Para contar una buena historia periodística no basta con documentar el hecho. La manera y los medios en los que se presenta, la corroboración de datos, el financiamiento del proyecto y sacar la historia a la luz son algunas de las cosas que separan un buen reportaje o documental de las miles de microhistorias contadas por personas que comparten instantáneamente un video.Son muchas las historias que no son contadas porque no se sabe cómo hacerlo o porque, una vez hechas, no alcanzan el ojo público. Platicamos con Alejandra Sánchez Inzunza, periodista mexicana y co fundadora de Dromómanos, y Laura Woldenberg, jefa de producción de VICE México, sobre cómo lograr una buena historia periodística y el taller que darán en la Ciudad de México sobre la ejecución de proyectos periodísticos.El taller de periodismo "Ideas que cruzan fronteras" se llevará a cabo el viernes 6, sábado 7 y domingo 8 de noviembre en el Centro Cultural Horizontal (Colima 378, colonia Roma Norte, Ciudad de México). Para ver el programa y más información sobre el taller, visita la página del evento.VICE: ¿Qué es Dromómanos y cómo surge?
Alejandra Sánchez: Es una productora de proyectos periodísticos. Surgió a finales de 2011, cuando José Luis Pardo, Pablo Ferri y yo empezamos a viajar por América Latina. Ese viaje de dos años derivó en una serie de reportajes sobre narcotráfico en América, que fueron premiados con el Ortega y Gasset y el Nacional de Periodismo. Después eso se convirtió en nuestro libro Narcoamérica, de editorial Tusquets.¿Qué tipos de historia busca Dromómanos y cómo buscan contarlas?
Apostamos por fenómenos que no podemos entender, pero queremos hacerlo. Por historias de largo aliento, complejas, que afectan a cada uno de nosotros. En nuestro primer proyecto, apostamos por la crónica, pero queremos explorar nuevas narrativas: el documental, el cómic, la radio, etcétera.¿Qué elementos hay que tomar en cuenta al momento de hacer una historia?
Nos gusta la definición de nuestro profesor Miguel Ángel Bastenier, quien dice que una buena historia debe contar con las tres D: dinero, drama y diversión. Igualmente, hay que buscar la forma en que cualquier tema interese al lector, que se identifique con él, entender cómo la historia de un matemático me afecta a mí o hacer que la gente empatice con las víctimas de la violencia. Eso se hace con una buena narrativa, con una intención de sensibilizar y empatizar con el lector al contar una historia.Me podrías contar un poco sobre el proyecto de Escuela Dromómanos.
La escuela Dromómanos surge para inyectar ambición. Para que los jóvenes se propongan cosas que parecen inalcanzables y no se conformen con un mal contrato en un trabajo que no les gusta. Queremos cambiar la forma tradicional de hacer las cosas. En todo el continente, hay medios contaminados, corruptos, que tienen una manera aburrida, políticamente correcta y convencional de hacer las cosas. Nosotros queremos hacer lo contrario: innovar. Ya sea crear nuevos medios y narrativas o inyectar a los viejos de energía nueva, buenas ideas y grandes historias.¿Para quienes está dirigido el taller?
Cualquiera con una idea, que tenga problemas sobre cómo ejecutarla y que quiera aprender.¿Qué tipo de propuestas buscan?
Originales y ambiciosas. Pero sobre todo queremos que cualquiera que tenga una idea —como una historia sobre migración, por ejemplo— se parta la cabeza en cómo hacer de un tema tan hablado y conocido algo original e interesante para sus lectores. Aceptamos todo tipo de ideas, siempre y cuando sean ideas. Preferimos que salgan de lo convencional, pero sobre todo que tengan un interés de contar una gran historia. Tal vez eso es a través de una crónica, un documental o una serie de fotografías, pero también puede serlo al fundar un propio medio o un blog, que tenga una vocación distinta.¿Qué le recomendarías a los jóvenes periodistas que buscan contar historias y que están leyendo esto?
