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El “boicot” y el exceso de extranjeros amenazan el futuro de “El Tri”

Urge un cambio en el sistema del futbol mexicano si se pretende trascender en las próximas décadas.
Foto: Troy Taormina-USA TODAY Sports

Muchos despertaron —y otros pocos se fueron a dormir— con la noticia del nuevo fichaje de Tigres, el chileno Eduardo Vargas. Cómo olvidar al jugador que porta la 11 de Chile después de los cuatro goles que nos recetó en cuartos de final de la infame Copa América Centenario. ¿El marcador? Mejor ni recordarlo.

Algunos aplaudieron la delantera de miedo que el club regio tendrá a su disposición para el Clausura 2017 —completada por Gignac y Sosa—, pero el reclamo de la mayoría de los internautas volvió a tocar el tema del exceso de extranjeros en el futbol mexicano y su efecto negativo en el talento nacional.

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Hasta el día de hoy, la Liga MX cuenta con los servicios de 197 extranjeros —sin contar los que se vayan sumando antes del cierre del mes—, y la situación empeora con cada torneo, ya que el hambre de triunfos y reconocimiento por parte de las directivas los obliga a buscar en otro lugar lo que no se tiene en casa o, mejor dicho, lo que nunca se ha impulsado, porque talento hay y de sobra.

Los dueños y directivos del futbol mexicano han asegurado hasta el cansancio que la incorporación de futbolistas de otras latitudes tiene un efecto positivo en los equipos, ya que fomenta la sana competencia y obliga a los jóvenes futbolistas mexicanos a mejorar día con día. Sí pero no. Desde sus despachos la vida siempre es generosa y el sol siempre brilla. Ahí está el caso de David Izazola, quien tuvo que dejar el futbol profesional (aunque después de unos meses salió del retiro) por la falta de oportunidades en Pumas para poder crecer profesionalmente.

Foto: Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports

La fórmula es muy sencilla, lo que resulta complejo y preocupante es el resultado: el futbolista necesita minutos en la cancha para mostrar y desarrollar su potencial; si le quitas un lugar a un compatriota para dárselo a un extranjero basándote en sus "credenciales" (muchas veces venden puro humo), a la larga provocarás 1) que la joven promesa se desmoralice y 2) que no pase de eso, una simple promesa.

Tampoco se trata de formar un cuadro titular plagado de jóvenes inexperimentados, pero es que el futbol mexicano no entiende el significado de armar un equipo balanceado; gran parte de su ignorancia surge de las tranzas, los interés y ganancias que un fichaje bomba pueda provocar. El futbol ocupa el último lugar en la lista de prioridades.

Que quede claro, los futbolistas extranjeros no tienen la culpa. Al igual que tú y yo, sólo cumplen con su trabajo y buscan mejores oportunidades de crecimiento. Quien no haya cambiado de chamba por un mejor sueldo que lance la primera piedra.

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Si a la invasión de extranjeros le sumamos las recientes "amenazas" de Rafa Márquez y Andrés Guardado para no asistir a la Copa Confederaciones de este año, en caso de que sus exigencias para crear la necesaria Asociación de Jugadores no sean escuchadas por la FMF y Liga MX, el panorama de la Selección Nacional de Futbol luce desconcertante: la Copa Confederaciones ofrece un escenario inigualable, antes del Mundial, para poner a prueba el sistema del futbol mexicano y mostrar su verdadero nivel. Nos asustamos cuando escuchamos que los jugadores mexicanos que radican en las ligas europeas podrían unirse al boicot y dejarnos solos ante Alemania, Portugal, Chile,y Rusia porque no contamos con una generación que los pueda suplir en competiciones de este calibre. Al menos no todavía.

Se necesitan cambios urgentes en la FMF y Liga MX si se quiere trascender en las próximas décadas y no acabar haciendo el ridículo como se ha logrado con facilidad en la última década (o más).