"Por más igualdad real: ley antidiscriminatoria y Estado laico". Esta fue la consigna que repitieron una y otra vez aquellos que marcharon orgullosamente el sábado siete de noviembre. Los ciudadanos buscan cosas sencillas por medio de la protesta. Van un poco más allá de la agenda LGBTIQ: políticas públicas de inclusión social y laboral para personas trans; aborto legal, seguro y gratuito; no al racismo ni a la xenofobia; no al sexismo; respeto a la diversidad sexual y de género en todos los medios de comunicación. A grandes rasgos, una reforma del Código Civil inclusiva, igualitaria con reconocimiento de la diversidad sexual y de género en el deporte.
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Hay, sin embargo, logros alcanzados en los últimos años, que son, de todas formas, meritorios: la ley contra la trata de personas, la de matrimonio igualitario, la de fertilización asistida y la ley de identidad de género, entre otras. Sin embargo, a pesar de estos avances, muchos sentimos que estamos viviendo en una sociedad patriarcal que no admite la diversidad. Mejor dicho: es mucho lo alcanzado, pero todavía más largo es el camino que queda por recorrer y el que se transita marchando, visibilizando, manifestando.Acá las fotos que pude capturar:
