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Me pregunto cómo sería ver a mi esposo coger con mi cadáver

El gobierno egipcio está preparando una nueva forma de cogerse a la mujeres de su país. Literalmente.

La semana pasada, un güey llamado Amr Abdul Samea escribió en el periódico estatal egipcio, Al Ahram, que el gobierno está preparando una nueva forma de cogerse a la mujeres de su país. Literalmente. La validez de esta noticia ha sido cuestionada desde entonces, pero a mí no me sorprendió. Una de mis primeras experiencias con los derechos de las mujeres de Egipto fue a principios de los noventa, antes de que mi familia emigrara a Estados Unidos. Tenía casi ocho años y enfrente de nuestra casa vivía una prostituta. Por supuesto, esta prostituta fue violada, y su inmoralidad sexual manchó la reputación de su familia; a pesar de que no tuvo elección en este acto de inmoralidad sexual.

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Le pregunté a mi madre sobre el futuro de esta chica. A lo cual me respondió: "Ella puede llevarlo a la corte y hacer que se casen". "¿Y si no quieres casarse con él?" le pregunté. Mi madre, confundida, me dijo: "¿Entonces para qué lo llevaría a la corte? ¿Qué más podría querer de él?" Lo dijo como si me preguntara: "¿Por qué no le pasas el falafel a tu hermano?" o "¿Ya te vestiste para la escuela?" Esta ley, igual que la mayoría de las leyes egipcias, fue consecuencia de la ley islámica. Y ni siquiera éramos musulmanes. Nosotros, igual que nuestra vecina, éramos cristianos coptos; menos del 10 por ciento de la población. Nada de esto parecía preocupar a mi madre. No luchaba contra las ideologías retrogradas, y mi vecina no enfrentó a su violador en la corte.

¿Qué punto tiene? En Egipto, una mujer sólo es tan buena como su himen. Así que, naturalmente, mi yo de ocho años se preguntó cómo sería casarse con tu violador. Al principio tuve estas fantasías románticas sobre él. ¿Quizá realmente me amaba y por eso abusó de mí, para que estuviéramos juntos por siempre? ¿Quizá estaba muy solo y era su única forma de conseguir compañía? ¿Quizá seríamos felices? Después de mis dementes formas de justificar a mi príncipe azul, decidí que lo mejor sería matar a mi violador fantasma con una cebolla envenenada.

Para 1999, después de ser presionado por los grupos feministas, el gabinete egipcio votó para eliminar la ley de violación, la cual dejaba libre al violador si se casaba con su víctima. Aunque según me informan esto es una mera formalidad. En la vida realidad, los juicios por asalto sexual en Egipto son un mera formalidad. Hace menos de un año, el ejército egipcio detuvo a unas manifestantes en la plaza Tahrir para unas “Pruebas de virginidad” y después las amenazó con levantarles cargos por prostitución. Al principio, los oficiales defendieron estas "pruebas" y las acciones del ejército. Después se disculparon, pero ningún miembro del ejército fue acusado de asalto sexual.

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Esta historia terminó en una conversación telefónica con mi madre la noche de una miércoles.

–¿Escuchaste la última? –me preguntó.

–¿Sobre qué?

–El parlamento está discutiendo una ley que permitiría a los hombres tener un último encuentro de despedida después de que su esposa muera?

–¿Eso qué quiere decir? –le pregunté.

–Se le permitiría dormir con ella una última vez –me explicó. Tengo 27 años pero no estoy casada, así que mi madre le saca la vuelta a la palabra "sexo" cuando habal conmigo.

–No entiendo.

–Un hombre podría hacer uso de su [pausa] derecho marital hasta seis horas después de la muerte de su esposa –me explica, esta vez con el mismo tono que usaría para describir el fin del mundo.

