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Miedo en Twitter por asesinato de una reportera civil

La Dra. María del Rosario Fuentes no es la primera usuaria de redes sociales en ser asesinada en Tamaulipas para intimidar a la comunidad en internet y mantenerla callada. Investigamos cómo fue que descubrieron su identidad.

La doctora María del Rosario Fuentes siempre traía el teléfono en la mano. La mayoría de sus amigos, colegas y familiares no tenían ni idea de que era su portal a una vida paralela.

Para muchos de sus conocidos, Fuentes era madre y médico general en la ciudad fronteriza de Reynosa, en el estado de Tamaulipas. Sin embargo, en Twitter era "Felina", una reportera ciudadana que se escondía detrás de un avatar de Gatubela y la cuenta @Miut3 para publicar información sobre situaciones de riesgo, como balaceras entre grupos delictivos en Reynosa, una ciudad azotada por la violencia.

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En la cuenta de Twitter de Felina podían leerse advertencias -publicadas con la intención de evitar que sus conciudadanos se expusieran a situaciones peligrosas y balas perdidas- mezcladas con citas románticas y saludos para sus seguidores favoritos. Pero un día se quedó callada.

El 15 de octubre, un grupo de hombres armados secuestró a Fuentes justo afuera de su trabajo. Al día siguiente se supo que ella era Felina. El último tuit que publicó desde su cuenta ​​​​incluía dos fotos​. En la primera foto, Fuentes está mirando a la cámara con una expresión de tristeza y sin su delineador de costumbre. En la segunda se ve a Rosario tendida sobre un charco de sangre con los ojos abiertos y en blanco.

Éstas imágenes venían acompañadas con una advertencia: "Cierren su cuenta. No arriesguen a sus familias como lo hice yo. Les pido perdón".

Las crueles fotografías provocaron aún más miedo y contribuyeron a la percepción de que en México, si denuncias a los cárteles vía Twitter, corres el riesgo de ser asesinado.

A dos semanas de la publicación de esos tuits, aún no se ha encontrado el cuerpo de Fuentes. Fuentes se encargaba de difundir anónimamente información sobre casos de personas desaparecidas y ahora ha pasado a ser parte de las decenas de miles de personas en México que han "desaparecido" a partir de que el anterior presidente, Felipe Calderón, comenzó una guerra militarizada contra las drogas en 2006.

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Para averiguar más sobre el caso de Fuentes, ​VICE News entrevistó a varias personas que conocían a la doctora, tanto en su vida personal, como en su vida profesional y a algunos usuarios de Twitter que seguían a Felina desde hace algún tiempo. Estos individuos solicitaron permanecer en el anonimato por miedo a que les ocurriera lo mismo que a Fuentes.

A pesar de que estas personas ayudaron a aclarar la serie ​de eventos que desembocaron en el secuestro de Fuentes, aún queda la duda de cómo y por qué la identificaron. Lo que sí es seguro es que su desaparición ha generado pánico en la comunidad de activistas de Twitter en Reynosa.

Sus amigos la describen como una persona "cordial y muy alegre" que se dedicaba por completo a su familia. La doctora tomaba el turno de la noche en el hospital de Reynosa y en el día trabajaba como especialista en salud ocupacional en una maquiladora local.

Su amigo "Jacobo" dijo que Fuentes a menudo coordinaba iniciativas de salud en Reynosa. En septiembre de 2013, Fuentes ayudó a movilizar la atención de contingencias por la inundación que dejó el huracán Ingrid en la región sur de Tamaulipas.

Fuentes logró ocultar a Felina de todos sus amigos y colegas durante todo el tiempo que realizó sus actos altruistas.

"Siempre traía su celular en la mano", dijo una persona que conoció a Fuentes en su trabajo y que, después de ver la nota en un periódico local y leer la nota sobre su secuestro y aparente asesinato, se enteró de que la doctora era "Felina".

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Postales de - Gob. de Tamaulipas (@Viejidio)September 30, 2014

El papel que desempeñó Felina en las redes sociales fue de valiosa ayuda en Reynosa, la ciudad más poblada de Tamaulipas, ubicada al noreste del país junto al Golfo de México y que colinda con Texas.

