Contaminación del aire en Medellín: lo peor ya pasó, pero...
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Contaminación del aire en Medellín: lo peor ya pasó, pero...

La contaminación se acumuló en el Valle de Aburrá durante los primeros días de marzo y el aire se volvió perjudicial para la salud. Los reportes de abril indican mejoría pero, sin duda, es mucho lo que queda.

Ya lo sabemos todos: la llamada ciudad de la eterna primavera, tan verde y soleada como se ve en las postales de turismo, se vio opacada por una mancha gris que no deja ver el horizonte. Como Beijing. O, para el caso, como Bogotá en sus peores días. En esa Medellín de estos tiempos resulta un peligro, si quiera, tomar una bocanada de aire fresco.

Dicho de una forma simple, la contaminación se acumuló en el estrecho Valle de Aburrá, ese hueco natural situado entre las montañas de Antioquia, donde están ubicadas Medellín, Caldas, La Estrella, Itagüí, Sabaneta, Bello, Copabana, Girardota y Barbosa. Pero aparte, sin tener en cuenta el hecho de que el aire sucio se quedó atrapado, las condiciones climáticas de Colombia han dificultado su salida.

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Es una sumatoria desafortunada de hechos que, registrados en la prensa, parecieron una cosa que sucedió de un día para otro.

De acuerdo con Carmén Helena Zapata Sánchez, docente de la Universidad Nacional, y directora de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá, una autoridad del caso, "no es solamente la contaminación. No es que hayamos aumentado de un día para otro las emisiones, realmente lo que originó el incremento en las concentraciones fue la acumulación producida por fenómenos climáticos".

Es decir, el Fenómeno del Niño de este año, ese mismo que los representantes del Gobierno han tildado de ser el más duro la historia de Colombia, puso su cuota en la mancha gris: de acuerdo con la profesora Zapata, la circulación de los vientos cambió de manera drástica y el periodo de lluvias fue alterado: la acumulación de los contaminantes en un aire que no tenía para dónde irse o forma de condensarse en forma de lluvia se hizo inminente.

El pasado 8 de marzo se disparó la emergencia: ahí vimos los niveles de contaminación superando la norma colombiana de mala calidad del aire que, según el Decreto 2 de 1982, no deberá exceder los 100 ug/m3 (microgramos/metro cubico), pues de 100 para arriba, la calidad del aire empieza a ser dañina, sobre todo para niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias.

Tabla Indice de Calidad del Aire.

O, mejor, y mucho más ilustrativo, vimos esa foto de una Medellín invisible encapotada debajo de una nube negra que ocultaba el techo de los edificios más altos.

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Ante la alerta, el Área Metropolitana empezó a hacer públicos los reportes diarios del Índice de la Calidad del Aire ––ICA–– que realiza la Universidad Nacional de Colombia, encargada de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire del Valle de Aburrá, para mantener informada a la población. Día a día.

Los reportes son un indicador para mostrar el estado de la calidad del aire y miden con principal interés el material particulado PM 2.5 y PM 10, el cual puede ser encontrado en el aire en forma de polvo, humo u otros elementos. Según lo indican los reportes, los números 2.5 y 10 equivalen al tamaño de las partículas del material. Entre más pequeña sea la partícula mayor el perjuicio para la salud, pues, una vez inhaladas, llegan a las zonas periféricas de los bronquios y alterar el intercambio pulmonar de gases.

Ahora, una pausa. Hay que definir "partícula". De acuerdo al "Informe Patologías Respiratorias en Niños Preescolares y su Relación con la Contaminación Atmosférica de Medellín", elaborado por la Universidad de Medellín y la Universidad Ces para la Alcaldía de Medellín, publicado en 2007, una partícula es cualquier material sólido o líquido, dividido finamente, que es dispersado y arrastrado por el aire. Las partículas provienen de procesos de combustión, actividades industriales o fuentes naturales, pero también se originan como resultado de la oxidación de contaminantes gaseosos en la atmósfera y su reacción con vapor de agua.

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Aunque el aire contaminado es perjudicial para todos, los más vulnerables, de acuerdo al informe, son los niños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas que tienen enfermedades respiratorias preexistentes como asma, EPOC ––Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica–– y quienes han sido fumadores y tienen problemas derivados de su hábito.

