Elecciones Europeas 2014 – la gran derrota de los que han ganado

Ayer hubo elecciones y es altamente posible que no lo sepas dado que uno de cada dos habilitados para votar en este país no se ha molestado en hacerlo. Con la que está cayendo, es normal que haya muchos escépticos que ya no creen en nada y mucho menos en votar. Como diría un amigo, son "los que aparcan en doble fila".

Independientemente de la poca participación, el resultado de los comicios ha sido histórico, el gran perdedor, sin duda, ha sido el bipartidismo. El binomio PP-PSOE obtuvo los peores resultados de su historia, no superando entre ambos el 50% de los votos. Lejos quedaron las épocas en las que acaparaban el 90%.  Entre los dos partidos pierden el 30% de lo cosechado hace 5 años atrás.

El PP consigue el 26% de los votos, gana por escaso margen (como jode de cualquier modo tener que entender que el PP es el partido más votado), pero pierde 8 diputados en relación a los que tenía desde 2009 y su gobierno queda bastante tocado.

El PSOE, con el  23% de los votos, tiene los peores resultados de su historia, 16% menos que en 2009, y pierde 9 escaños en el europarlamento. Continúa con su tendencia a la baja y la opinión pública condena a los "socialistas" a cualquier otra cosa menos a ser una opción de izquierdas. A Rubalcaba se le ha agotado el tiempo.

Estos resultados solo admiten una lectura posible: buena parte de la ciudadanía está hasta las huevos y se ha dado cuenta que puede votar distinto, busca un cambio.

Pero hay otros partidos que aunque han sacado muchos menos votos que los grandes, son los auténticos ganadores de estas elecciones. Izquierda Plural se queda con el tercer puesto otra vez, pero con más de un millón de nuevos votos, en relación a 2009. Roza el 10%, triplica los representantes que tenía en Bruselas, y se posiciona fuerte. Si bien estos resultados son altamente positivos para esta coalición, no debe pasarse por alto que se ha visto superada por Podemos en Madrid y Asturias, quedando quintos en la capital del país.

Podemos, la nueva agrupación surgida hace 4 meses y encabezada por el tertuliano mediático y profesor universitario Pablo Iglesias es la gran sorpresa de la jornada. Contra todo pronóstico (las encuestas previas le pronosticaban solo un diputado), se hace con 5 escaños, y más de 1.200.000 de votos. Es la cuarta fuerza en todo el país con casi el 8%. Tercera fuerza en Madrid y en Asturias. Todos los eurodiputados de Podemos son gente sin más historia en la política que su militancia y activismo. En sus propias palabras, no pertenecen a la casta (política enquistada en el poder), sino a la ciudadanía.

Una próxima alianza entre la Izquierda Plural y Podemos resulta evidente. Tanto Meyer como Iglesias, portavoces de ambos partidos, dieron buenas señales al respecto anoche. Esta potencial unión amenaza con comerse al PSOE. El bipartidismo está herido de muerte, y por primera vez en mucho tiempo los que pisamos este suelo tenemos algo con lo que ilusionarnos. Sobre todo los menores de 40, que jamás pudimos ilusionarnos con nada y hemos vivido siempre gobernados por dos partidos que se someten a las presiones de los poderes fácticos con total comodidad, dos partidos que se parecen más entre sí que en lo que difieren.

El movimiento 15M, al que algunos daban por muerto, tiene mucho que festejar. Podemos, partido político que surge de entre los indignados, logra calar hondo en la ciudadanía con un discurso que apela al sentido común y capitalizando el poder mediático de Pablo Iglesias, sumado a una gran estrategia de campaña, irrumpe en la vida política del país, dando escaños y espacio político a los movimientos sociales.

En el resto de Europa las cosas han quedado un poco más chungas. Ultras y antieuropeos son los claros victoriosos.  Si eres extracomunitario es necesario que comprendas que allí las mayorías entienden que tú sobras y que eres responsable de los problemas que suceden.

El Frente Nacional de Marine Le Pen, de discurso xenófobo, es el gran ganador en Francia. Miedo. En Inglaterra, el Partido Independentista Británico, de discurso antieuropeo se hace con el 30% de los votos, ganando las elecciones locales. En Grecia ganó la izquierda radical liderada por Alexis Tsipras, pero en paralelo los neonazis son tercera fuerza, con casi el 10% de los votos. En Dinamarca también gana la ultraderecha xenófoba. En Austria la extrema derecha es tercera fuerza y se hace con el 25% de los escaños y en Alemania Merkel gana por escaso margen y se debilita. Surge un espacio a su derecha, los neonazis consiguen un escaño.

Haciendo un balance final, el Partido Popular Europeo obtiene una victoria pírrica, perdiendo 62 escaños en relación a las últimas elecciones. Los socialistas, liberales, conservadores y verdes sufren apenas ligeros cambios, y salvan su pellejo. La Izquierda Europea, conserva su sexto lugar en el podio, pero crece su número de escaños. Esto es posible, en gran medida, gracias a los resultados griegos.

Es cierto que mirando fríamente los números, el partido que ha ganado las elecciones es el Partido Popular, les han votado más de 4 millones de personas, pero el claro ganador simbólico es la izquierda, hay que tener en cuenta que muchas veces en política 1+1 no siempre es igual a 2.