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no me hallo

Dios bendice bodas gays en Guadalajara

El arzobispo primado de la Iglesia Católica Ecuménica en México realiza matrimonios entre personas del mismo sexo y difunde el uso del condón en el nombre del mismo dios del Vaticano.

David Kalke recibiendo la capa de arzobispo en Italia.

En Guadalajara se han celebrado cinco matrimonios entre parejas del mismo sexo por la iglesia. ¿Cómo, si los católicos siempre han rechazado el matrimonio igualitario por la vía civil y muchos aún piensan que los gays deben morir lapidados? Las uniones no las realizó un sacerdote de la Arquidiócesis de Guadalajara sino el recién nombrado arzobispo primado de la Iglesia Católica Ecuménica (más conocida como ECC, por siglas en inglés) en México, un grupo perteneciente al movimiento de Iglesias Católicas Independientes.

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Para el arzobispo David Kalke, nacido en Estados Unidos, estas uniones tienen todo el valor de algo llamado sacramento y que es consagrado por dios, cosa que no logré comprender pero que para los creyentes parece ser muy importante.

Los homosexuales católicos deben soportar dos cargas: los prejuicios que aún subsisten en la sociedad hacia la diversidad sexual y la postura del Vaticano que les crea el conflicto de pensar que el dios en el que creen los abomina. De ahí que muchos curas lleven vidas ocultas o sacien sus deseos sexuales con menores de edad, sobre quienes pueden mantener un control.

Así, la ECC brinda un espacio e inclusión —como algunos otros grupos religiosos— hacia los creyentes no heterosexuales. Nació en California en 1987, y durante estos años se ha mostrado abierta hacia las luchas por los derechos humanos en general. Tiene sacerdotes mujeres, homosexuales y bisexuales; el propio arzobispo Kalke es gay.

Esta expresión del catolicismo llegó a México apenas en el año 2010, cuando Kalke dejó de ser luterano para ser parte de la ECC. En ese entonces viajó a Guadalajara para iniciar un proyecto pastoral, de prevención del VIH y de promoción de los derechos de la diversidad sexual.

En Polanco, una colonia popular al sur de Guadalajara, cuenta con una casa que funciona como capilla; también abrió un café llamado Los Martines y una asociación civil del mismo nombre, en honor a San Martín. Reparte condones y folletos con información de planificación familiar en un tianguis de la zona, hace pruebas de VIH a los trabajadores sexuales que viven en la colonia, y atiende a las adolescentes que tienen dudas sobre la sexualidad y la prevención del embarazo.

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Todo esto se contrapone a las posturas que ha extendido El Vaticano por todo su imperio. Por ello decidí visitar a David Kalke en su café para que me platicara más sobre su trabajo, sus conflictos con la iglesia católica y el matrimonio igualitario.

¿Cómo llegaste aquí a Guadalajara, a esta colonia?
Bueno, durante 21 años trabajé en Nueva York con la comunidad latinoamericana, refugiados por las dictaduras militares en América Central. En 1996 decidí ir a California y empecé el trabajo pastoral ahí y en California trabajé mucho con la comunidad mexicana.

Siempre he sido un activista por la prevención del VIH, y en 2008 abrimos un proyecto en Michoacán para trabajar con jóvenes en un pueblito en la prevención de VIH, no tuvimos la base suficientemente fuerte para sostener toda la crítica y la presión que había de la iglesia católica romana.

Ya en 2010 decidimos abrir algo aquí en Guadalajara de tiempo completo. ¿Por qué en Polanco?, porque yo soy de la opinión que las organizaciones como la nuestra deben tener una base en una colonia de gente que esté en el margen de la ciudad, hay muy buenas agencias en el centro de la ciudad pero esta es gente que no va al centro para una aplicación de la prueba rápida, no va al centro para conseguir sus condones, no van al centro para recibir atención, muchos de la colonia han sido marginados y tan sólo para ir al centro ida y vuelta son 12 pesos, entonces no van a gastar.