Que tomen el taller y que apuesten por lo imposible.Laura, ¿nos podrías contar un poco de tu participación en el taller?
Laura Woldenberg: Vamos a dar un taller sobre producción de documental. Van a aprender todos los procesos: pre producción, producción y post. También se va a hablar sobre cómo se aterriza una idea, los procesos de investigación, el trabajo de campo y todo lo que involucra la post. También enseñaremos un poco sobre manejo de presupuestos, equipo técnico, staff, logística y aspectos legales.Para más información sobre Dromómanos visita su página, o mira su columna para VICE.com.
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Alejandra Sánchez: Es una productora de proyectos periodísticos. Surgió a finales de 2011, cuando José Luis Pardo, Pablo Ferri y yo empezamos a viajar por América Latina. Ese viaje de dos años derivó en una serie de reportajes sobre narcotráfico en América, que fueron premiados con el Ortega y Gasset y el Nacional de Periodismo. Después eso se convirtió en nuestro libro Narcoamérica, de editorial Tusquets.¿Qué tipos de historia busca Dromómanos y cómo buscan contarlas?
Apostamos por fenómenos que no podemos entender, pero queremos hacerlo. Por historias de largo aliento, complejas, que afectan a cada uno de nosotros. En nuestro primer proyecto, apostamos por la crónica, pero queremos explorar nuevas narrativas: el documental, el cómic, la radio, etcétera.¿Qué elementos hay que tomar en cuenta al momento de hacer una historia?
Nos gusta la definición de nuestro profesor Miguel Ángel Bastenier, quien dice que una buena historia debe contar con las tres D: dinero, drama y diversión. Igualmente, hay que buscar la forma en que cualquier tema interese al lector, que se identifique con él, entender cómo la historia de un matemático me afecta a mí o hacer que la gente empatice con las víctimas de la violencia. Eso se hace con una buena narrativa, con una intención de sensibilizar y empatizar con el lector al contar una historia.
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La escuela Dromómanos surge para inyectar ambición. Para que los jóvenes se propongan cosas que parecen inalcanzables y no se conformen con un mal contrato en un trabajo que no les gusta. Queremos cambiar la forma tradicional de hacer las cosas. En todo el continente, hay medios contaminados, corruptos, que tienen una manera aburrida, políticamente correcta y convencional de hacer las cosas. Nosotros queremos hacer lo contrario: innovar. Ya sea crear nuevos medios y narrativas o inyectar a los viejos de energía nueva, buenas ideas y grandes historias.¿Para quienes está dirigido el taller?
Cualquiera con una idea, que tenga problemas sobre cómo ejecutarla y que quiera aprender.¿Qué tipo de propuestas buscan?
Originales y ambiciosas. Pero sobre todo queremos que cualquiera que tenga una idea —como una historia sobre migración, por ejemplo— se parta la cabeza en cómo hacer de un tema tan hablado y conocido algo original e interesante para sus lectores. Aceptamos todo tipo de ideas, siempre y cuando sean ideas. Preferimos que salgan de lo convencional, pero sobre todo que tengan un interés de contar una gran historia. Tal vez eso es a través de una crónica, un documental o una serie de fotografías, pero también puede serlo al fundar un propio medio o un blog, que tenga una vocación distinta.¿Qué le recomendarías a los jóvenes periodistas que buscan contar historias y que están leyendo esto?
Que tomen el taller y que apuesten por lo imposible.Laura, ¿nos podrías contar un poco de tu participación en el taller?
Laura Woldenberg: Vamos a dar un taller sobre producción de documental. Van a aprender todos los procesos: pre producción, producción y post. También se va a hablar sobre cómo se aterriza una idea, los procesos de investigación, el trabajo de campo y todo lo que involucra la post. También enseñaremos un poco sobre manejo de presupuestos, equipo técnico, staff, logística y aspectos legales.Para más información sobre Dromómanos visita su página, o mira su columna para VICE.com.