esa herradura que llamamos Estado de México alberga a los pueblos indígenas mazahua, otomí, nahua, matlazinca y tlahuica, quienes representan aproximadamente el 6 por ciento de su población. Si bien su población no es tan alta como la de los pueblos originarios de Chiapas y Oaxaca, los indígenas mexiquenses tienen un papel primordial en el cuidado de los bienes naturales con los que cuenta toda la Cuenca de México y las montañas que la rodean.Un ejemplo importante de esta defensa de la tierra es el pueblo otomí-ñätho de Xochicuautla, ubicado en la montaña del alto Lerma y famoso por la protección de los bosques. La comunidad de Xochicuautla fue olímpicamente ignorada por candidatas y candidatos después de que el Concejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla lanzara una misiva poco antes del último debate entre aspirantes a la gubernatura para emplazarlos a un diálogo.
2. Ignorar las demandas de los pueblos indígenas
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La misiva decía:
La autopista llamada Toluca-Naucalpan, concesionada en 2007 por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto a Grupo Higa (si, el Grupo Higa de la Casa Blanca), ha causado detenciones arbitrarias durante el gobierno de Eruviel Ávila. Sin embargo, Xochicuautla insiste en que su lucha es pacífica y lanzó una propuesta alternativa a la autopista.El emplazamiento fue replicado en diversos medios de comunicación. El día del segundo debate para la gubernatura el tema de Xochicuautla se convirtió en Trending Topic con el hashtag #XochiEsAgenda. Pero nadie absolutamente mencionó la devastación ambiental causada por Grupo Higa en los pueblos otomíes de Lerma y Huixquilucan. José Luis Fernández, vocero del Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra, contó a VICE que obtuvieron una respuesta del Partido de la Revolución Democrática y de Movimiento Regeneración Nacional, pero las campañas se cerraron y finalmente ya no se reunieron con ellos."Como pueblo indígena, podemos aportar en el entendimiento sobre nuestras formas de vida, sobre el ejercicio de nuestra autonomía, y nuestros usos y costumbres; sin embargo, vemos con preocupación que esos temas no están presentes en sus propuestas, en sus campañas electorales, en sus debates o en los programas de gobierno del Estado de México. Somos conscientes de que, hasta el día de hoy, ninguna candidata o candidato ha fijado una postura pública ante el proyecto denominado Autopista Toluca-Naucalpan, ni de lo que hemos vivido durante más de diez años en San Francisco Xochicuautla".
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El vocero de Xochicuautla opina que así quedó en evidencia la actitud hacia los pueblos indígenas por parte de los contendientes a la gubernatura. Además, opina que el escenario electoral es complicado y la elección se ha enrarecido: "queda claro que es una elección de estado, y el PRI ya decidió que se queda con el Estado de México y la continuidad de Alfredo del Mazo para la imposición del proyecto carretero sobre los bosques".
3. La guerra por el agua
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A partir del 2003 se dan una serie de modificaciones a las leyes ambientales para poder crear ciudades-dormitorio en los municipios de Tecamac, Zumpango y Huehuetoca. Ya para el 2005 la población se levantó, hizo plantones, marchas, movilizaciones para echar abajo las modificaciones a las leyes ambientales. A pesar de que el municipio intentó quitarles el sistema de agua, lo retuvieron con una decisión judicial. A partir de entonces se juntan con otras organizaciones en el país —y desde hace cuatro años también en el Estado de México— para hacer valer el derecho humano al agua garantizado en 2012 por la Constitución. Sin embargo, el peligro contra su fuente de agua continúa: "Estas son zonas de valor ambiental, de cultivo y acuíferos y ahora están ocupadas por miles de viviendas. Esto ha creado un fuerte despojo de los bienes naturales".Ovando tiene una preocupación: "En el discurso de todos los candidatos no hablan de algo que hablamos es el respeto de programas de ordenamiento ecológico". Megaproyectos como la conexión de las ciudades mediante al autopista Toluca-Naucalpan, o el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM) en tierras que antes fueron la laguna de Texcoco, dice el especialista en el tema del agua, son para beneficio de negocios privados en detrimento de derechos de pueblos originarios y disfrute de su ambiente sano y agua y tierra.Su pueblo en particular se enfrenta a una enorme planta de la empresa Peñafiel (la favorita del presidente, bromeó Peña Nieto durante la inauguración en abril), que usaría 777,600 metros cúbicos anuales del acuífero de Tecámac, cuya población ya interpuso diversos recursos legales que hasta la fecha no han prosperado. Sin embargo, Ovando aclara que la defensa del agua en el Estado de México (que hasta el momento ha dejado seis personas encarceladas en el pueblo nahua de Tlanixco y la represión brutal de la policía en el municipio de Coyotepec), pasará a la ofensiva: "Esto va más allá de las elecciones. Impulsaremos una Ley Ciudadana de Aguas para el Estado de México. La lucha por construir una ley ciudadana es al margen; y las propuestas deben seguir adelante independiente de los procesos electorales".
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