En 2010, el poderoso Cártel del Golfo -el cual controlaba casi por completo al estado de Tamaulipas- rompió con Los Zetas, un grupo paramilitar que sirvió como su brazo armado. Como resultado se produjo una gue​rra urbana.

Las amenazas de los cárteles, el dinero derivado de la publicidad oficial del gobierno y los ataques violentos han evitado que los medios locales informen sobre el crimen organizado. Tamaulipas -al igual que la mayor parte del país- está plagada de corrupción dentro del gobierno e impunidad sistemática. Los ciudadanos sienten que las instituciones encargadas de garantizar la seguridad pública los han abandonado.

Según el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), la tasa de impunidad nacional superó el 93% en 2013. Con frecuencia no se denuncian los delitos en el país debido a la creencia de que la policía local y el crimen organizado son dos facetas de la misma estructura de poder. Cuando sí se denuncian los delitos, las investigaciones oficiales no van mas allá de llenar el papeleo necesario.

Con tales circunstancias, los residentes de Tamaulipas recurrieron a las redes sociales para informarse entre ellos mismos sobre la violencia en las calles. Los foros y blogs en internet eran populares al principio, pero Twitter se convirtió en el medio favorito para enviar información en tiempo real sobre cómo evitar las balaceras. A menudo se utilizaba el hashtag #ReynosaFollow para ubicar las denuncias.

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Felina no sólo reportaba las llamadas "situaciones de riesgo", o SDR, en tiempo real, sino que también promovía la denuncia anónima a los militares sobre la actividad del crimen organizado y a menudo ofrecía actuar como intermediario para los desconfiados. A veces publicaba tuits en los que celebraba cuando mataban a supuestos integrantes de los cárteles y abiertamente mostraba su apoyo a las fuerzas armadas.

Algunas fuentes mencionan que su enfoque podría haber provocado el enojo de los criminales e incremento su riesgo en este sentido. "Le encantaba convivir con todos pero descuidaba mucho su seguridad en ese aspecto", dijo un amigo suyo.

Existen dos teorías sobre la razón del secuestro de Fuentes. La primera es que sus secuestradores de algún modo lograron identificar a Fuentes como la persona encargada de @Miut3, la rastrearon y mataron como castigo por su actividad en internet.

Los últimos t​uits que envió @Miut3 usaban el hashtag #ReynosaFollow para garantizar que los vieran los ciudadanos que mantenían funcionando el sistema de alerta local.

Estos tuits -que lógicamente no escribió ella- escritos con mayúsculas dicen: "Amigos y familiares, mi nombre real es María del Rosario Fuentes Rubio. Soy doctora. Hoy mi vida ha llegado a su fin. No me queda más que decirles que no cometan el mismo error que yo. No se gana nada. Al contrario, hoy me doy cuenta que encontré la muerte a cambio de nada. Están más cerca de nosotros de lo que creen".

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Otros usuarios de Twitter relacionados con @Miut3 también recibieron amenazas durante las semanas antes y después de la desaparición de Felina.

El día 26 de septiembre, una cuenta con el nombre de "Laura Garza" advirtió a los usuarios de Twitter que los estaban rastreando. "Ahora tienen la cola entre las piernas porque estamos identificando a los que suben fotos aquí", se leía en el tuit.

El día del secuestro, poco después de la 1PM, "Laura Garza" se burló con un tuit que decía: "Felinaaaaaa, no te has escuchado, ¿dónde estás?"

Cobertura de la narcoviolencia, como el asesinato de Felina, está prohibida en los medios de comunicación locales. Sin embargo, algunos periódicos de Reynosa -entre ellos El Ma​ñana- rompieron su silencio habitual al darle un poco de cobertura al secuestro y asesinato de Felina. Algunos residentes cuestionaron su intención.

Un habitante local, quien solicitó mantenerse en el anonimato, dijo que los reportajes contenían "un doble sentido de advertirnos a todos lo que les iba a pasar si seguían metiéndose en los reportes que estaban haciendo. Es una manera de decir 'tenganse las consecuencias'".

Desafortunadamente no es la primera vez que asesinan a un usuario de redes sociales en Tamaulipas para intimidar a la comunidad en internet y hacer que se mantengan callados.

