​El "rescate" de Alan Pulido es bueno, la incongruencia mexicana es bastante mala

Unas 24 horas pasaron desde que el nombre de Alan Pulido apareció por todo el mundo. Un futbolista mexicano de 25 años jugando para el Olimpiakos de Grecia estaba de regreso en su país natal, cuando de pronto fue secuestrado por un comando desconocido. El suceso le ponía nueva cara a la inseguridad en México y el mundo entero estaba completamente informado. Entonces, un día después, Alan Pulido apareció de nuevo pero ahora, en palabras de las autoridades de Tamaulipas: "sano y salvo". La noticia, por supuesto, es totalmente buena. Lo que se pone en cuestión es la desesperante inconsistencia con la que el gobierno actúa ante circunstancias parecidas que son notificadas prácticamente todos los días, aunque tampoco estamos tan seguros de qué tanto actuó el gobierno, pues se reporta que Pulido más que ser rescatado escapó de los secuestradores.

El caso de Pulido le había dado la vuelta al mundo el pasado domingo. La prensa internacional mostraba la cara del joven futbolista y se convertía en otro episodio lamentable de la inseguridad en México. Así como la desaparición de los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa en septiembre de 2014 o el asesinato de 22 civiles en Tlatlaya, Estado de México por parte de elementos del ejército en junio de 2014, el caso de Pulido traía atención a nivel nacional e internacional de lo que está pasando en México.

En las primeras horas del domingo, Pulido viajaba junto a su novia sobre la carretera Interejidal a la altura del paraje turístico Los Troncones después de haber acudido a una fiesta en Ciudad Victoria, Tamaulipas, su ciudad natal. Un comando desconocido interrumpió el trayecto de Pulido, llevándose al futbolista a la fuerza y dejando a su novia en el lugar del suceso.

Las autoridades locales con ayuda de entidades federales se movilizaron rápidamente y 24 horas después salían a la luz las imágenes de Alan Pulido con el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, quien visitó a Alan tras su rescate para asegurar que estaba con bien.

El procurador estatal, Ismael Quintanilla Acosta, entregaba una conferencia de prensa con los detalles mínimos que aclaraban los sucesos que llevaron al rescate: "En un descuido de los captores en el lugar donde se encontraba [Alan Pulido] pudo hacer una llamada y pedir auxilio, dando la ubicación donde se encontraba. Quintanilla Acosta no aceptó preguntas de la prensa.

Alan Pulido estaba de vuelta, y así como la prensa se exaltó con la noticia de su desaparición, exhaló con alivió su reaparición y rescate. "Muy bien, muy bien gracias a Dios", declaró Pulido sobre su estado, luciendo un vendaje en una de sus manos. No ha habido detalles oficiales del secuestro ni rescate de Pulido, y sin duda es una noticia buena.

Sin embargo, en un informe de la revista Proceso, los detalles fueron ligeramente distintos, asegurando que el mismo Quintanilla Acosta había confirmado que más que rescate, Pulido había escapado de sus captores. El mismo Pulido detalló a la policía que en un descuido golpeó a uno de los secuestradores que lo vigilaba, le quitó la pistola, le disparó y luego quebró vidrios de una ventana por donde un segundo secuestrador huyó. Pulido después pudo llamar a las autoridades que llegaron para "rescatarlo" y transportarlo a las instalaciones de Seguridad Pública.

Aparece Torre Cantú, el gobernador de Tamaulipas —donde, por cierto, habrá elecciones en menos de una semana, el próximo 5 de junio— para tomarse la foto; y entre el "rescate" y el escape, el respiro de alivio, las inconsistencias de los reportes sobre el secuestro de Pulido, la atención global del caso y el cierto grado de indignación por la falta del mismo trato a los miles de desaparecidos en el país, la incongruencia del gobierno mexicano resalta bastante.

Rescatan sano y salvo al futbolista Alan Pulido pic.twitter.com/drHNOnPyAQ

— GCTamaulipas (@GCTamaulipas)30 de mayo de 2016

Desde 2006, se estima que el país ha tenido 100 mil muertos y 27 mil desaparecidos. Coincide que en ese año el gobierno mexicano lanzó una campaña ofensiva contra el narcotráfico que llevó a miles de soldados y agentes federales en operativos frecuentes a lo largo del país, que de alguna manera incrementó la violencia. En 2012, según reportes del INEGI, se cometieron más de 100 mil secuestros.

La situación de Pulido es llamativa, resonó por todo el mundo y tuvo un tremendo desenlace inconsistentemente reportado que naturalmente ha ocasionado cuestionar lo que realmente está pasando, y realmente no hablamos del caso de Pulido, sino con la situación general del país.

En el mismo artículo de la revista Proceso, se notó que la zona en la que Pulido fue secuestrado está ubicado como una "madriguera de Zetas donde se han localizado narco fosas y casas de seguridad", parecidas a la que encerraba a Pulido hace apenas un día. Y dentro de las últimas 24 horas en las que se desenvolvió todo el caso de Pulido, por lo menos apareció una manta colgada con la firma del grupo criminal autodenominado "Zetas Vieja Escuela", quienes mediante las redes sociales aseguraron que la Policía Estatal protegió a miembros del Cartel del Noreste que aseguran secuestraró al futbolista, y en específico, protegió a "Tiki Tiki", uno de los líderes del cartel, que también lo han identificado las autoridades como Juan Franciscio Treviño, o "Kiko Treviño".

El caso despierta todo el tema de las guerras entre los carteles y la relación que tienen con el gobierno mexicano, una relación que muchos aseguran está llena de cuotas, impuestos, acuerdos y protecciones que ha salido de proporción y control.

En fin. Para Alan Pulido, todos sus seres queridos y el mundo deportivo, su reaparición, haya sido rescate o escape, es una gran noticia. El ex jugador de los Tigres de la UANL de Monterrey debutó en Levadiakos en marzo del año pasado en la Súper Liga de Grecia, y pocos meses después fue contratado por el Club Olimpiakos con quien se coronó campeón el pasado mes de febrero. El desarrollo del delantero mexicano seguramente tendrá una atención renovada, pero ya ha demostrado mucho talento.

En cuanto el caso en sí del secuestro de Pulido, despierta de nuevo las conversaciones en diferentes niveles sobre la inseguridad en México, pues la incongruencia que se vive consistentemente en el país es bastante preocupante.