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En internet no encontré mucho sobre tu movimiento religioso, cuénteme más sobre la ECC.
La Iglesia Católica Ecuménica es parte del movimiento de iglesias católicas independientes, que es un movimiento histórico. En 1987 nació la ECC con el objetivo de crear un espacio religioso para los gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros. Nosotros no tenemos ninguna discriminación en la iglesia; yo soy gay, tengo pareja, soy arzobispo primado, el arzobispo anterior (que falleció) también era gay, tenemos sacerdotes mujeres, nosotros no discriminamos.

Mantenemos la posición católica pero sin estar bajo la influencia de Roma y su disciplina, tenemos los mismos sacramentos, pero no los vendemos, son gratis, cada sacerdote tiene que tener su propio trabajo, no tenemos oro, nuestra iglesia son capillas pequeñas o lugares como éste donde celebramos la misa, tenemos un movimiento más ligado con la gente que no tiene muchos recursos.

¿Y cómo realizas las bodas entre personas del mismo sexo? ¿Tienen valor para los católicos?
Yo aquí en Guadalajara he celebrado cinco misas matrimoniales para parejas gays, y estamos preparando otra para una pareja lésbica. Es una misa, una bendición, con todo el valor del sacramento y eso es algo que nos distingue de algunas otras iglesias.

Una cosa es una bendición, tú vas con tu pareja y pides la bendición, como lo hacen algunas otras corrientes religiosas, pero en la tradición de los católicos el matrimonio es un sacramento, una bendición especial de dios, y que siempre ha estado limitado en la iglesia católica romana, en esta iglesia los gays y lesbianas que son católicos pueden venir y recibir lo mismo, un sacramento matrimonial.

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¿Han sido parejas de aquí de la colonia o de toda la ciudad?
Han sido parejas de toda la ciudad, que escuchan que hay un sacerdote que puede hacer una misa para casarlos y se acercan. Todas fueron muy emocionantes, muy emotivas, todos quisieron que fueran privadas y participaron los abuelos, tíos y tías. La constante en todas las bodas que hice fue que los abuelos eran los que más lo apreciaron, porque vienen de la influencia de la Iglesia Católica Romana y nunca pensaron que su nieto gay iba a tener una misa para celebrar su matrimonio. Hubo hasta lágrimas, algo muy emocional por haber participado en el matrimonio de su nieto.

Este es un quiebre muy grande con la iglesia tradicional.
Es algo sutil, pero una diferencia interna importante. La iglesia católica romana no tiene que aceptarnos, no nos aceptan porque tenemos diferencias, pero tienen que respetar el hecho de que existimos porque tenemos sucesión apostólica.

Aquí el sacerdote local me ataca, le dice a la gente que no puede venir al café porque, dice, son mensajes de un profeta falso. La curia de México ha estudiado nuestro caso y han dicho “déjenlo, déjenlo, no está en contra de nosotros, no está robando nuestra gente, no está sacando dinero de nosotros”.

¿Tienen iglesias en otros países además de Estados Unidos y ésta, en México?
Tenemos una iglesia en Italia. El 28 de enero hicimos un matrimonio de una pareja gay muy conocida en Italia porque han trabajado para combatir la homofobia por muchos años. Han estado juntos 49 años y se casaron este año en nuestra iglesia. Se abrió un debate, se abrieron ataques, y al mismo tiempo tuvimos dos sacerdotes de nuestra iglesia invitados a la misa de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.

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Nuestro arzobispo en Sicilia trabaja con gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros. Trabaja con muchos grupos de gays que han sido víctimas de violencia, es un trabajo pastoral pero también es formación que tendrá un impacto. Este arzobispo hace cinco años fue un drag queen y decidió entrar a la iglesia.

También tenemos un sacerdote en Colombia, y prospectos en Chile, Costa Rica y Brasil.

Y aquí en México, ¿cómo planean extender su trabajo?
Es muy complicado desarrollar aquí un grupo de gente. Muchos de los seminaristas que son gays y que han salido de la iglesia católica romana no quieren ser parte de nuestra iglesia. Tienen miedo, yo creo que hasta cierto punto tienen sentido de culpa, que han fallado y no aceptan algo de sí mismos, mucha discriminación por la cultura popular y hasta cierto punto muchos gays han internalizado el odio por lo que son y no creen que puedan ser aceptados por dios como sacerdotes, hay mucho trabajo ahí.