En septiembre de 2011, María Elizabeth Macías Castro, moderadora de un foro conocido como Nuevo Laredo en Vivo, fue secuestrada y decapitada. Le tomaron fotografías a su cadáver con un teclado en una glorieta en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Al igual que Fuentes, Macías animaba a los ciudadanos a denunciar actividades del crimen organizado al ejercito.

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Aunque algunos creen que su secuestro sólo fue porque corrió con mala suerte y que su asesinato probablemente fue debido a su indiferencia durante su cautiverio.

La revista Zócalo informó que raptaron a Fuentes afuera de una clínica privada alrededor de las 11AM el día 15 de octubre y que también raptaron a otros dos compañeros de su trabajo (una enfermera que, al igual que Fuentes, iba camino a casa después de hacer guardia nocturna, y un doctor que apenas iba a camino al trabajo).

Al parecer, dos vehículos en los que viajaban varios hombres armados interceptaron al trío justo afuera del edificio. El doctor fue puesto en libertad después de algunas horas y huyó de Reynosa. La enfermera reapareció varios días después, renunció a su empleo y se mudó de vuelta a su ciudad natal, según lo que informan algunas fuentes.

Un médico que habló con VICE News, con la condición de permanecer en el anonimato, dijo que llevaron a los tres trabajadores secuestrados a una casa donde los golpearon y los interrogaron.

Según el testimonio del doctor, durante el interrogatorio los secuestradores parecían enojados por un incidente que ocurrió mientras Fuentes estaba de guardia en la clínica. De acuerdo a la fuente de VICE News, en la noche llegó una pareja joven con un niño -de alrededor de 4 años de edad- que estaba teniendo un ataque de epilepsia. Fuentes le administró una dosis de medicina y recomendó a los padres que llevaran a su hijo a otro hospital. El niño murió poco después.

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La fuente también dijo que hubo otro incidente en el que Fuentes no pudo o no quiso enviar una ambulancia a recoger a un delincuente que salió herido en una balacera. No se sabe cuál de los dos incidentes enfureció a los secuestradores pero al parecer interrogaron a los tres trabajadores para averiguar qué doctor tuvo la culpa de la muerte de un paciente.

Según la fuente, los secuestradores preguntaron: "¿Quién fue?" y "¿Quién lo atendió?" El doctor, que acababa de llegar al hospital cuando lo secuestraron, insistió en que no tenía idea de qué estaban hablando. Poco después lo dejaron en la carretera y regresó a la clínica para avisarle a los otros trabajadores que Fuentes y la enfermera estaban en problemas.

No se sabe más del secuestro. Además, los otros doctores y trabajadores del hospital donde trabajaba Fuentes se negaron a hablar. Una fuente local informó a VICE News que la administración de la clínica ordenó a los trabajadores que guardaran silencio y que muchos empleados temían por su seguridad y renunciaron a su trabajo después del secuestro.

Jacobo cree que los secuestradores se llevaron a Fuentes por su labor médica sin saber que, en el proceso, habían secuestrado a uno de los usuarios de Twitter más influyentes de Reynosa y que descubrieron a su alter ego -Felina- tras hurgar en su celular.

Jacobo asegura que le advirtió muchas veces a Fuentes que no dejara sus cuentas de Twitter y de Zello abiertas (Zello es una aplicación que permite que los usuarios utilicen sus smartphones como walkie-talkies para enviar mensajes de voz a una red de radio civil en internet). Felina era moderadora en el canal "MiReynosa" en Zello.

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Algunos habitantes de Reynosa, Tamaulipas (el estado con la tasa más alta de secuestros en México, según las estadísticas federales más recientes), informaron a VICE News que los secuestradores suelen revisar exhaustivamente los celulares de sus víctimas en busca de información útil. Las tres víctimas de este secuestro no fueron la excepción.

Los usuarios de Twitter que llevan años participando en #ReynosaFollow señalaron que el aparente asesinato de Fuentes provocó que muchos usuarios suspendieran sus cuentas o cambiaran sus nombres de usuario y la apariencia de sus perfiles. Sin embargo, el hashtag aún cumple con su objetivo de alertar a los habitantes locales sobre situaciones de riesgo.

"El miedo es una forma natural de protegernos a nosotros mismos", explicó uno de los participantes de #ReynosaFollow días después de la desaparición de Fuentes. "Pero no importa qué tan asustados estemos, tenemos que proteger nuestra ciudad".

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