Todos sin excepción hemos precopeado. Unos cuantos tragos de tequila para calentar la garganta antes de la fiesta. Unas copitas de merlot que animen el espíritu para esa "gran noche" o una botella de ron y algo de Coca Cola camino a ver a tus amigos. Todos lo hacemos.Pero ahora, los científicos han invertido su precioso tiempo y dinero para responder la pregunta del millón: ¿Qué país ama más los precopeos?¿Serán los alemanes amantes de la cerveza? ¿Los franceses y su vino tinto? ¿Los escoceses con el Buckfast?¿Los mexicanos y el mezcal?De los 25 países y 65,126 personas estudiados utilizando datos de la Global Drugs Survey (Encuesta Mundial sobre Drogas), investigadores de universidades alrededor del mundo han colocado a Irlanda en la cima del precopeo. Los resultados, publicados la semana pasada en el diario Drug and Alcohol Review, descubrieron que el 85.4 por ciento de los 1,883 irlandeses encuestados dijo que bebían alcohol en privado antes de salir de fiesta.En segundo lugar está Noruega, en donde un 80 por ciento admitió precopear. Nueva Zelanda y Dinamarca casi empatan en tercer lugar con 78.7 por ciento y 76.2 por ciento respectivamente. Mientras que Reino Unido quedó en quinto lugar con tres cuartos de los encuestados diciendo que bebían antes de salir. Al otro lado del espectro alcohólico, la encuesta descubrió que Grecia tenía la menor cantidad de precopeos, solo un 17.7 por ciento dijo que tomaban antes de alguna salida.Los investigadores esperaban determinar qué es lo que incrementa las probabilidades de beber en casa. Concluyeron que si bien el precopeo era un fenómeno mundial (algo obvio), la cantidad de bebedores frecuentes en un país, así como el precio del alcohol determina el porcentaje de precopeos. El estudio dice: "Entre más elevada la prevalencia de bebedores frecuentes, más alto es el porcentaje de precopeos […] En países con una tasa de precios menor, entre más bebedores frecuentes haya, más se practica el precopeo. El efecto contrario se observa en países con rangos de precio más altos".Básicamente, cuando el vino está en oferta, no tienes más remedio que beber.
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