Según los medios egipcios, un miembro del parlamento quería introducir una "ley de relaciones de despedida" para que un hombre pueda tener sexo con el cadáver de su esposa hasta seis horas después de su muerte. El año pasado, Zamzami Abdul Bari, un padre marroquí inició el debate después de argumentar que el matrimonio sigue siendo válido después de la muerte. El Consejo Nacional para las Mujeres de Egipto ya se está manifestando contra este cambio. Algunos ciudadanos egipcios están escandalizados.

Pero en Medio Oriente, la religión manda. La religión lo justifica todo. Supongo que este padre marroquí leyó en el Corán que el Profeta se acostó con una mujer en su ataud, y lo interpetó literalmente antes de proponer esta ley. Todos los problemas actuales en Egipto son secundarios mientras el gobierno promueve la necrofilia con una justificación religiosa. Con problemas como pobreza, sobrepoblación, analfabetismo, un mal sistema de salud, sin mencionar la revolución social, el parlamento egipcio debería gastar su tiempo con esta ley de coito posmortem.

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Así me imagino sería para mi esposo imaginario coger con mi cadáver.

Primera hora: Muero joven. Resultado de una mezcla de malas noticias (algunas ley estúpida, religiosamente justificada, que dicta que mis hijos tendrán que servir en un circo egipcio) y el abuso de mantequilla y nicotina. Me llevan a un hispital cercano. No es un hospital cualquiera. Un emprendedor construyó este lugar, una mezcla entre un hospital y una morgue, después de que se aprobara la "ley de sexo de despedida". Este lugar cobra una tarifa fija por las últimas seis horas con sus esposas; ya sea que estos hombres decidan ejercer sus derechos maritales o no. El personal del lugar le pide a mi esposo que espere la llegada de mi cuerpo en la habitación designada. La habitación no tiene ventanas y está cubierta con terciopelo y las mejores sábanas egipcias. Veo como preparan mi cuerpo azulado; arreglan mi pelo para mi última sesión. El personal cierra mi párpados cuidadosamente antes de meterme en la cama. Mi esposa está sentado en una silla, saca una botella de whisky. Estas serán las seis horas más largas de su vida.

Segunda hora: Mi esposo toma un trago de whisky. Estoy segura de que sólo quiere pasar unas horas en silencio conmigo. El hombre imaginario con el que me casé nunca cogería con un cadáver. Sería asqueroso. No somos musulmanes. Ni siquiera somos religiosos. Pero, si años de ideologías religiosas enmascaradas de leyes convencieron a mi madre que está bien que una mujer se case con su violador, ¿podría esa misma ideología infectar a mi esposo? ¿Por qué está tomando whisky? Debería estar junto a mí, su puño levantado hacia el cielo, maldiciendo a los cielos por haberme apartado de él tan joven.

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Tercera hora: ¿Junto a la cama? ¿Dije junto a la cama? No, nunca dije cama. Eso fue una estupidez, era la muerta hablando. Por favor regresa a tu silla y sigue con tu botella de whisky. Me da un beso, y la pintura barata se despinta de mi boca. Me acaricia el pelo. Mi espíritu quiere gritar.

Cuarta hora: Los músculos en mi cuerpo están tiesos, rígidos como gel después de un día. Mi esposo se acerca junto a mí. Se acuesta junto a mí, borracho y temblando. No puedo creer lo que estoy a punto de presenciar. Penetra mi cuerpo mientras sujeta mis manos azules. Quiero los poderes fantasmales que las películas tanto prometen. Quiero atormentarlo. Quiero que pare.

Cuatro hora con cinco minutos: Típico. Ya se vistió otra vez.

Quinta hora: No puedo creer que me casé con un maldito necrófilo.

Sexta hora: Mi esposo se termina su whisky y me besa gentilmente en la frente antes de salir de la habitación. Mi hermana lo recibe afuera del lugar. "Angelina quería que tuvieras esto", le dice, y le entrega una cebolla. "Estaba en su testamento". Mi esposo le da un mordida mientras mi hermana se aleja.

Es la decisión que tomé cuando tenía ocho años. Cualquier hombre que abuse de mi cuerpo, vivo o muerto, se lleva la cebolla envenenada.

@notsovanilla