Había ordenado a un diácono y a los tres días se fue, porque él tiene una prima que es monja y le dijo que toda su familia se iba a ir al infierno. Ahora no hace nada, está viviendo con una situación de culpa muy profunda, es un poder muy fuerte de los católicos.

Tuvimos dos candidatos a sacerdotes que la iglesia católica romana intervino, le ofrecieron a uno mandarlo a Chile a estudiar una maestría y al otro lo mandaron a Chicago, es una forma de control que ellos tienen para que no se acerquen a nosotros.

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Miembros de la Comunidad de los Martines.

¿Se les ha dificultado tratar temas de diversidad sexual, VIH y uso del condón en zonas populares?
Eso un mito. Por ejemplo, nosotros tenemos un puesto los domingos en el tianguis en donde repartimos condones e información sobre los derechos de los gays, se pueden comprar condones de sabores, aromas… la gente nos ha dicho “van a tener problemas”, nunca hemos tenido ningún problema.

Aquí en este barrio sabemos que hay algunos trabajadores sexuales que viven aquí y trabajan en Plaza Tapatía, y hay una aceptación, digamos, son parte de esta comunidad.

La gente sí toma conciencia, es algo muy sutil. La gente primero no dice nada y no quiere ver, pero se llega el punto en que hasta abuelos han llegado: “Yo quiero condones para mis nietos, no quiero más bisnietos, yo voy a hablar con ellos sobre el uso del condón porque esto de tener tantos niños no”. La gente toma conciencia a nivel del pueblo, y ahí trabajamos.

Nuestra iglesia lucha en contra de la pobreza y una de las razones principales de la pobreza es que hay mucha gente en el mundo, sobrepoblación, cómo se controla eso, planificación familiar.

No estamos cambiando al mundo, pero hay gente aquí que ya ha cambiado su forma de pensar, no es gran cosa pero aquí sí es gran cosa.

¿Y qué opina de la Iglesia Católica Romana y sus obispos? Algunos dicen que han tenido signos de apertura a los derechos humanos.
Yo tengo mucho respeto por figuras como Samuel Ruiz o Raúl Vera, hay muchos individuos que han sacrificado mucho y hacen mucho, hay que apoyarlos y no estar en conflicto con ellos.

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Mi problema es en este momento es que hay un Papa (Francisco I) que dice “tenemos que cambiar el discurso sobre los homosexuales, tenemos que cambiar el discurso sobre las mujeres”, pero no se ha dejado a ninguna mujer ser sacerdote.

En Uganda este Papa tiene un obispo que dice que los gays tienen que ser asesinados. Es un obispo de la iglesia católica romana que ha dicho eso y el Papa no dijo nada, un obispo que ha pedido públicamente que se mate a los gays.

Hace unos meses el Papa ordenó nuevos cardenales y uno de los cardenales designados en un cardenal de España conocido abiertamente por su homofobia, es uno de los cardenales que está empujando la terapia para convertir gays, este Papa que quiere cambiar el discurso lo ordenó. Es un Papa que habla por hablar.

¿Usted es casado?
Casado no, tengo pareja pero yo no creo en el matrimonio, si no ha funcionado para los heterosexuales no va a funcionar para los homosexuales. Mi opinión personal es que nosotros como gays tenemos el derecho de buscar nuevas formas de relacionarse más allá del matrimonio, que es un concepto que viene de la burguesía como mecanismo de control. Para quienes quieran hacerlo, yo lo hago con mucho gusto para quienes quieren practicar este derecho, claro, y lucho por ellos.

Hay que ser abierto a nuevas formas. Qué sucede con el trabajador sexual, tiene muchos conceptos de lo que es una relación. Tenemos que estar pendiente de sus necesidades y no obligarlo a ver el matrimonio como la meta porque no es la meta para todos ¿Qué pasa cuando se tiene una relación abierta? No podemos condenar eso si la gente está practicando algo seguro, con respeto.

El sexo en la biblia no está condenado, solamente cuando se usa como acto de dominación. El pecado no fue el acto sexual, el pecado fue el abuso del poder, no puedo condenar a los demás a una forma de relacionarse como es el matrimonio.