La primera vez que vi las fotos de Vali Pană fue en Facebook. Me llamaron la atención de inmediato porque mostraban una Rumania que nunca conocí. Lejos de los bloques socialistas grises que construyen el cliché de una dictadura en Europa Oriental, sus fotografías muestran gente joven divirtiéndose en montañas tan remotas donde ni la policía secreta llegaba.Vali empezó a escalar en la década de 1970 mientras estaba en el ejército rumano, después de que sus compañeros lo convencieron de ir a explorar los Montes Cárpatos. En su primer viaje, quedó fascinado por la majestuosa belleza de los paisajes pero no fue gratis: "De regreso, me di cuenta de que me estaban sangrando las plantas de los pies. Me fui a escalar en tenis", explicó. Como pueden ver en las fotos, la gente en ese entonces no tenía dinero para comprar tenis o no tenía acceso a equipo profesional para escalar. "Pedíamos aventón, caminábamos, nos íbamos en bici a pueblitos y ciudades desconocidas. Poníamos nuestra casa de campaña en las montañas y ahí pasábamos la noche. En realidad, antes de eso no conocíamos nuestro país. Apenas lo estábamos descubriendo".
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Con el tiempo, Vali empezó a fotografiar los lugares que visitó —a veces solo, a veces con amigos—. Dijo que se arrepiente de no haber retratado a la gente que conoció en el camino. Aun así, sus fotos nos dan una idea de cómo era ser joven y sentirse libre en Rumania comunista.Abajo puedes ver más fotos de Vali.