Los reportes del ICA registran diariamente la calidad del aire desde el primero de marzo de 2016 y representan lo perjudicial del mismo a través de colores: verde es bueno, amarillo es moderado, naranja es dañino, y rojo, sensible a la salud.

Reporte ICA del 05 de abril de 2016. La estación más crítica.

Aunque en los reportes se evidencia que lo peor ya pasó ––los días de más contaminación fueron entre el 8 y el 18 de marzo––, y la situación parece ir mejorando con la llegada de las lluvias (benditas lluvias que salvan embalses y energía y cultivos), hay estaciones de Medellín que continúan con una contaminación muy alta.

Al 5 de abril de 2016, la estación de monitoreo ubicado en el Metro de La Estrella no cumple la norma para PM 2.5. Por su parte, las estaciones de la Universidad Nacional, el Museo de Antioquia, Casa de la Justicia de Itagüí y Lasallista Caldas sí lo hacen pero están al límite. Más fácil: la calidad del aire en esas zonas es dañina para grupos sensibles. Solo tres de las estaciones tienen calidad de aire moderada. Para PM 10 todas cumplen la norma. Incluso, tres de las estaciones registran calidad de aire buena.

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"Estamos esperando que se consolide la temporada de lluvias en este mes de abril y se normalice", me dice Carmén Sanchez, explicándome que la situación ha venido mejorando, y que las estaciones que tienen más problemas, de todas formas, tienen sus particularidades.

Ejemplos: la estación de monitoreo del Museo de Antioquia se ve fuertemente afectada por el tráfico vehicular; la del Metro de La Estrella ––que es la última de las estaciones del metro al sur de la ciudad–– está jodida por la construcción del puente de la 77 sur y su consecuente embotellamiento vehicular.

Reporte ICA del 05 de abril de 2016. Una de las estaciones con mejor calidad de aire.

"Pero…"

La situación, aunque no está al límite de los primeros días de marzo, sigue siendo preocupante. Según Elkin Martínez, médico y mágister en epidemilogía de la Universidad de Antioquia, en Medellín una persona muere cada tres horas por causa de la contaminación del aire. Y en Colombia muere una por hora. Las soluciones que se necesitan son urgentes.

"Si nosotros no lo hacemos voluntariamente, toca que las autoridades tomen medidas restrictivas –– me dijo Carmen Sánchez––, la otra cosa es que la autoridad ambiental no tiene control sobre la venta de vehículos: en este país le venden un vehículo a cualquier persona con cien mil pesos".

A su turno, Carmen Zapata me dijo algo que luce evidente pero que, al parecer, no lo es: "nosotros no podemos cambiar los fenómenos climáticos, no podemos cambiar el clima, entonces la única forma de disminuir la contaminación es reduciendo emisiones". Las medidas, según ella ––haciendo énfasis en que opina como profesora no desde su posición de directora de la Red de Monitoreo–– pueden ser del siguiente tenor:

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Por parte del Gobierno debería haber medidas que controlen la venta de vehículos y, a su turno, mayores exigencias en el control de emisiones de los vehículos. Por otra parte hay que dar incentivos a formas alternativas: vehículos eléctricos, motocicletas, trenes, más transporte público no contaminante. Chatarrización de vehículos que tengan más de 20 años.

"Nosotros tenemos en este momento un parque automotor que casi es 50% de motos y 50% del resto de vehículos de 4 ruedas y más, ese porcentaje de motos ya es muy apreciable la contaminación ellos son altamente responsables por el PM2.5".

¿Qué hacer?

Por ahora, según el Sistema de Alerta Temprana -SIATA- que monitorea las variables meteorilógicas, se espera que en unas dos semanas se normalice el periodo de lluvias. Carmen Zapata, finalizando, dice que están "esperando que el Fenómeno del Niño se reduzca, pase de su periodo 'fuerte' a 'moderado' o 'neutral' y se regularicen los niveles de contaminación en el Valle de Aburrá, sin acumulaciones".

Pero las lluvias son variables y podrían no venir dejado cruzado el panorama: Medellín gris y Bogotá soleada. Es hora de ayudar a reducir las emisiones. Todos.

***

Sara es paisa y quiere ver el cielo de su ciudad, otra vez, como esa mancha de azul prístino que era hace unos años. Háblale de medio ambiente poracá.