Lo que no dijo Peña en su tercer informe de gobierno

El presidente cedió el turno a su secretario de Gobernación, Osorio Chong, quien entregó, en tiempo y forma, el informe de Gobierno a los diputados Jesús Zambrano y Roberto Gil, mientras miles de mexicanos se preparaban para ver el tercer informe presidencial. Pero lo cierto es que la campaña de difusión del informe funciona desde el 25 de agosto, fecha en que comenzó la transmisión de mensajes en televisión, radio e internet.

Según el Pew Research Center la popularidad del mandatario cayó siete puntos porcentuales —de 51 a 44— entre 2014 y 2015. Y luego por qué luce tan desvelado el mandatario. Él también se cansa. Debe ser estresante que no aplaudan sus logros.

En honor a la verdad vamos a revisar dichos logros pero en video, porque ese es el informe que llegará al grueso de la población.

Educación

En el primer video que encontramos en el canal de YouTube de Presidencia, vemos a un Peña Nieto enflaquecido y desmejorado, a pesar del maquillaje. Está sentado en el escritorio de lo que parece una biblioteca, onda profesor-amigo.

"En estos tres años dimos pasos importantes. El Estado recuperó la rectoría de la educación; los maestros ya son seleccionados y promovidos con base en evaluaciones que reconocen su mérito", dice Peña. "Hemos establecido también miles de escuelas de tiempo completo y otorgado laptops o tablets a casi un millón de alumnos".

Sin embargo, el video no menciona la intromisión de entidades paraempresariales, como Mexicanos Primero. También se pasa por alto que la reforma carece de contenidos sustantivos, que fue diseñada e impuesta sin la participación del magisterio y que la evaluación quedó en exámenes. Por otro lado, el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM publicó en su boletín que el propósito de las estas evaluaciones es resolver la compleja situación con el sindicato de maestros, renuente a la eliminación de las plazas automáticas o ceder el control de los mecanismos para ascender en la carrera magisterial y la gestión misma de la carrera magisterial.

Tampoco se recordó que el control de la educación en Oaxaca lo cedió el gobernador priísta Heladio Ramírez López, cuando el también priista Diódoro Carrasco ya era gobernador electo de la entidad. Pero eso sí, se repartieron muchas tablets.

Economía

En otro video, Peña Nieto luce macilento pero seguro al confirmar que la ruta está trazada; es cosa de esperar el desarrollo económico que traerán consigo las reformas estructurales.

"México aún no se está moviendo a la velocidad que todos queremos. Hay tres frenos que lo impiden, la corrupción, la desigualdad y una situación económica mundial complicada que se refleja en una caída del precio del petróleo. ¿Qué vamos a hacer? Enfrentar estos retos para acelerar el efecto transformador de las reformas y que sus beneficios te lleguen a ti", dice el presidente.

Y como no puedes hacer un omelette sin romper algunos huevos, en el camino perdimos dos paraestatales, Pemex y CFE. Ahora son empresas productivas de propiedad exclusiva del gobierno federal, no del Estado (que incluye a la sociedad). Un daño colateral que será resarcido con crecimiento económico y más empleos, dicen.

Tampoco se reconoce que la oportuna intervención de la administración federal permitió asegurar el precio del barril de petróleo en 79 dólares —acorde a lo presupuestado—, y eso que las coberturas petroleras —así se llama ese seguro— costaron 773 millones de dólares. Obviamente se pasa por alto que en noviembre de 2014, cuando se compraron dichas coberturas, la divisa estadunidense rondaba los 13.60 pesos. Fue un ahorro sustancial porque el dólar llegó a 17.50 pesos. Revisen lo que se pagará en 2016 y las condiciones para que sientan miedo y reconozcan lo ya realizado.

Así que tendremos que seguir esperando los beneficios de las reformas, ya que en la primera ronda de las calificadoras, el panorama solo se complica.

Pobreza

"Para combatir la desigualdad, en la primera mitad de este Gobierno, logramos las reformas necesarias para impulsar la economía y crear más empleos, porque solo con crecimiento económico se puede dejar atrás la pobreza y la desigualdad", nos dice un Peña Nieto depauperado y de corbata azulgrana.

"Hemos logrado reducir la pobreza extrema, pero aún nos falta mucho por hacer. Por eso, en la segunda mitad de este Gobierno vamos a acelerar la puesta en marcha de las reformas y crearemos zonas especiales de desarrollo en el sur del país para promover las inversiones y el empleo", agrega el primer mandatario.

De hecho, es de presumir que ya se redujo la estadística de pobreza extrema—cuando no se tiene ni para comer—. Y no son solamente cifras, 100 mil mexicanos la superaron, el Coneval.

Lo que faltó fue explicarle a Coneval —organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal— cuál era la línea de la administración pública federal, pues en julio pasado publicaron que si bien de 2012 a 2014 la pobreza extrema se redujo de 9.8 o 9.5 por ciento, aumentó la pobreza en general —vivir con menos de 2 mil 500 pesos al mes en ciudades o mil 250 pesos en zonas rurales—. Al parecer, dos millones más de pobres en dos años es un reto que las reformas seguramente superarán.

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Por mientras hay casi 6 mil programas sociales. Y ni decir nada de que México es el segundo país con mayor desigualdad entre los miembros de la OCDE, según el propio organismo internacional. Del problema migratorio —o los niños migrantes— que la falta de oportunidades provoca o de los retos del campo y los jornaleros menor no hablemos, bastantes preocupaciones tiene ya la administración federal.

Seguridad pública

"Nos comprometimos a trabajar con las comunidades para prevenir la delincuencia y estamos cumpliendo", dice un demacrado Peña.

Luego, una voz en off completa su discurso.

"Creamos redes ciudadanas en 80 comunidades de alta incidencia delictiva. Recuperamos más de 2 mil 300 espacios públicos. Desarrollamos proyectos productivos para jóvenes y víctimas de la violencia. Los homicidios disminuyeron 24 por ciento y en 2014 se tuvo la tasa más baja en seis años".

Sobra decir que los casos de secuestros, violencia, narcotráfico y violencia judicial son parte de nuestro día a día. Los 57 mil 410 asesinatos dolosos registrados en los primeros tres años de Peña Nieto —cifra mayor a los primeros tres años de Calderón—, Ayotzinapa o Tlatlaya son hechos aislados por los que el presidente ya hasta pidió disculpas y ofreció 10 medidas.

Pero claro, es más fácil burlarse de nimiedades, como la caída de la banda presidencial. Quizá, como el presidente con su Periscope, estamos buscando cualquier distracción mientras esperamos a que lleguen estos anunciados logros. Ahí están las fotos del presidente y las cifras de nuestro país; la decadencia es tan obvia que no hace falta mencionarla en el informe.

Y todavía falta medio sexenio; paciencia, México.

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